El PSPV de Valencia elevará a Ferraz las quejas de L'Horta Sud tras la guerra en la mancomunidad  

VALÈNCIA. La tensión en el PSPV por la elección de la presidencia de la Mancomunidad de l'Horta Sud seguía coleando este martes en el seno de la formación socialista. La alcaldesa de Benetússer, Eva Sanz, apoyada por el vicesecretario de Relaciones Institucionales, Carlos Fernández Bielsa, fue designada para el cargo pese a que la propuesta de la Ejecutiva comarcal señalaba al alcalde de Aldaia, Guillermo Luján, como el elegido para el puesto.

Un pulso que, lejos de resolverse internamente, se llevó al pleno de la propia institución, teniendo lugar una inédita votación entre dirigentes socialistas en la que Sanz se imponía por 14 votos a 13 mientras los representantes de PP y Compromís ejercían de convidados de piedra como meros espectadores de la batalla socialista.

Fuentes de la dirección comarcal mostraban su indignación por lo acontecido y aseguraban a este diario encontrarse elaborando un informe de lo acaecido sobre el asunto. Un documento que será elevado a la dirección provincial que lidera Mercedes Caballero, próxima al ministro José Luis Ábalos y cuyos afines apoyaban la elección de Luján. En este sentido, fuentes cercanas a la cúpula provincial señalaron que darían traslado de este informe a la dirección del PSPV y también a Ferraz (como así se conoce en las filas socialista a la Ejecutiva federal).

En la otra orilla, el sector vencedor en el proceso -Sanz, Bielsa y la plataforma Socialismo 3.0 de Bartolomé Nofuentes- insistía en que no se permitió a su candidata presentarse en la Ejecutiva. Además, argumentan que la dirección comarcal carece de potestad vinculante para que su decisión fuera irrevocable. De lo contrario, conviene recordar que votar al margen de la disciplina del partido en un nombramiento podría acarrear la expulsión de la formación socialista.

Una expulsión en la que pocos creen dado el peso de algunos de los alcaldes implicados en la revuelta y que, a la postre, muchos enmarcan en un ambiente de pistoletazo precongresual dentro de las filas socialistas.