VALÈNCIA. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) avaló este lunes la propuesta del Consell para implantar el pasaporte covid en locales de ocio y hostelería con aforo de más de 50 personas, festivales de música, eventos y visitas en hospitales y residencias a partir del 3 de diciembre.
Así, esta nueva herramienta de contención -y de incentivo para la vacunación- frente al coronavirus, estará vigente antes del pistoletazo de salida a un puente que, así lo piensan fuentes del Gobierno valenciano, será determinante para analizar la evolución de la pandemia con la mirada puesta en las fiestas navideñas.
Y es que, tal y como reiteró el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, este lunes: "La pandemia sigue ahí". Una afirmación que corroboraron los datos servidos por la Conselleria de Sanidad unas horas después. Un total de 2.863 nuevos contagios registrados este fin de semana -casi a un millar diarios- evidencian que continúa la expansión del virus en lo que apunta a ser el comienzo de la que sería la quinta ola en la Comunitat Valenciana.
Al margen del aumento de los contagios, lo que más inquieta al Gobierno valenciano son los datos referidos a la presión hospitalaria. En este punto, las cifras también siguen en ascenso: de las 389 personas ingresadas el viernes, este lunes se pasaba a 453, con cinco pacientes más en la UCI, que alcanzaban los 75 y un total de cuatro fallecimientos.
Bien es cierto que estas cifras están muy alejadas de las más críticas acaecidas en la Comunitat Valenciana a finales de enero. Cuando se llegaron a registrar 10.000 contagios diarios, con 5.000 personas ingresadas por covid, casi 800 de ellas en la UCI. Unos datos que, días después, provocaron que durante varias jornadas se produjeran más de un centenar de muertes diarias.
No obstante, recordando los datos a las puertas del puente de diciembre del año pasado, la incidencia a 14 días en la Comunitat Valenciana se situaba en 232 casos por cada 100.000 habitantes, mientras este lunes ya estaba en los 209. Ahora bien, en ese momento, cuando todavía no había llegado la vacuna, las hospitalizados por covid eran el triple y los ingresados en la UCI el cuadruple. Dos semanas después, a las puertas de la Navidad, los indicadores ya comenzaron a ascender (309 de IA el 22 de diciembre) y los ingresos hospitalarios se elevaban a las 1.500 personas. La falta de contundencia del Consell en los días posteriores provocó la ola más dramática de la pandemia en la Comunitat Valenciana.
Con este escenario, y así lo afirman los expertos, las dos próximas semanas serán claves para ver si la vacuna o medidas como el pasaporte covid son armas suficientes para evitar una presión hospitalaria máxima. De no ser así, es probable que volvieran a entrar en juego las restricciones: aunque tal y como señalan, seguramente irían dirigidas a cuestiones de horarios y aforos sin llegar a situaciones de confinamiento.
Especial preocupación causa entre los expertos la nueva variante ómicron, procedente de Sudáfrica, y de la que todavía se desconoce su comportamiento ante las vacunas administradas, aunque sí se apunta a que pueda ser más contagiosa que las precedentes. El primer caso en España se detectó este mismo lunes en Madrid.
Unos argumentos que la Conselleria de Sanidad ha especificado en su informe al TSJCV de cara a la aprobación del pasaporte covid y que la sala ha tenido en cuenta. De hecho, el tribunal considera que se han aportado datos "objetivos" y "detallados" que justifican a implantación del pasaporte Covid en toda la Comunitat Valenciana a la vista del "crecimiento elevado, sostenido y generalizado de la curva epidémica, que el período de fiestas navideñas en ciernes va a traducirse
-indudablemente- en un potencial incremento del riesgo de transmisión, y (...) la situación en la que se encuentran países cercanos de nuestro entorno geográfico, así como la aparición de nuevas variantes del virus".
Además, la resolución señala que los datos científicos recogidos en el informe epidemiológico aportado por la Generalitat, avalan que el riesgo de infectarse "es menor entre vacunados que en no vacunados" y que, en caso de infección," la transmisión de la covid-19 es mucho menor" entre personas vacunadas.
Respecto al encaje económico, el tribunal entiende que la medida resulta igualmente "proporcionada" porque "apenas va a producir afectación a la actividad económica" e incluso "puede facilitarla", de forma que obtiene "un buen encaje de las dos piezas más importantes (salud y economía -por este orden-) de este insólito puzle que representa la actual pandemia".