Con veinte años a González ya le interesaban las finanzas pero por aquel entonces obtuvo más de arena que de cal. Se formó y ahora es incluso el autor del libro El código de Wall Street
VALÈNCIA.-Ricardo González Ramos (València, 1984) es un apasionado de los mercados financieros y con tan solo veinte años ya era un habitual de la inversión. Eso sí, para entonces reconoce haber vivido «más penas que glorias» por lo que decidió estudiar a fondo lo que no estaba haciendo del todo bien para desarrollar medidas que le permitieran «cortar esas pérdidas y mejorar las ganancias». Fue entonces cuando entendió que el ‘truco’ para ser bueno en los mercados está en encontrar un método estadísticamente rentable, que se adapte a la personalidad de cada uno, pues «la bolsa es un entorno matemático y hay que tener una metodología que sea matemáticamente rentable». «No hay que olvidar nunca que lo que hace ganar dinero en los mercados es el método de inversión», apunta este apasionado de la localidad de Xàbia, donde disfruta de barbacoas, jornadas de piscina y buenas conversaciones, mientras cursa un programa experto en asesoramiento bancario y financiero.
Los buenos resultados obtenidos en su juventud le abrieron las puertas para formar parte de la plantilla del bróker desde el que invertía, dando el paso de inversor particular a gestor profesional. La competencia no tardó mucho en fijarse en González y la sociedad de valores independiente GPM, que buscaba poner en marcha un fondo de inversión de renta variable internacional, le propuso en 2016 la idea de dirigirlo. Y aceptó.
El GPM International Capital, nombre de dicho fondo dirigido a inversores con un horizonte de inversión de un mínimo de cinco años, es un habitual en la zona alta de su categoría por las buenas rentabilidades obtenidas gracias a «la disciplina en el método de gestión». Según explica, lleva invirtiendo desde hace más de una década con este método «con resultados excelentes». «En el fondo no hago nada diferente a lo que he hecho durante toda mi carrera como inversor».
Su política pasa por invertir en los valores que mejor se están comportando dentro de los mercados y sectores con mejor conducta del mundo. «Esto aumenta nuestras probabilidades de éxito, ya que introducimos en cartera los valores que están haciendo ganar dinero a sus inversores». Asegura, además, que en el fondo solo tienen cabida empresas que sean capaces de sostener trayectorias alcistas. «No me caso con ningún valor», advierte.
Tener claro en todo momento lo que uno hace y por qué lo hace es una de las máximas de este gestor valenciano, que una vez al mes remite a sus partícipes una carta donde explica el porqué de sus decisiones, así como las perspectivas de los siguientes meses. «El inversor está mucho más tranquilo si tiene claro en todo momento lo que haces y por qué. Para mí es fundamental porque ayuda a mantener la calma en los malos momentos y sacar el máximo partido en los buenos». Otro aspecto clave para Ricardo González es que sus intereses estén claramente alineados con los de los partícipes. «En mi caso gran parte de mis ahorros están invertidos en GPM International Capital y periódicamente hago aportaciones nuevas con lo que he conseguido ahorrar durante el ejercicio».
Por otro lado, no duda en advertir lo que nunca debe hacer un gestor: obsesionarse con una posición. «Si algo no funciona hay que asumir el error y liquidarlo lo antes posible antes de que sea irreversible». Palabra de un gestor que recuerda que «de las malas operaciones siempre se aprende; nadie acierta el 100% de las veces en los mercados, por lo que hay que asumir estos errores de forma natural».
Para todos aquellos jóvenes que quieran ser gestores de fondos de inversión, González les recuerda que deben saber que «este cada vez más es un entorno matemático. En Estados Unidos, que siempre van unos años por delante de nosotros en este tipo de aspectos, las gestoras cada vez demandan más físicos, matemáticos e ingenieros informáticos porque son idóneos para el entorno financiero que viene». Y no le falta razón.
VALÈNCIA.- González es el autor del libro El código de Wall Street, donde enseña paso a paso cómo sacar provecho de los movimientos bursátiles de forma lógica y racional, manteniendo siempre los riesgos controlados. «Es el libro que me hubiese gustado leer al principio de mi carrera como inversor bursátil». En él enseña un método de inversión con unas pautas claras, lógicas y rentables porque «al final lo que diferencia a un inversor ganador de uno perdedor es que el primero tiene un método». El autor tiene claro que para ganar dinero en bolsa no es necesario pasarse el día delante de la pantalla y sí «controlar el riesgo».