Tomarse una cerveza fría en buena compañía es uno de los pequeños placeres que disfrutamos en la actualidad. Un momento de risas compartidas, de brindis por los fracasos —o triunfos— y de ponerse al día que, a veces, es la mejor medicina para la vida.
Un consumo que en España siempre ha estado ligado al estilo de vida mediterráneo —en compañía y con otros alimentos— y que en los últimos tiempos ha sufrido variaciones importantes, especialmente desde la crisis del coronavirus. Cambios que han llevado a consumir más cerveza en el hogar y a que la industria cervecera deba transformarse para reactivar de nuevo el sector, especialmente en el ámbito de la hostelería.
Precisamente, durante las restricciones debidas a la pandemia de la covid-19, en 2020, el consumo global de cerveza en España cayó más de un 12%, situándose a niveles de la crisis del 2007-2014 (36 millones de hectolitros). Desde entonces, la situación se ha ido revertiendo poco a poco, pero su tendencia al alza se ha visto frenada por la coyuntura económica y política, marcada por la guerra de Ucrania. Tampoco se han recuperado las cuotas de consumo de cerveza en la hostelería, que todavía se sitúa diez puntos por debajo que en 2019, cuando era del 70%, según datos de la Asociación de Cerveceros de España.
Un hecho que Daniel Vara, CEO de Tyris, no atribuye al receso de la cerveza como bebida de referencia sino a la desconexión de la sociedad con la hostelería debido a la pandemia y a la escasa recuperación del sector durante los posteriores años: “Durante la pandemia el consumo se trasladó al hogar, lo que hizo que muchos locales cerraran y, luego, se han producido una serie de circunstancias —como la guerra de Ucrania y la inflación— que no han ayudado a la recuperación del sector”.
Atendiendo a los datos, la cerveza permanece como la bebida más popular y transversal: el 83% de los españoles mayores de edad admiten consumirla de manera ocasional o habitual y el consumo per cápita se situó en 58 litros anuales, lo que sitúa a España por debajo de otros de la Unión Europea, respondiendo al estilo de consumo mediterráneo. “Estos datos demuestran que la cerveza es la bebida más social que nos vincula en nuestro tiempo libre con la hostelería”, comenta Daniel Vara. Además, según datos de la asociación, la cerveza ha seguido siendo la bebida fría más consumida en hostelería, donde el 94% del consumo se da en un contexto social; es decir, acompañado por amigos, familia, pareja o compañeros de trabajo. Una manera de consumir cerveza, con amigos y alimentos, que también adoptan los turistas, quienes además apuestan por una cerveza local. “El mensaje que estamos dando a los turistas es que hay que tener un consumo moderado y en la hostelería”, defiende Daniel Vara.
Sin embargo, no hay que olvidar que un 40% de la cerveza se consume en hogares, cifra todavía bastante elevada. Una tendencia que se debe a esa desconexión con la hostelería generada por la pandemia, pero también por el alza de los precios. “El sector cervecero se ha visto obligado a subir los precios porque, como productores, nuestros márgenes se han visto reducidos y, con esto, no quiero decir que se hayan recuperado los beneficios”, comenta el CEO de Tyris, conocedor de la situación que atraviesan las cerveceras. Precios que en el caso de los supermercados se ven y en los locales no, lo que anima al consumidor a “adquirir la cerveza en el el supermercado”.
Un incremento de los costes que ha puesto en una situación delicada al sector de la cerveza artesanal en España. De hecho, según una encuesta de la Asociación Española de Cerveceros Artesanos Independientes (AECAI), el 57,7% de sus asociados aseguran que la actual situación de incremento de costes afecta a su viabilidad empresarial y el 38,5% afirma que esta afectación es realmente grave para ellos. Y es que, no hay que olvidar que este tipo de productores nacen con menos recursos económicos y haciendo un producto dirigido a un segmento de la población concreto. “Se están vendiendo más litros de cerveza, pero los actores que fabrican cerveza artesanal cada vez son menos porque al ser empresas pequeñas y con poca financiación no han podido superar esta crisis”, sostiene Daniel Vara. De hecho, según según el Observatorio Sectorial DBK de INFORMA, en abril de 2022 el número de cerveceras artesanales registradas disminuyó hasta las 489, frente a las más de 520 registradas en 2019.
En ese segmento, quien tiene más probabilidades de seguir creciendo es el sector Premium, donde la cerveza artesana —y valenciana—Tyris se ha abierto paso. “Tyris está consolidada en ese sector premium y es el camino que quiere recorrer en los próximos años”, comenta Vara. Lo hace recordando que la calidad de la cerveza está certificada por normas internacionales como la IFS (International Foods Standard) en su nivel Global Markets, una certificación que otorga la empresa certificadora OCA Global. Un sector en el que la calidad debe estar por encima de todo: "Tyris elabora todo desde el punto de vista premium, apostando por la calidad y por una diferenciación en el producto y el servicio”, sostiene Vara. Un camino que desde 2014 realiza de la mano de Grupo Zriser, holding de los hermanos Pablo y Ana Serratosa, que entró a formar parte del proyecto.
Una diferenciación que se basa en el producto y en la propia idiosincrasia de la empresa. Y es que, Cerveza Tyris es la cervecera más importante, independiente y con capital valenciano de toda la Comunitat Valenciana. “Somos una cerveza local, con catorce años de historia y nuestras ventas se concentran en más de un 90% en la ciudad de València, aunque también tiene presencia en el área metropolitana”, sostiene Vara remarcando que la apuesta por productos de la Comunitat Valenciana por parte de la hostelería marcan la diferencia.
Una presencia que se debe también a la calidad de sus cervezas, de las que cuenta con cinco referencias fijas y otras estacionales, llegando a las catorce. Una calidad que la diferencia del resto de productores más industriales: “Las grandes empresas están en todo el país mientras que cervezas como Tyris no las vas a encontrar en cualquier sitio, así que hay que apoyar a la cervecera local, que es la que genera puestos de trabajo locales”. Una predilección por lo local que muestran los turistas, que prefieren tomar una cerveza valenciana, una tendencia que también se da en otros sectores.“Muchas veces sentimos más el cariño de los extranjeros que el de los locales pues valoran mucho más la cerveza que se produce en la ciudad”, señala Vara.
De este modo, Cerveza Tyris está presente en más de trescientos locales, presencia que se debe a esa diferenciación que aportan con respecto a otras marcas. Primero en el trato que dan pues “somos una empresa cercana en la que el hostelero confía en nosotros por nuestro buen hacer” y segundo por esa cercanía que dan de su producto: “Las puertas de nuestra fábrica están abiertas para todo aquel que quiera venir, hacemos catas, explicamos cómo la producimos… y nuestro mensaje es mucho más cercano, porque todo lo hacemos aquí”. Y ese ese valor añadido les permite formar parte del 0,5% de la cuota de mercado de la cerveza, aunque su objetivo es llegar al 1%. En cuanto a las previsiones de este año, la empresa contempla cerrar el año rondando los dos millones de euros de facturación consolidada.