VALÈNCIA. (EP). El Rey Felipe VI ha pedido este jueves que las negociaciones para el Brexit sirvan para reducir al mínimo la incertidumbre que éste supone para las empresas, en particular para las pequeñas y medianas, y que el marco futuro minimice los obstáculos al comercio y la actividad económica.
En un foro empresarial hispano británico en el segundo día de su visita de Estado a Reino Unido, Felipe VI ha hecho hincapié en que la relación económica entre los dos países tiene aún mucho potencial, pero que no se puede negar que el nuevo escenario, originado por la decisión británica de dejar la UE, "ha creado dudas e incertidumbre" para las empresas españolas.
"Debemos asegurar que las actuales negociaciones reducen esta incertidumbre al mínimo. Es extremadamente importante que el futuro marco de nuestras relaciones establezca las condiciones para una relación económica y comercial estrecha intentando minimizar futuros obstáculos y barreras", ha dicho, en un discurso pronunciado en inglés y español.
El principal objetivo de este viaje de Estado es dejar claro el interés español en seguir manteniendo estrechas relaciones con Reino Unido tras el Brexit, incluyendo el deseo de las empresas españolas de seguir haciendo negocios en Reino Unido.
El Rey ha recordado que Reino Unido ha atraído en las últimas décadas el interés de las empresas españolas "gracias a la facilidad de implantación de las empresas extranjeras, la seguridad jurídica que ofrece al inversor y el alto grado de liberalización" de la economía.
Así, también ha defendido el libre comercio: "La vitalidad de nuestro comercio e inversión demuestra que nuestras dos naciones tomaron la decisión correcta comprometiéndose a abrir nuestras economías, ha afirmado, destacando que Reino Unido ha sido precisamente un "campeón de la apertura económica" y un "pionero en la introducción de un amplio programa de liberalización económica", algo que también ha hecho España en las últimas décadas.
"Este compromiso común por el libre comercio e inversión debe continuar", ha remachado. Para el jefe de Estado, la economía británica es un ejemplo "de las ventajas de una economía competitiva abierta al comercio exterior" y el "dinamismo" de su tejido productivo ha permitido al país "prosperar en su recuperación".
Además, ha señalado que tanto España como Reino Unido han "aplicado reformas para afrontar la crisis" económica de los últimos años, "la más severa de la historia reciente", de manera que se puede afirmar "con orgullo" que España es hoy la economía que más crece entre los países grandes de la UE, con un crecimiento del PIB del 3,2 por ciento en 2016 por segundo año consecutivo y que se mantiene "en una tasa vigorosa" en el primer semestre de 2016.
Ante doscientos empresarios españoles y británicos reunidos en la sede de la alcaldía de la City, el centro financiero de Londres, Don Felipe se ha mostrado convencido de que la "confianza mutua" construida entre los tejidos empresariales de los dos países "se mantendrá también en este momento" en el que la relación afronta "importantes desafíos".
Como prueba de esa intensa relación, ha destacado las altas cifras de comercio e inversión entre los dos países: 30.000 millones de comercio bilateral y 82.000 millones de inversión española en Reino Unido en 2015. Con los datos de ese año, Reino Unido fue el segundo inversor en España y representa un 12 por ciento del total de inversiones, mientras que en 2016 España fue el país que más invirtió en Reino Unido.
Según ha dicho, esas inversiones británicas en España generaron unos 110.000 empleos. Las cifras, ha remarcado, "muestran que el mercado español representa un entorno propicio y adecuado para que las empresas británicas puedan hacer negocios" y ha destacado como "fortalezas" españolas la calidad de las infraestructuras, un "capital humano de alta calidad" y las "importantes inversiones en innovación en sectores tradicionales y en sectores intensivos en tecnología puntera".
"Los empresarios, que lideráis el camino creando riqueza y empleos, sois los más genuinamente conscientes de los beneficios de emprender, de la cooperación y los mercados abiertos a la hora de hacer negocio. Os animo a seguir adelante", ha finalizado, destacando además los valores comunes entre los dos países, "democracia y libertad".
En el encuentro han participado 200 representantes de empresas de ambos países, así como el presidente de la CEOE, Juan Rosell; el de Cepyme, Antonio Garamendi; y el de la Cámara de Comercio, José Luis Bonet. El Rey ha llegado acompañado por el Duque de York (el Príncipe Andrés).
Por su parte, el secretario de Comercio Internacional británico, Liam Fox, también ha apostado por mantener los vínculos empresariales ahora que "Reino Unido está abriendo un nuevo capítulo en su historia".
El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación español, Alfonso Dastis, ha llamado no solo a mantener, sino a enriquecer y mejorar todo lo construido entre los dos países, y ha señalado que en estos momentos hay una obligación "de convertir los retos en oportunidades".
Dastis ha expresado su respeto por la decisión de Reino Unido de salir de la UE y ha dejado claro que "España quiere un Reino Unido que siga unido al resto de Europa", porque es un país "indispensable para la economía global y europea". "No albergo ninguna duda de que esa relación tan próxima va a continuar, es uno de los objetivos de este foro", ha añadido.
En concreto, ha animado a los empresarios que hoy trabajarán en este foro a encontrar nuevas oportunidades -ha destacado que la española es una de las economías más abiertas--, incluidas oportunidades de cooperación en terceros países, como en Latinoamérica, donde están presentes los bancos españoles, o en Estados Unidos y Asia, donde son fuertes las empresas británicas.
"Los lazos comerciales nunca ha sido tan fuertes pero creo que hay espacio para seguir mejorando", ha destacado, por su parte, la secretaria de Estado de Comercio, María Luisa Poncela, que ha defendido que "la economía española ha superado la crisis económica más larga y profunda de los últimos años" y que las reformas aplicadas por el Gobierno, "algunas dolorosas", han surtido efecto.
Con el Brexit, ha dicho, "las relaciones no serán iguales" pero el objetivo español será seguir manteniendo una relación estrecha además de "evitar cualquier daño innecesario" a los flujos de comercio e inversión. Así, ha asegurado que España contribuirá positivamente a las negociaciones de salida para llegar a este objetivo" y, además, seguirá abierta a las relaciones en Reino Unido.
Por su parte, la secretaria de Estado de Comercio, María Luisa Poncela, destacó que el comercio exterior español ha contribuido de manera significativa a la salida de la crisis y ha ampliado su peso en el PIB de forma significativa: desde el 25% antes de la crisis al 33%, lo que convierte a España en la segunda economía más abierta entre las grandes de la UE. Además, el crecimiento de las exportaciones de bienes y servicios españoles se sitúa por encima del aumento del comercio mundial, lo cual indica que España está ganando competitividad, según dijo.