VALÈNCIA. (EP) El Rey Felipe VI ha presidido este martes en el Congreso el acto por el cuadragésimo aniversario del fracaso de la intentona golpista del 23 de febrero de 1981, una ceremonia en la que Unidas Podemos no ha aplaudido ni su discurso ni el de la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, y a la que no han asistido ni las fuerzas independentistas ni las nacionalistas.
El Jefe del Estado ha llegado minutos antes de la una del mediodía a la Carrera de San Jerónimo, donde, además de Batet, le esperaban el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la presidenta del Senado, Pilar Llop; los presidentes del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; y de presidente del Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Lesmes.
A su llegada, diversos ciudadanos que se han arremolinado frente al Palacio del Congreso han gritado 'vivas' al Rey y a España, que Felipe VI ha respondido agradecido con varios saludos antes y después de posar junto a los representantes de las altas instituciones del Estado para los informadores gráficos.
Como suele ser habitual cuando acude al Congreso, el monarca accedió a su interior por la conocida como Puerta de los Leones y se ha dirigido al Escritorio del Reloj para saludar, uno a uno y con la mano en el pecho, a todos los invitados.
Entre ellos se encontraban los ponentes de la Constitución Miquel Roca y Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón, los cuatro vicepresidentes del Gobierno, el presidente del PP, Pablo Casado, en su calidad de líder de la oposición, miembros de las Mesas del Congreso y del Senado y los portavoces de los distintos grupos parlamentarios.
Todos menos los representantes de Esquerra Republicana (ERC), Junts, PNV, Bildu, PDeCAT, el Bloque Nacionalista Galego (BNG) y la CUP, que ya habían confirmado que no pensaban acudir a esta ceremonia. Horas antes, todos ellos, menos el PNV, escenifican su 'plante' al Rey con la lectura de un manifiesto en el que justificaban su ausencia en que su objetivo es acabar con "el régimen del 78".
Tras los saludos de rigor, algunos más fríos en el caso de los miembros de Unidas Podemos, la presidenta del Congreso ha abierto el acto, ya desde el Salón de Pasos Perdidos, con un discurso en el que ha alertado contra el populismo y la polarización y ha aprovechado para llamar a la unidad ante las amenazas de ruptura constitucional.
A renglón seguido ha tomado la palabra el Jefe del Estado en una alocución en la que ha ensalzado la firmeza de su padre, el Rey Juan Carlos I en el 23F, y también advertido sobre la necesidad de proteger y preservar la democracia.
Ambos discursos han cosechado los aplausos de todos los asistentes menos los representantes de Unidas Podemos, con el vicepresidente segundo del Gobierno a la cabeza, Pablo Iglesias, que han declinado respaldar con este gesto las palabras de uno y otro. Lo propio hicieron con Felipe VI cuando el pasado 2 de febrero acudió al Congreso para participar en la Apertura Solemne de las Cortes Generales de la presente legislatura.
Tras la finalización del acto, se ha visto al Rey charlando, con la correspondiente distancia de seguridad, con el presidente del Gobierno y con los que, junto a él, se encontraban en las primeras filas del salón donde ha tenido lugar la conmemoración de esta efémeride.
Sin embargo, la señal institucional se ha cortado y no se ha podido ver otras interactuaciones, sobre todo entre el jefe del Ejecutivo y el presidente del PP, que han coincidido en esta ceremonia en plena negociación para renovar el Consejo de General del Poder Judicial (CGPJ) y otros organismos institucionales como el Defensor del Pueblo, el Tribunal Constitucional o RTVE.
Posteriormente, sí se han distribuido unas imágenes del Rey hablando en el hemiciclo, escenario de la intentona golpista de 1981, con el presidente del Gobierno y el líder del PP, las presidentas del Congreso y del Senados, los presidentes del TC y del Tribunal Supremo, así como con los dos padres de la Constitución antes mencionados.
Este martes se cumplen 40 años de ese episodio protagonizado por el entonces coronel Antonio Tejero, que irrumpió con un nutrido grupo de guardias civiles en el hemiciclo del Congreso mientras se votaba la investidura de Leopoldo Calvo Sotelo.
En el fracaso del 23F tuvo mucho que ver el entonces Jefe del Estado, Juan Carlos I, que se encuentra residiendo desde agosto en Abu Dabi (Emiratos Árabes) y de quien su hijo hoy no ha dudado en poner en valor el papel que jugó.
El Rey Felipe VI ha ensalzado la "firmeza" con la que su padre, Juan Carlos I, respondió a la intentona golpista del 23F y ha hecho una rotunda defensa de la necesidad de proteger y preservar la democracia porque "es un bien delicado".
En su discurso durante el acto por el 40 aniversario del fracaso de la intentona golpista celebrado en el Congreso, Don Felipe ha subrayado que España "vivió un ataque de extraordinaria gravedad contra su sistema democrático de derechos y libertades".
"Millones de españoles tienen grabada aquella noche en la memoria", ha subrayado el Rey, "sobre todo el recuerdo de cómo, desde la angustia y la preocupación sobre lo que podía suceder, sintieron la tranquilidad de ver cómo la libertad y el orden constitucional prevalecían".
"El Congreso de los Diputados permaneció temporalmente cautivo por la actuación de fuerzas contrarias al camino de libertad y progreso emprendido por los españoles con una gran ilusión y esperanza en el futuro", ha recordado, pero "el rechazo institucional y ciudadano a la ruptura de nuestro marco de convivencia fue decisivo para detener y vencer aquel golpe de Estado".
En este sentido, Don Felipe ha tenido palabras de recuerdo para los diputados y los miembros del Gobierno de entonces, y en particular para su presidente, Adolfo Suárez, por quien ha expresado su "gran admiración y gratitud", y en general para quienes esa noche, tanto civiles como militares, dieron "un ejemplo de coraje y de lealtad a las instituciones del Estado y a nuestra Constitución".
También se ha referido al papel ejercido por Juan Carlos I "ante aquella inaceptable fractura del legítimo y legal orden democrático", quien "asumió como jefe del Estado su responsabilidad y su compromiso con la Constitución", y ha puesto en valor que "su firmeza y autoridad fueron determinantes para la defensa y el triunfo de la democracia".
El Rey ha recordado en este sentido su mensaje televisado en la madrugada del 24 de febrero en el que Juan Carlos I ordenó que se tomaran "todas las medidas necesarias para mantener el orden constitucional dentro de la legalidad vigente" y que "ya forma parte de nuestra memoria colectiva".
Esta es la primera ocasión en la que se celebra un acto conmemorativo del fracaso del golpe de Estado del 23F y no está presente Don Juan Carlos. El Rey emérito se encuentra residiendo desde el pasado mes de agosto en Emiratos Árabes Unidos y no ha sido invitado expresamente a esta celebración.
Tras incidir en que "el respeto al Estado social y democrático de Derecho en el que España se constituye desde 1978 y que hemos construido durante más de cuatro décadas, paso a paso y hombro con hombro", es fundamental para la convivencia y el progreso en España, Don Felipe ha defendido que tanto ciudadanos como instituciones deben sentirse "comprometidos y obligados a defender, proteger y preservar nuestra convivencia en democracia y libertad".
Hay que defender la democracia, ha dicho Felipe VI, "porque sabemos lo difícil que fue alcanzarla y que siempre hay riesgos que la pueden amenazar" y se la debe proteger porque "es un bien delicado que precisa del mayor cuidado y de un respeto y dedicación permanente por parte de todos" y porque su erosión pone en peligro "los derechos y libertades de los ciudadanos".
También es necesario preservarla, ha sostenido el Rey, ya que "constituye una premisa irrenunciable para el pleno desarrollo de nuestro país y para el progreso, el bienestar y la prosperidad de nuestros ciudadanos".
Por otra parte, Don Felipe ha aprovechado para poner en valor la Constitución que significa, ha sostenido, "el reencuentro y el entendimiento entre los españoles, su unidad en los valores democráticos y en nuestros derechos y libertades, y su confianza en una España en la que caben y se reconocen todos los ciudadanos".
"Hoy como Rey, símbolo de la unidad y permanencia del Estado, mi compromiso con la Constitución es más fuerte y firme que nunca", ha recalcado, expresando igualmente "la voluntad de la Corona de ser una institución que incluya, integre y cohesione a todos los españoles".
Felipe VI ha advertido que los hombres y mujeres de su generación, que han "vivido y disfrutado de la libertad en una democracia consolidada en sus instituciones", tienen la "responsabilidad y la obligación moral de continuar nuestro proyecto común de fortalecer, acrecentar y enriquecer ese camino de libertad y democracia".
Este 40 aniversario, ha añadido, "es una ocasión muy oportuna para reconocer y ensalzar la plena vigencia y fortaleza de sus valores y principios, y para reafirmar y renovar el compromiso de todas las instituciones del Estado con nuestro sistema democrático de derechos y libertades".
"Se lo debemos a quienes lo defendieron entonces; se lo debemos a las nuevas generaciones en cuyas manos estará el futuro de España; se lo debemos, en definitiva, al pueblo español que, días después de aquella noche que hoy recordamos, manifestó de manera ejemplar su defensa de la libertad, la democracia y la Constitución", ha zanjado.
En el acto, que ha tenido lugar en el Salón de Pasos Perdidos, han estado presentes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la presidenta del Congreso, Meritxell Batet; la presidenta del Senado, Pilar Llop; el presidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas; y el presidente del Tribunal Supremo y el Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes.
Asimismo, han asistido los cuatro vicepresidentes del Gobierno, al igual que el líder del PP, Pablo Casado. También han estado invitados los dos únicos 'padres' de la Constitución que aún viven, Miguel Herrero y Rodríguez de Miñón y Miquel Roca i Junyent.
Don Felipe ha sido recibido a su llegada por Sánchez, así como los titulares de Congreso, Senado, Constitucional y Supremo, y en medio de gritos de "viva el Rey" y "viva España" de los ciudadanos congregados frente a la Puerta de los Leones, por la que ha accedido a la sede del Congreso.