VALENCIA. El SanSan Festival anunció en la noche del jueves su marcha de Gandia. Aunque el festival aludió a "circunstancias administrativas que no tienen nada que ver con la voluntad política", lo cierto es que el viernes la alcaldesa de Gandia, Diana Morant, y la vicealcaldesa, Lorena Milvaques, apuntaron que el festival reclamaba 150.000 euros para llevar a cabo de nuevo la edición de 2016.
Es más, la mercantil que gestiona el festival exige el pago de hasta 300.000 euros al que se comprometió el consistorio para sus dos primeras ediciones, con el que se contó para calibrar y poner en marcha la estructura del festival y que por el momento el Ayuntamiento no ha abonado.
La situación de bloque, no obstante, parece haber acontecido después de que, tras la consulta del Ayuntamiento de Gandia sobre la posibilidad para obtener licencia para la celebración del SanSan, la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente dio la negativa al estar en un espacio de Declaración de Interés Comunitario (DIC).
Este condicionante fue salvado en las dos primeras ediciones del festival, tal y como informaron fuentes de la organización, con un informe otorgado por el consistorio en el primer caso y otro del Organismo Colaborador de la Administración (OCA) en el otro, y siempre con la supervisión y autorización de la Generalitat y la Policía Autonómica.
Con estas dos barreras, la de la aportación económica comprometida y no resuelta y la presente a la que se negaba el Ayuntamiento ("no podemos pagar un festival mientras pedimos a la ciudadanía esfuerzos económicos", decía la alcaldesa) y la de la falta de intervención por parte del Ayuntamiento -apuntan desde el festival- para solventar la situación de espacio DIC, el SanSan ha decidido tomar la decisión de desvincularse de Gandia. Una decisión que, en la propia organización del evento, "ha pesado" ya que "las condiciones del resort Wonderwall son idílicas y nuestra intención era la de permanecer en la ciudad y potenciar este turismo".
Lo cierto es que ya en la última edición algunos responsables de cultura de otros ayuntamientos, según ha informado el festival a ValenciaPlaza.com, se acercaron hasta el evento interesados por su organización y su proyecto. Aunque el SanSan no tenía previsto cambiar de espacio, ahora que ya se ha tomado la decisión, el festival tiene 'algunas novias' con propuestas en firme que darían entidad al que será el festival de 2016. Porque, tal y como ha confirmado el festival a este diario, "habrá edición el próximo año, ya que hay grupos con los que nos hemos comprometido".
La intención del festival es la de anunciar el nuevo emplazamiento, como tarde, a lo largo del próximo mes de noviembre. "Será o un poco más al norte o un poco más al sur", apuntan, y aquí dos ciudades podrían estar entre el grupo de candidatas por tener experiencia en la celebración de festivales multitudinarios y una oferta hotelera tan amplia o superior a la de Gandia: Cullera y Benidorm.
Aun así, hay otras posibilidades abiertas y en este momento la organización está deliberando "cuál de las opciones es la más adecuada a todos los niveles". El festival de música indie, pop y electrónica ofrece una cifra acumulada en días superior a las 20.000 personas, además de una fecha diferenciada en el abarrotado calendario de festivales, situada en los días de festividad de Semana Santa.
Aunque la propia alcaldesa de Gandia aseguró sentirse "personalmente apenada", el festival ha querido reconocer a este diario la implicación de hosteleros y comerciantes de la ciudad con el festival: "les habíamos dejado que gestionaran en gran medida y sabemos que la marcha no les hará precisamente gracia". En este sentido, el Partido Popular del Ayuntamiento de Gandia, el mismo que se comprometió a los pagos todavía no liberados y que mantenía la alcaldía hasta el pasado mes de junio, ha manifestado su "disgusto" que "prácticamente iniciaba la temporada turística", un sector que es el motor económico de la ciudad por excelencia.
