VALÈNCIA. Los dilemas que acumula la Conselleria de Hacienda, Economía y Administración Pública no cesan. A la quimera de cómo cuadrar el Presupuesto de 2024 sin recurrir a la partida ficticia de 1.336 millones de la que echó mano el Gobierno del Botànic sin que ello implique aplicar recortes en las que serán las primeras cuentas del Ejecutivo de PP y Vox, se suma un 'marrón' más: utilizar (o no) para su elaboración la plataforma financiera de la Generalitat que costó 20 millones de euros y a la que todavía no se le ha dado uso.
La historia viene de lejos. El llamado programa Nefis (New Economical Financial Information System) fue anunciado por el exconseller de Hacienda Vicent Soler en numerosas ocasiones como aquel que venía a solventar el atraso digital que padecía la administración. A través de él se iba a gestionar el sistema económico y financiero del Gobierno valenciano y sus organismos autónomos. Y se preveía incluir, por ejemplo, las aplicaciones para la gestión de cuestiones de tanta importancia como las nóminas de la Generalitat, los contratos públicos, las subvenciones o los impuestos.
Adjudicado en 2019 al grupo Inetum –que adquirió Informática El Corte Inglés–, el contrato fue de 16,5 millones de euros con IVA por un periodo de tres años. Finalizaba en diciembre de 2022 y estaba cofinanciado por la Unión Europea a través de los Fondos Feder. Debido a los retrasos para su puesta en marcha, el Consell tuvo que modificarlo. En junio de 2021, el plazo de ejecución se amplió a diciembre de 2023, con el consiguiente incremento del coste (en un 25%), que pasó a los 20,7 millones de euros (sin IVA).
La justificación de entonces fue por la necesidad de que el programa se pusiera en marcha al comienzo del ejercicio presupuestario de este año. Cosa que no ocurrió. El Botànic volvió a descartar la implementación del proyecto estrella de modernización para las cuentas de 2023. La razón fue evitar problemas de ejecución en pleno año electoral.
Con todo, en la orden de presupuestos del año pasado -aquella que supone el inicio del proceso de su confección de las cuentas y que se publica en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV)- figuró que estos se confeccionarían con Nepal, el programa anterior que la Administración ha utilizado estos últimos años. Si embargo, las de este año deberían confeccionarse ya con Nefis y, de hecho, en marzo ya se realizaron pruebas en las diferentes consellerias para cotejar que el programa estaba listo para utilizarse. En unos departamentos dio mayores problemas que en otros, y el malestar y preocupación entre los funcionarios quedó manifiesto.
Con este telón de fondo, en Hacienda deshojan desde la semana pasada la margarita para decidir si ponerlo en marcha ya, o no. Y aquí las posiciones no son, ni mucho menos, homogéneas. Fuentes de la citada cartera explican que el programa debe ponerse en marcha sí o sí porque supuso una importante inversión que debe ser amortizada. La cuestión es cuándo: si ya de entrada en los primeros presupuestos del nuevo Consell PP-Vox o en los siguientes. Esto último supondría arrastrar un año más la aplicación. Y ya van cuatro.
La Dirección General de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (DGTIC), que no ha cambiado de gestor a pesar del cambio de gobierno puesto que el ejecutivo de Carlos Mazón quiso dar continuidad a José Manuel García Duarte al frente de este departamento, siempre ha defendido que la plataforma estaba lista para emplearse sin problemas. En la misma línea parece ir la Intervención General.
Ahora bien, también existe temor a ponerla en marcha y que las cosas se tuerzan en cualquier momento. Más aún con la experiencia que ha vivido Educación recientemente con la adjudicación de plazas a docentes, cuyos problemas la conselleria que dirige José Antonio Rovira ha achacado al programa informático y a que no se había testado lo suficiente como para determinar que era válida su aplicación. Partiendo de la base de que estos se presentan como unos presupuestos complicados, en Hacienda no quieren añadir más dilemas a los que ya tienen encima de la mesa. Imprevistos los justos.
En este sentido, ya ha habido advertencias de los funcionarios de que la transición no resulta tan sencilla, según ha venido publicando este periódico y admiten fuentes de la Generalitat. Hace varios meses, después de Fallas y a modo de prueba entre Nepal y Nefis, se metieron las actuales cuentas en el segundo para comprobar que todo funcionaba de forma correcta. Lo cual, de acuerdo con las mismas fuentes, dio numerosos errores y problemas en la gestión operativa en algunas consellerias, mientras en otras pudo llevarse a cabo aunque no sin ciertos contratiempos. De ahí la inquietud sobre cómo puede afectar a la elaboración y ejecución de los presupuestos de 2024. A lo largo de este año y el pasado, los funcionarios han estado recibiendo la formación necesaria para realizar la transición, aunque algunos de ellos creen que ha sido insuficiente.