VALÈNCIA. La implementación de la plataforma para la gestión financiera de la Generalitat ya genera malestar y preocupación entre los funcionarios por los problemas que puede generar de cara a la elaboración de los presupuestos de la Generalitat de 2024, según ha podido saber Valencia Plaza.
El proyecto estrella de modernización de la administración que venía a solventar el atraso digital fue anunciado por el Botànic en 2017 y la adjudicación del contrato se realizó en 2019 por importe de 16,5 millones de euros con IVA por un periodo de tres años. La idea era que se usara para la elaboración y ejecución de los presupuestos, pero nunca se llegó a poner en marcha. Debido a los retrasos, el Consell tuvo que ampliar el plazo de ejecución a diciembre de 2023, con el consiguiente incremento del coste (en un 25%), que pasó a los 20,7 millones de euros (sin IVA).
A través de la plataforma, llamada Nefis, se iba a gestionar el sistema económico y financiero del Gobierno valenciano y sus organismos autónomos. Y se preveía incluir, por ejemplo, las aplicaciones para la gestión de cuestiones de tanta importancia como las nóminas de la Generalitat, los contratos públicos, las subvenciones o los impuestos.
Parecía que el año pasado iba a ser el definitivo en su implantación para las cuentas de 2023. Pero tampoco. El PSPV, Compromís y Unides Podem supieron posponerlo todo de nuevo y ahora el lío lo hereda el PP, que en cuestión de días formará Consell junto a Vox.
La justificación de entonces fue por la necesidad de que el programa se pusiera en marcha al comienzo del ejercicio presupuestario de este año. Cosa que no ocurrió. El tripartito volvió a descartar la implementación del proyecto estrella de modernización para las cuentas de 2023. La razón fue evitar problemas de ejecución en pleno año electoral.
Fuentes del Consell apuntaron a las reticencias de los funcionarios debido a la escasa formación que habían recibido al respecto y, a su vez, a que departamentos como Sanidad, con un alto volumen de presupuesto y con servicios informáticos propios, no eran del todo partidarios.
Ahora, desde el Ejecutivo autonómico indican que no tendría por qué haber más problemas, a pesar de que a día de hoy todavía parte de la plantilla continúa formándose. De hecho, ya ha habido advertencias de los funcionarios de que la transición no resulta tan sencilla, según admiten fuentes de la Generalitat.
Hace unos meses, después de Fallas y a modo de prueba entre el programa actual (Nepal) y el nuevo (Nefis), se metieron las actuales cuentas en el segundo para comprobar que todo funcionaba de forma correcta. Lo cual, de acuerdo con las mismas fuentes, dio numerosos errores y problemas en la gestión operativa en algunas consellerias, mientras en otras pudo llevarse a cabo aunque no sin ciertos contratiempos. De ahí la inquietud sobre cómo puede afectar a la elaboración y ejecución de los presupuestos de 2024.
Cuestiones como esas se unen además a la menor flexibilidad para la modificación de partidas o a los riesgos en el abono de nóminas. Pero también a otro tipo de hándicap: los tiempos con los que se juega de cara a las cuentas del próximo ejercicio. Al tratarse de año de nuevo Consell, la orden de presupuestos debería publicarse como tarde después de las vacaciones de verano. De no haberse celebrado las elecciones autonómicas, se habría publicado el pasado mes de junio. El plazo para elaborar los presupuestos, por tanto, es este año más estrecho y fuentes funcionariales explican que tener que hacer las cuentas con un nuevo programa que ha dado problemas y con menos tiempo del habitual es arriesgado. Se corre el peligro, añaden, de no lograr cerrarlos en tiempo y forma.
A lo largo de este año y el pasado, los funcionarios han estado recibiendo la formación necesaria para realizar la transición, aunque algunos de ellos creen que ha sido insuficiente.
Ahora, una de las primeras decisiones del PP en la elaboración de las cuentas será qué hace con la plataforma. La orden de presupuestos se tiene que publicar en el Diari Oficial de la Generalitat Valenciana (DOGV) con la manera de registrar las cuentas. Ahí tendrá que reflejarse, por tanto, si es con Nefis o no, además del límite de gasto que fije el Consell entrante.
Igualmente, a final de año el nuevo Consell deberá abordar la prórroga del contrato una vez más y el mantenimiento de la plataforma, ya que también se encuentra en periodo de descuento. Todo tendría coste adicional a los 20 millones ya gastados.
El Ejecutivo autonómico llega a un acuerdo con el central por el artículo que todavía permitía los contratos por obra y servicio, que chocaba con la reforma laboral