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El Sindicato Médico denuncia un posible fraude en las puntuaciones de la oposición de Urología

30/05/2018 - 

VALÈNCIA. El Sindicato Médico denuncia que las puntuaciones de la oposición de Urología plantean sospechas de fraude por lo que reclama a la Conselleria de Sanidad que investigue el caso hasta las últimas consecuencias incluyendo el recurso a la Fiscalía.

“Confiamos en acabar con la triste cultura del enchufe que hemos padecido durante muchos años y que se resiste a desaparecer en la práctica a pesar de las modificaciones implementadas en el modelo de concurso-oposición”, han señalado desde CESMCV-SAE.

Además, la organización sindical cuestiona la eficacia de los exámenes propuestos por los tribunales en algunas especialidades, “pues de ellos podría derivarse el absurdo de que los especialistas que ejercen en nuestro sistema sanitario público no se encuentran preparados para ello”.

La relación provisional de aprobados para una de las plazas de turno libre convocadas en el concurso-oposición de Urología convocado el 29 de diciembre de 2016 evidencia que las puntuaciones obtenidas por los participantes son, en extremo, bajas. La media, sobre un máximo posible de 100 puntos, se encuentra en 34,8 puntos. “Para nosotros la explicación reside en que la prueba resultaba especialmente difícil al centrarse en aspectos no relevantes para la práctica clínica habitual”, reflexionan.

La nota de corte es, por imperativo de la convocatoria, el 50% de la media de las del 10% de los aspirantes con mejores notas. En la oposición de urología dicha media es de 61.13 puntos, por lo que la nota de corte para aprobar debería estar situada en 30.57 puntos. Si se quitan los valores extremos por exceso, de cuya legitimidad sospechamos, la media antes citada baja a 53.35 puntos, y la nota de corte debería estar en 26.68 puntos. Sin embargo, la convocatoria establece 35 puntos como mínima puntuación para obtener el «apto». “El resultado es una mayoría de suspendidos por la nefasta programación de la prueba y de las preguntas planteadas. En total, faltan 24 aspirantes que deberían estar aprobados y no lo están”.

Destaca además un patrón de respuestas distorsionado, una alta desviación por exceso (de <0,01% de probabilidad en una prueba de estas características) con dos valores extremos de 86,05 y 75,68 puntos “que suscitan dudas acerca de la limpieza del proceso”.

Cuando el resto de las puntuaciones siguen un patrón bastante uniforme con escasas diferencias de puntuaciones, con una puntuación máxima de 58,47 (inferior en 17,21 puntos con respecto al segundo aspirante y 27,58 con respecto al primero).

Excepto en estos dos casos, la totalidad de las calificaciones se encuentran por debajo de 59 puntos y agrupadas, en su inmensa mayoría, en una franja bastante estrecha, con ligeras desviaciones poco significativas. “Una diferencia que representa, en nuestra opinión, una sospecha fundada de irregularidad con eventuales responsabilidades penales. Es decir, con un alto grado de probabilidad, esto ocurre cuando algún opositor conoce con antelación las respuestas del examen por una u otra vía”.

Desde el Sindicato Médico apuntan que la sospecha de fraude es, “con todas las reservas que procedan, plenamente justificada a nivel indiciario. Sosteniendo en todo caso el principio jurídico de presunción de inocencia, no creemos que resulten en este caso excesivas ni nuestra alarma ni las medidas que proponemos”.

En este caso, además, el examen no tiene ninguna utilidad para discriminar a unos aspirantes de otros por sus conocimientos (puesto que todos están acumulados en una zona muy reducida, de 23.19 puntos, una vez quitados los extremos superiores). “Esto significa que con seis años trabajados se suple dicha diferencia de puntos. Es decir, tener seis años de tiempo trabajado es equivalente a haber sacado las mejores notas”, concretan.

Si finalmente se confirmaran estas sospechas, “no deseamos soluciones que castiguen a todos los participantes en la oposición, víctimas a fin de cuentas, pues de los datos se desprende que ninguna desviación de las puntuaciones esperables se ha producido salvo en los casos de que es objeto nuestro análisis”. Por ello, confiamos en que tanto los responsables sanitarios como, en su caso, las instancias judiciales, eviten un bloqueo en la resolución de este proceso selectivo y actúen de un modo lo más ágil y rápido posible. En ningún caso este problema debe afectar a los Concursos de Traslado ni a las OPEs futuras, que deben ser programadas del modo habitual.

El sindicato espera de la Administración “la máxima diligencia para eliminar toda sospecha del futuro del nuevo modelo de oposición, que deseamos basado en el anonimato y la igualdad de oportunidades”.

Tras la denuncia ya interpuesta y en fase de investigación de Anestesiología y la solicitud de investigación del examen de Odontología por irregularidades diversas, “creemos que debe asumirse que algo ocurre en las oposiciones valencianas que, lamentablemente, está cuestionando la limpieza del nuevo sistema de examen”.

CESMCV-SAE exige a la Conselleria de Sanidad que proceda a la apertura de una investigación y, en su caso, de traslado a la Fiscalía de los hechos por si pudieran ser constitutivos de delito. Asimismo, “pedimos que se reconsidere el modelo de puntuación, eliminando el suelo de los 35 puntos para el aprobado, con el fin de dar respuesta a la evidente incapacidad de muchas de las oposiciones celebradas para discriminar adecuadamente a los aspirantes de acuerdo con sus conocimientos y no caer en el absurdo de declarar suspendidos a la mayoría de los profesionales que, con gran gran eficacia, solucionan los problemas cotidianos de la asistencia sanitaria”.

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