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El teatro político de Peter Weiss vuelve en tiempos de crisis

La compañía chilena Teatro Público representa en el Espacio Inestable un homenaje al padre del teatro documento

14/02/2018 - 

VALÈNCIA. En los años sesenta, España abrazó el teatro político de Peter Weiss. Sus obras se representaron, se publicaron sus textos. En un periodo de avidez democrática, la obra de este pintor, diseñador, director y teórico del cine de vanguardia, escritor y dramaturgo subía a los escenarios el sentimiento de rebelión que quemaba entre los disidentes del tardofranquismo. El momento álgido fue la representación de Marat/Sade a cargo de Adolfo Marsillach, trufado de anécdotas ligadas a la censura del periodo.

El autor de la versión castellana, Alfonso Sastre, rememora así aquellos días, “la noche del estreno fue algo más que un acto meramente teatral, y el público, en pie, coreó la palabra revolución. Las dos siguientes funciones se celebraron sin que las autoridades administrativas permitieran abrir las taquillas al público, y, por fin, el espectáculo pasó al Teatro Poliorama de Barcelona, donde se hacían dos funciones diarias con llenos hasta los topes. En aquellos momentos la agitación social y política era grande”.

En los noventa, lamentablemente, el artista alemán pasó al olvido. Sus piezas dejaron de reeditarse y montarse. Desde la librería Traficantes de sueños, organizadores hace dos años de un taller dedicado a este referente del teatro político, achacan el desinterés al estado de bienestar que colmó de conformismo a las clases antes deseosas de cambio.

Ha habido excepciones que confirman la regla, como el montaje en 2006 de Marat-Sade por Animalario, o el estreno de La indagación, obra documental basada en las actas del juicio de Frankfurt contra una veintena de responsables de Auschwitz, a cargo de Teatro Efímero.

El momento actual de crisis en todos los niveles, ha traído de vuelta al autor de Hölderlin, El nuevo proceso, Discurso sobre la larga guerra en Vietnam y El fantoche lusitano. A principios del año pasado, se publicaba la novela Adiós a los padres (Alpha Decay), descatalogada durante mucho tiempo, y Viaje a la España de Franco (Erial ediciones), donde el poeta Francisco J. Uriz glosaba su viaje compartido con Weiss por España a fin de que se documentara para su icónico libro La estética de la resistencia.

Desde Chile con furor

 En 2016 se celebraba el centenario de su nacimiento y la compañía Atalaya-TNT de Sevilla montaba un aplaudido Marat-Sade. Al otro lado del charco, los chilenos Teatro Público decidió que era un buen momento para rendir homenaje a uno de sus principales gurús. Su pieza, titulada Resistencias (diálogos con Peter Weiss), está programada en el Espacio Inestable los días 16 y 17 de febrero, como parte de la I Semana de Teatro Político, organizada por La Internacional Teatral y A tiro hecho. La visita a València se completa con otra obra Nuestra américa (bosquejos), el 18 de febrero, sobre la vida en el continente y la violencia inherente a su historia.

El trabajo de Teatro Público está ligado a organizaciones sociales, juntas vecinales, sindicatos, centros culturales agrupaciones políticas y artísticas. Esta dinámica haría feliz a Peter Weiss, que en su día lamentaba que a pesar que en Europa se estuvieran generando obras con gran implicación política, el tipo de personas que asistían a los espectáculos no eran las deseadas, sino las que podían pagarse una entrada.

“Llevamos 10 años trabajando y diría que hemos logrado llegar a un público que no frecuenta el teatro, porque intentamos siempre hacer los precios baratos, recurrimos a ciertas artimañas en festivales para bajar las entradas, trabajamos con grupos territoriales y vamos a barrios. Nos gusta estar en contacto con la gente que se organiza para resistir”, argumenta Cristián Lagreze, uno de los miembros de la formación latinoamericana.

Así, en su reciente visita a Leganés acudieron a un espacio comunitario, y en Granada, al centro social ocupado auto gestionado La Redonda.

Los integrantes de este colectivo sudamericano tienen amistad con el teórico español César de Vicente, coordinador del libro Peter Weiss: una estética de la resistencia (Editorial Hiru). Su lectura llamó fuertemente la atención de la compañía, que reparó en cómo la historia del arte había dejado de lado el imaginario proletario y exacerbando el dominante.

“La obra de Weiss se puede extrapolar a la actualidad porque pregunta a los trabajadores hasta cuánto van a esperar a una clase otra para que les conduzca hacia un nuevo lugar donde se dé un salto profundo en las condiciones materiales. Uno tiene la sensación de que los liderazgos de izquierdas se acomodaron en una política que les favorece. Esa izquierda no nos va a hacer avanzar, porque lo único que hace es defender sus privilegios de clase y, en ese sentido. el liderazgo han de tenerlo los pueblos”,

Según argumentan desde Teatro Público, las últimas interjecciones de Marat-Sade a los espectadores se hallan tan vigentes hoy como en el momento en que fueran escritas: “¿Cuándo aprendiereis a ver? ¿Cuándo vais por fin a comprender?”,

El teatro de todos y de todas

El nombre del proyecto, Teatro Público, está elegido con sorna y como una llamada a la acción. “En Chile no hay nada realmente público. Desde los años noventa hemos sufrido las privatizaciones de la seguridad social, de la salud, de la educación… Nuestra compañía es un proyecto auto gestionado, no depende del estado sino que es común y es para todos y todas”.

Los chilenos suman una década de trayectoria en la que se han propuesto instalar temáticas que inviten a reflexionar sobre la realidad desde el teatro como experiencia artística.

Sus montajes se caracterizan por la autoría colectiva y por la presencia de elementos musicales. En Nuestra América tocan batería, bombo, bajo, charango, trompe y marimba. En Resistencias, música rock en directo. “Es un aporte sonoro a la obra que nos permite darle un aspecto lúdico a una puesta en escena compleja. Y al elegir ese estilo musical le damos un tono más oscuro, más duro, que traslada la violencia y la amenaza de una manera no textual”, aclara Lagreze.

La obra se ha planteado como un diálogo con la vida y obra del dramaturgo alemán y la columna vertebral de su obra: la crítica a la institucionalización del arte, la represión contra vidas e ideas rebeldes, las guerras imperialistas y su respuesta internacional y las formas de resistencia en todas las esquinas del mundo.

Los textos de Weiss se intercalan con aportaciones de la compañía, relatos de ficción, citas textuales y elementos audiovisuales. “Hemos escrito cartas en las que nos dirigimos a él para comentarle que tras morir, cayó el Muro de Berlín”, detalla el actor chileno.

Como el 9 de noviembre de 1989, el 15 de mayo de 2011 también se produjo una grieta histórica que en ciertos sectores se vivió con optimismo y expectación. Los miembros del Teatro Público se hallaban entre los esperanzados de cambio. “En Chile pasaron cosas muy importantes con el movimiento estudiantil, en Latinoamérica había un cierto pulso de latinoamericanidad y en España, estaba el 15-M. Sentíamos que había algo que temblaba y podía explotar, pero unos años después la historia sigue igual”.

Razón de peso para desempolvar a Peter Weiss, “un terrible hombre de teatro que no responde al imaginario dominante

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