VALÈNCIA. Cultura de la Generalitat organiza, por segundo año consecutivo, los II Premios de las Artes Escénicas, mediante el Institut Valencià de Cultura, con el objetivo de reconocer y dar visibilidad a los profesionales escénicos valencianos, así como promocionar la producción escénica valenciana.
Un primer jurado independiente de 9 expertos propuestos por las asociaciones profesionales de las artes escénicas ha escogido a los nominados de los premios. Este jurado ha estado formado por: Rafa Contreras, Lomi Szil, Cristina Andreu, José Vicente Peiró, Francis López, Carmen Valera, Mar Jiménez, Ester Alabor y Pepe Ayelo. Un segundo jurado de expertos se encargará de decidir los ganadores de entre los nominados, cuyo nombre se dará a conocer en el acto de entrega de estos Premios de las Artes Escénicas Valencianas, el 14 de octubre de 2019, en el Teatro Principal de Alicante.
Lucas Escobedo sufrirá los nervios del nominado y además dirigirá la gala. Una gala que este año se centra en el circo contemporáneo valenciano, con la intención de darle visibilidad como disciplina “silenciada” y como espectáculo. La entrega de premios se realizará por parte de actores, actrices y otros colaboradores que pertenecen al mundo del teatro y nunca han recibido un reconocimiento como se merecen. Con esto se pretende dar voz a algunas personas "anónimas" del teatro valenciano y no solamente a los nominados y nominadas.
Según el director de la gala la herramienta fundamental que le falta a nuestro país para que el teatro sea un llamamiento cultural activo se basa en la educación. Muchos centros escolares acuden a representaciones teatrales poco desarrolladas y que no llaman la atención a los jóvenes. Sin embargo en países vecinos como Francia se invierte en la contratación de compañías extranjeras para que los niños cuenten con una representación ejemplar y de calidad.
"La gente que dice que el teatro no le gusta es porque no lo conocen"
Y es que, explica Lucas Escobedo, poco sentido tiene que alguien diga que no le gusta la música, con la cantidad de géneros que hay, una frase que, sin embargo, se repite en el sector de las artes escénicas. "Por ejemplo, yo tengo claro que odio el reggaeton y me gusta la música clásica. Sin embargo la gente que dice que el teatro no le gusta es porque no lo conocen".
Parte de la culpa de la marginalidad del teatro también la tiene la parrilla informativa. Cuestiones como el fútbol ocupan varios minutos en el telediario y a causa de esto todos tenemos una noción mínima sobre el tema sin haber consumido la información voluntariamente, tal y como explica Escobedo. En Rusia sin embargo ocurre el mismo caso con el circo y la danza clásica. Según Lucas Escobedo todo depende de hacia donde se coloca el foco.
