MADRID (EP). El Tesoro Público realizará en 2017 emisiones brutas de deuda por importe de 220.017 millones de euros, lo que supone un 0,61% menos que los 221.364 millones de euros colocados el año pasado, y 122.904 millones del total previstos para este ejercicio serán a medio y largo plazo.
Así figura en la Estrategia de Emisión de Valores del Tesoro en 2017, presentada este lunes en rueda de prensa por la secretaria general del Tesoro y Política Financiera, Emma Navarro, quien ha anunciado que el Tesoro realizará una emisión neta de 35.000 millones de euros, la misma que el año anterior.
Navarro ha explicado que los objetivos para este ejercicio son "alargar la vida media de la deuda, abaratar costes y diversificar la base de inversores", igual que en años anteriores, y ha destacado los "mínimos históricos" en costes de financiación registrado en 2016, con unas emisiones netas de 35.043 millones, obtenidos íntegramente a través de medio y largo plazo, y con unas emisiones netas de letras que han sido "prácticamente nulas".
La financiación neta del año pasado fue casi 10.000 millones por debajo de lo previsto a principios de año, gracias a la evolución de los ingresos públicos y un uso más eficiente de la Tesorería del Estado, lo que permitió cerrar el ejercicio al coste medio más bajo de la historia, del 0,61%, frente al 0,84% del 2015.
Además, dado que la emisión neta se redujo el año pasado en dos ocasiones, hasta los 35.000 millones, se incorporó una amortización anticipada parcial y voluntaria del préstamo del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) a España, por importe de 1.000 millones de euros. Así, España acumula 6.600 millones de euros en preamortizaciones de este préstamo.
En 2017 la financiación bruta ascenderá a 220.017 millones de euros, de los que 122.904 millones serán a medio y largo plazo, una cifra que supone 2.536 millones más que en 2016, mientras que la emisión de letras del Tesoro será de 97.113 millones de euros, unos 3.880 millones menos que el año anterior.
Sobre la reducción de la emisión neta hasta los 35.000 millones, Navarro ha indicado que esa rebaja realizada en 2016 fue "muy prudente y conservadora" y habrá que esperar a la evolución de este año para ver si se vuelve a disminuir.
Respecto al ahorro previsto en costes de financiación, tras los 2.000 millones logrados en 2016, Navarro ha indicado que la previsión de la carga de intereses para el Estado se conocerá cuando se elaboren los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2017, si bien la estimación para el conjunto de administraciones se recoge en el plan presupuestario y apuntan a "una continuación de la reducción de la carga de intereses general", basada también en supuestos "muy conservadores y prudentes".
En cualquier caso, ha subrayado que la estrategia para este ejercicio será "relativamente similar" a la de 2016 y nuevamente se caracterizará por ser "prudente y estable" y orientada al alargamiento de la vida media de las emisiones, la ampliación de la base inversora y a abaratar los costes. De esta forma, no se modificará la pauta en las subastas ordinarias de Bonos y Obligaciones del Estado nominales con cupón fijo y, como regla general, estas subastas ordinarias tendrán lugar el primer y el tercer jueves de cada mes.
El Tesoro cubrirá la mayor parte de la financiación a través de las subastas ordinarias, si bien Navarro ha indicado que se deja abierta la posibilidad de recurrir a sindicaciones bancarias, al tiempo que se continuará con el programa de emisión de bonos ligados a la inflación europea. Se incorporará una posible subasta de una referencia indexada en la primera subasta del mes.
En sus tres primeros años de vida, este programa ha acumulado un volumen total de 28.544 millones de euros y ha incrementado progresivamente su peso en el total de la cartera de deuda pública hasta superar el 3% del total de deuda del Estado en circulación. En este sentido, Navarro ha remarcado que España se ha convertido en un emisor de referencia en este mercado, junto con Francia, Italia y Alemania.
Además, el Tesoro tendrá la opción de convocar subastas especiales, fuera del calendario habitual, para dotar de liquidez a ciertas referencias y mejorar así el funcionamiento del mercado secundario. Se prevé también la posibilidad de recurrir a colocaciones privadas en las que se emite un valor directamente a un inversor, en condiciones de coste favorables para el Estado.
De hecho, el Tesoro suscribió un préstamo bancario con un conjunto de entidades financieras el pasado mes de noviembre por importe de 8.000 millones para financiar un desfase de Tesorería entre enero y febrero de este año. "Es un elemento que debe considerarse dentro de la estrategia de financiación como elemento eficiente porque el decalaje entre ingresos y gastos no es constante y es una estrategia innovadora", ha apuntado.