El tiempo ha demostrado que tenía razón

... Y hoy, 25 años después de su fallecimiento, lo sigue demostrando. Lo demostró en todos y cada uno de los aspectos que propuso y defendió. Y lo sigue demostrando en muchos de ellos. Vicente Chuliá Campos, mi padre, nos dejó el 23 de abril de 1995 y durante toda su vida luchó por una sanidad fuerte y preparada, por unas urgencias a la altura, por unas UCI’s y Unidades de Anestesia, Rehabilitación y tratamiento del dolor, bien equipadas. Supo ver la importancia de apoyar los respiradores artificiales diseñados y construidos en València, cuando todos los hospitales tenían que importarlos. Sí, esos que ahora se necesitan como agua de mayo.

25 años son muchos años y nos hacen perder la perspectiva. En aquella época no había móviles, ni pantallas táctiles. Internet estaba en pañales y la información fluía de forma muy diferente. El mundo no estaba globalizado y los virus no viajaban a la velocidad contagiosa a la que lo hacen hoy. En aquella época, Don Vicente, impulsó e hizo germinar con sus conocimientos y aportaciones cosas sin las que hoy, no podríamos hacer frente a la pandemia. Mi padre luchó, por idear y planificar un sistema sanitario que en un futuro pudiera hacer frente a enemigos invisibles como el Covid-19. Y todas aquellas semillas que plantó son hoy imprescindibles para salvar vidas. Ahora sabemos que no se equivocaba. El tiempo ha demostrado que tenía razón. Entre los grandes tributos que hizo a nuestra sociedad no debemos olvidar:

-Las Mejoras en servicios médicos (asistenciales, docentes y de investigación, muchos de ellos con estándares europeos que allá en los 70’s ni siquiera eran habituales), en anestesia, reanimación y atención al paciente crítico.

-Fue precursor en el tratamiento de enfermos de tétanos.

-Ideólogo del abordaje de los traumatismos torácicos, conocidos como volet costal.

-Creador en València de la primera escuela profesional de Anestesia y Reanimación, segunda a nivel estatal.

Primer catedrático de Anestesiología y Reanimación de la Universidad de València, tercero del estado.

-Pionero de la medicina de urgencias y emergencias.

-Creador de las primeras postas sanitarias en playas (1980), germen de lo sería el Plan de Recogida de Ahogados en la ciudad de València que consiguió rebajar de forma muy amplia la morbilidad de las personas atendidas.

-Estableció los cimientos de la ventilación artificial en Anestesiología, creando el primer laboratorio experimental de ventilación artificial. En colaboración con Temel, la empresa valenciana, crearon una novedosa técnica que tuvo una gran repercusión a nivel nacional e internacional y fue galardonada con el premio Pagés en 1982.

-Co-Redactor del plan de emergencias para inundaciones en la Comunidad Valenciana. En el proponían las pautas necesarias a seguir para crear un plan de respuesta ante ese tipo de catástrofes hasta ese momento inexistente

-Introdujo la moderna concepción de la asistencia a las urgencias y emergencias, preludio de la medicina extra-hospitalaria: “Estabilizar antes de trasladar”.

-Fue pionero en la medicina de catástrofes y en su enseñanza mediante simulacros, convirtiéndose en un referente internacional.

-Introdujo el concepto Norias de Ambulancias (triaje y traslado) en accidentes con múltiples víctimas y/o catástrofes. Introduciéndolas y poniéndolas en práctica en los simulacros que organizó; creando el concepto de 'Ola Verde' que da prioridad al traslado de pacientes estabilizados a centros hospitalarios, coordinando la labor de los diferentes agentes necesarios.

-Fue promotor del primer simulacro aeroportuario (Manises 1987). Primer simulacro en una instalación química con múltiples personas afectadas (Quart de Poblet 1988). Primer simulacro de accidente en metro (València 1989). Fue mérito suficiente el idear, proyectar y realizar cada uno de ellos e integrarlos en la enseñanza universitaria pero también lo fue y no de menor valía, coordinar los diferentes agentes e instituciones que intervienen en la simulación de una emergencia. Utilizando la evaluación (briefing) de las intervenciones. Cambiando la visión que se tenía en la época.

-Fue precursor de la organización sanitaria de grandes eventos deportivos, imitada internacionalmente.

-Fue Inductor, ideólogo y creador de la medicalización de las ambulancias y con ello, la creación del SAMU y de la medicalización del helicóptero de la DGT, que tantas vidas han salvado. Un proyecto que en su día, le costó gran cantidad de tiempo, esfuerzo y dinero de su bolsillo.

-En esa época o más bien décadas antes, fue cuando impulsó y germinaron su conocimiento y aportaciones que han contribuido a grandes beneficios sociales, estaba todo por hacer y fue él quien lo ideó, planificó y luchó por llevarlo a buen puerto.

De todas sus aportaciones, hoy sabemos él era consciente que su saber era muy importante para mejorar la vida de las personas y era importante enseñarlo, destacaría que a Don Vicente Chuliá Campos le debemos la instauración del concepto atención al paciente in situ y la evolución de la medicina extra-hospitalaria. Con su empeño consiguió cambiar la mentalidad de las instituciones (políticas, sanitarias y de protección civil), de toda la sociedad. Debemos ser conscientes que todos los servicios que integran el abordaje de una emergencia, cambiaron las formas de actuar ante personas atrapadas en accidentes en carretera y de las emergencias en general, corrigiendo hábitos de la época.

Por todo ello, vuelvo a realizar una petición expresa al equipo de gobierno del Ayuntamiento de València y al excelentísimo alcalde don Joan Ribó i Canut, que tenga a bien valorar el colocar su nombre a una calle de la ciudad que le vio nacer y que con orgullo mostró al mundo siempre que tuvo ocasión. Tras 25 años, con su biografía a punto de ser editada y salir a la luz, aún seguimos descubriendo nuevas aportaciones.

El recuerdo del Catedrático Vicente Chuliá Campos (Don Vicente, como te conocían en hospital y la facultad donde realizabas gran parte de tu labor, desde el personal de limpieza y mantenimiento por ser cercano, hasta los altos cargos; o la de 'Jefe' de quienes eran colaboradores íntimos en sentido cordial) era y sigue siendo, un magnífico exponente de profesor universitario con una clara y rotunda vocación docente e investigadora y mucho más allá de lo que exigía su condición de catedrático, que se extrapoló y se extendió en fuertes objetivos de contenido social. En un tiempo en el que estaba todo por hacer, él lo hizo; una época que no contaba con los medios de los que disponemos ahora, extrajo tiempo del tiempo, dedicó enorme determinación, superó no pocos obstáculos, incluso a mediocres y envidiosos que por el camino tuvo la mala fortuna de cruzarse. Ideó, planteó, propuso y sembró las semillas que ahora vemos convertidas en grandes contribuciones.

Todos aquellos profesionales que le conocieron sabían que tenía razón en todas y cada una de las iniciativas que planteó, que iba el bienestar, secuelas graves o incluso la muerte de mucha gente en ellas y como lo tenía muy claro, realizó lo que su conciencia y su ciencia (que era muy amplia), le empujaron a proponer y crear.

El tiempo indiscutiblemente le ha dado la razón, ahora falta el reconocimiento institucional y público, un cuarto de siglo es un periodo de tiempo donde se puede evaluar si su legado a contribuido al bien común, a los datos me remito, lo ha hecho a nivel extraordinario y la sociedad ha de saber reconocérselo de forma que quede visible al transcurso del tiempo, su nombre en una calle de València o al aeropuerto de Manises (para AENA en este caso) como homenaje a su persona, sería una clara muestra de ello.

Siempre en mis pensamientos, siempre en mi corazón, siempre en mis acciones y que tu nobleza y sabiduría, te sean distinguidas.

Armando Chuliá Blanco es arquitecto técnico y trabaja como bombero-conductor