VALÈNCIA. “Cuanto más nivel cultural tiene una sociedad, más presencia tiene el diseño”. Hace poco más de diez años que Paco Bascuñán (València, 1954-2009) pronunciaba estas palabras, en una entrevista concedida con motivo de la València Disseny Week. El diseñador valenciano representa la época dorada del diseño local y, también, la excelencia en época de vacas flacas. Miembro del mítico colectivo La Nave y, antes, de equipo Escapulari-O junto a Lorenzo Company, Bascuñán es autor de algunas imágenes más que reconocidas, como la propia imagen de la Generalitat Valenciana, creada junto a Dani Nebot y Nacho Lavernia. También fue clave en la labor de divulgación del diseño, siendo comisario de distintas exposiciones en torno al sector. Una década después de su fallecimiento, el espacio público volverá a vestirse de ‘Paco Bascuñán’ con la recuperación de la señalética que realizó para el Tranvía de València, que celebra su 25 aniversario instalando de nuevo los carteles creados por el valenciano en sus distintas estaciones.
Fue en 1994 cuando Bascuñán realizó el proyecto, un total de 21 carteles distintos para las 21 paradas originales del tranvía, ilustraciones que además contaban con pequeñas descripciones de las características del barrio. La imagen de un estudiante en la parada de la Universitat Politécnica, una fachada de azulejo típica del barrio de Benimaclet en la parada de Vicente Zaragozà o una estampa del parque de Benicalap en la de Florista son algunas de las imágenes que se podrán volver a ver en la red de tranvía de la ciudad. “Uno de los criterios fundamentales que orientaron el proceso constructivo de la señalética fue el de tratar de dotar con una identidad propia cada una de las paradas, singularizándolas”, explicaba en 1994 el propio Bascuñán.
“El resultado fueron veintiuna ilustraciones diferentes, cada una de ellas con un motivo representativo de la zona y un breve texto explicativo. Con ello se consigue un doble objetivo: facilitar la identidad visual de cada una de las paradas, y propiciar el que los habitantes del barrio reconozcan en cada imagen su patrimonio, historia y sus anécdotas”, concluía el diseñador. Además de la futura implementación de la mencionada cartelería, con motivo del aniversario del 25 aniversario del tranvía la estación de Benimaclet acoge la pequeña muestra Bascuñán, una voz para comunicar, que reúne una reproducción de cada uno de los carteles.
Su trayectoria profesional comenzó de la mano de su gran amigo Quique Company, a quien conoció cuando estudiaban en la Escuela de Artes y Oficios de València. Junto a él puso en marcha Equipo Escapulari-O (1973-1978), un estudio con el que ambos se situaron rápidamente en la escena profesional del diseño, poniendo las primeras piedras de una carrera que pronto explotaría. Desde su piso compartido en la calle Bolsería rompieron mano con piezas rupturistas, muchas de ellas críticas con la dictadura, un recorrido que fue recogido en 2016 por La Nau en la exposición El Equipo Escapulari-O y otras derivas. En su segunda aventura sumaron un nuevo nombre el grupo, Dani Nebot, con quien constituyeron el grupo Enebecé para, en 1984, dar paso al nacimiento de La Nave.
Diseñadores y arquitectos unieron fuerzas para generar un espacio que acabó moldeando la cultura visual de la Comunitat Valenciana. Junto a Bascuñán, Nebot y Company fueron Eduardo Albors, José Juan Belda, Carlos Bento, Sandra Figuerola, Marisa Gallén, Luis González, Luis Lavernia y Nacho Lavernia quienes dieron vida al número 200 de la calle San Vicente. “Puede decirse que fruto de aquellas reuniones clandestinas en la tienda de Luis Adelantado, Nou Disseny Valencià sirvió para estrechar los lazos que formaron La Nave, además de ser el germen de la Asociación de Diseñadores de la Comunitat Valenciana”, explicaba Xavi Calvo en un artículo con motivo del 25º aniversario de la desaparición de La Nave. En 1992 Bascuñán voló y, junto a su mujer Lupe Campos, puso a rodar el Estudio Paco Bascuñán. Ahora, València vuelve a 'vestirse' de Bascuñán.