MADRID, (EP). El trasplante capilar es uno de los problemas "más frecuentes" en las consultas de dermatología, según ha informado la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). Y es que, se estima que aproximadamente el 18 por ciento de las consultas están dirigidas al pelo, un porcentaje "mayor" del que ocupan las enfermedades de la piel en general e incluso los relacionados con la cosmética.
La causa más frecuente de caída de pelo es la llamada alopecia androgenética o calvicie común. Según la especialista Serrano, se relaciona, como su nombre indica, a una alteración en los andrógenos u hormonas masculinas y a una predisposición genética, siendo más probable en individuos con familiares afectos. Dependiendo de la carga genética que tenga el individuo, la edad de comienzo, la severidad y la respuesta a los tratamientos van a variar de unos individuos a otros.
Asimismo, la alopecia androgenética ocurre en un 40 por ciento de los hombres entre los 18 y los 39 años, y en un 95 por ciento de los mayores de 70 años. También afecta a mujeres, aunque en menor proporción. Cuando aparece en mujeres hay que descartar otros signos de hiperandrogenismo (de exceso de andrógenos) como son el acné, la seborrea o incremento de grasa, y el hirsutismo o aumento de pelo en zonas típicas del varón.
De hecho, la mayoría de pacientes acuden a consulta cuando ya es muy evidente la calvicie. En este sentido, la AEDV ha destacado la importancia de que el diagnóstico se realice de forma precoz ya que los tratamientos disponibles son más eficaces si se instauran desde el inicio de la enfermedad.
"La alopecia androgenética suele iniciarse en la pubertad asociada a un problema de caspa. Esta se debe a un aumento de la producción de grasa que se adhiere al pelo formando en ocasiones verdaderas placas (pitiriasis esteatoide). Paralelamente, se produce un retroceso de la línea de implantación frontal, las llamadas entradas", ha analizado la dermatóloga miembro de la AEDV, Cristina Serrano.
Asimismo, la dermatóloga ha comentado que el pelo en este tipo de alopecia no completa su ciclo de crecimiento, se cae más precozmente, y cuando vuelve a salir lo hace más fino y más corto, y así progresivamente, hasta que ese pelo se convierte en vello, y en último lugar en cicatriz.
"Los pacientes notan un pelo más delgado, más fino (pelusilla) y menos densidad. Al inicio sólo en las entradas, y después afecta a la zona frontal, interparietal y de la coronilla. Esta evolución se puede representar en los distintos estadios según la clasificación de Hamilton-Norwood, de uso en USA y la de Ebling, que empleamos en Europa", ha zanjado.