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El acuerdo divide a los expertos

El tratado comercial del Pacífico: ¿"Amenaza" o influencia "nula" para la Comunitat?

(EFE)

La Cámara de Comercio alerta del impacto que puede tener en el sector de la automoción y urge a Europa a sellar un acuerdo similar con EE UU, mientras que el Puerto y el IEI reduce su efecto al negocio de "empresas concretas"

7/10/2015 - 

VALENCIA. A la espera de que los parlamentos de las respectivas naciones validen el pacto, una docena de países acaban de sellar el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TTP), todo un hito del comercio mundial pues se trata de la alianza territorial más amplia rubricada hasta la fecha. Los estados, Canadá, Chile, EE UU, México y Perú -al este del océano- y Australia, Brunei, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam -en la costa oeste- disfrutarán, entre otros aspectos, de una regulación común y de un ventajoso marco arancelario que integrará, ni más ni menos, que al 40% del comercio mundial.

Tal circunstancia, como es obvio, tendrá sus efectos en el resto del planeta. La pregunta es ¿hasta qué punto repercutirá este acuerdo en Europa y, más en concreto, en España o en la Comunitat Valenciana? Los expertos consultados por Valencia Plaza ofrecen disparidad de criterios al respecto.

El principal mensaje de alerta proviene de la Cámara de Comercio. "Los países asiáticos se han adelantado al pactar con EE UU, por lo que hay que acelerar todo lo posible la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP), que lleva tres años en negociación", sostiene el director del área internacional de la Cámara de Valencia, Vicente Mompó, en relación al acuerdo de similares características que se está gestando entre EE UU y la Unión Europea.

"Si no lo aceleramos vamos a tener consecuencias a medio plazo, porque EE UU es nuestro quinto mercado. Es difícil calcular el impacto en volúmenes, pero está claro que es una amenaza para industrias como la alimentaria o la automoción, que podrían verse desplazadas por las de estos países, que tendrán un trato preferente y más ventajoso con EE UU", detalla Mompó.

En la misma línea se pronunció este martes la Cámara de Comercio de España, que subraya que el acuerdo del Pacífico "no se limita a la reducción de aranceles, sino que incluye capítulos que afectan al acceso a los mercados recíprocos como regulación, competencia, compras públicas, reglas de origen, propiedad intelectual, inversiones, medio ambiente o derechos laborales".

La cámra urge a la Unión Europea a a materializar su pacto con EE UU, si bien agrega que la alianza sellada este lunes "desde el punto de vista geopolítico, supone un equilibrio a la creciente influencia comercial de China", que ha quedado fuera del pacto.

¿Deslocalización de factorías?

Una visión similar la aporta la responsable de Internacional de GB Consultores Financieros, Legales y Tributarios, Roxana Leotescu, que recuerda que España "ha ido ganando terreno en los últimos dos años al incrementar sus exportaciones hacia Norteamérica", hasta el punto de equilibrar su balanza comercial y registrar superávit en 2014 gracias a "las exportaciones de productos energéticos, el sector del automóvil y las manufacturas de consumo". 

"Si tenemos en cuenta que más del 84% de las exportaciones efectuadas por España del sector del automóvil proceden de la Comunitat, entendemos que cualquier amenaza a este sector puede tener un fuerte impacto en la economía valenciana", afirma la dirigente, y alerta que los países asiáticos, "que se caracterizan por una alta productividad, reducidos costes de mano de obra y un fuerte desarrollo tecnológico", pueden representar a medio plazo "una amenaza latente, ya que el acuerdo podría implicar la deslocalización de las plantas productivas hacia estos territorios".

Efectos "reducidos"

La visión del Instituto de Economía Internacional de la Universitat de València se encuentra a medio camino, aunque más próxima a que el impacto del acuerdo transpacífico será limitado en Europa. "A nivel europeo marca una tendencia muy clara. En la medida en que la liberalización supone un estímulo para el comercio, Europa debe saber ver que no ha de quedarse atrás en este sentido", afirma al respecto el investigador Vicente Pallardó.

No obstante, el experto considera que "los efectos van a ser muy reducidos". "Cuando uno analiza el volumen de las exportaciones hacia esa área es obvio que no son de nuestros mercados preferentes. Y si se mira al principal mercado de la Comunitat entre estos, que es EE UU, se aprecia que los principales competidores allí de las empresas valencianas son otras empresas europeas, por lo que se hace difícil pensar que las firmas asiáticas vayan a restar a la autonomía buena parte de su mercado. Tal vez sólo ocurra con algunas empresas concretas", cuenta.

Influencia "nula"

Antonio Torregrosa, director de proyectos de la fundación Valenciaport, aporta la visión más tranquilizadora para los intereses de la Comunitat. "Desde el punto de vista del Puerto de Valencia, la influencia va a ser prácticamente nula, más teniendo en cuenta que China no está dentro del acuerdo y que sólo China tiene diez veces más peso que el resto de países asiáticos implicados", sostiene.

"Desde el punto de vista del transporte portuario no hay en principio efectos previstos. Colateralmente alguna ruta podría verse afectada, pero en principio no adivinamos que pueda tener un gran impacto", asegura el dirigente.


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