La mayoría de los magistrados que conforman la Sala Segunda del Tribunal Supremo pertenecen al ala conservadora de la judicatura
VALENCIA. La senadora Rita Barberá está a la espera de saber cómo se desarrollará finalmente su futuro judicial. De momento, lo único que está claro es que el magistrado valenciano Víctor Gómez y el fiscal Anticorrupción Pablo Ponce preparan el auto de inhibición razonado para que el Tribunal Supremo (TS) investigue a la exalcaldesa como presunta autora de un delito de blanqueo de capitales. Dicho auto estará listo para finales del mes de marzo.
Si el TS acepta el auto razonado hará un suplicatorio al Senado que votará si pueden o no investigarla. En cuanto al tribunal que investigará a Barberá, el único magistrado que estará seguro en la sala de cinco jueces será el actual presidente del Alto Tribunal Manuel Marchena, perteneciente al ala conservadora de la magistratura.
Junto a él podrían estar los magistrados Cándido Conde Pumpido Tourón, Andrés Martínez Arrieta, Julián A. Sánchez Melgar, José Ramón Soriano Soriano, José Manuel Maza Martín, Miguel Colmenero Menéndez, Francisco Monterde Ferrer, Juan Ramón Berdugo Gómez, Luciano Varela Castro, Alberto Jorge Barreiro, Antonio del Moral García, Andrés Palomo del Arco y Ana María Ferrer García.
Por pura estadística, las posibilidades que auguran un tribunal de carácter conservador son muy altas, ya que la mayoría de los magistrados que conforman la Sala Segunda del Tribunal Supremo, la encargada de los asuntos penales, son de esta tendencia.
Así como el tribunal se conforma de forma rotatoria, el fiscal designado lo es directamente por el teniente fiscal del Tribunal Supremo Luis Navajas, pero éste elige a la persona que la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, designe según explican las fuentes del Supremo. No hay que olvidar que Madrigal, al igual que sus predecesores en el cargo, es elegida directamente por el Gobierno.
Hasta hace unos meses, los fiscales entraban a formar parte en los procesos de forma rotatoria, igual que hacen los magistrados pero esta norma se cambió y ahora, tal y como se explica arriba, es la propia Madrigal la que decide quién lleva cada caso.
En cuanto al Ministerio Público, cuatro son los fiscales de sala que hay en la sala. El primero es Antolín Herrero de tendencias progresistas y, según fuentes consultadas por Valencia Plaza, con cierta afinidad al PSOE. Junto a Herrero, y también de mentalidad progresista se encuentra el fiscal Juan Ignacio Campos, al que las mismas fuentes definen como un gran profesional pero menos combativo que Herrero.
Por su parte, los conservadores cuentan con otros dos nombres dentro de sus filas. Por un lado está Pilar Fernández Valcárcel, una fiscal de plena confianza de la actual Fiscal General del Estado pero que actualmente no atraviesa su mejor momento en el plano personal. Por último encontramos a Fidel Cadena. Según las fuentes del TS, Cadena es el que tiene más posibilidades de llevar el proceso contra Barberá ya que posee una dilatada carrera y está considerado como el más técnico de los cuatro.