VALÈNCIA. Muchos ríos de tinta se han derramado en lo años previos a la covid-19, en relación a la industria turística y a su vinculación con la sostenibilidad. A los artículos y reportajes entorno a la responsabilidad en la gentrificación de nuestras ciudades o de la presión urbanística en la costa, se añadían otros que aludían al turismo como si fuera el responsable del infra empleo, o de la explotación laboral de nuestro planeta. Cuestiones en las que, como otros sectores económicos, ha podido tener parte de responsabilidad. Sin embargo, no es una realidad generalizada y muestra de ellos son los cientos de ejemplos que pueden consumirse de experiencias turísticas con valores sostenibles y de destinos que apuestan claramente por un modelo turístico cada día más equilibrado, social y ambientalmente más sostenible.
Así se apuntó en la jornada “Experiencias turísticas con valores sostenibles. Una realidad tangible”, organizada por la agencia de viajes SAÓ Viajes Naturales, especializada en la comercialización de viajes sostenibles, ecológicos, saludables y socialmente responsable. Una jornada en la que los asistentes pudieron constatar cómo la Comunitat Valenciana viene apostando de una manera evidente por un modelo turístico más sostenible, tal como expuso su secretario autonómico, Francesc Colomer. El destino Comunitat Valenciana cuenta con ejemplos evidentes tanto institucionales, como privados, que apuestan por un nuevo modelo de turismo. Sonia Ferre fundadora y propietaria del alojamiento MasQi, situado en Banyeres de Mariola, expuso cómo su propuesta de valor vinculada a la salud, el yoga y la alimentación saludable. Junto a la apuesta por productos ecológicos y de proximidad están posicionando su alojamiento en mercados nacionales e internacionales en torno a una experiencia saludable en el interior de la provincia de Alicante.
Fran Lucha, fundador de Oxytours, empresa especializada en las experiencias turísticas de interpretación de la naturaleza y el birdwatching, evidencio como cada día son más los turistas nacionales e internacionales que apuestan por experiencias de senderismo interpretativo y de observación de aves y que encentran en la Comunitat Valenciana una propuesta de valor muy competitiva. Alemanes, ingleses, clientes del norte de Europa, viajan a la Comunitat Valenciana para descubrir sus entornos naturales, los productos agroalimentarios locales y los valores etnográficos asociados a sus poblaciones, “esto si no hubiera sido por la covid-19, sería una realidad mucho más tangible”, apuntó Fran Luca.
Finalmente, como caso más real y contundente de que el turismo se esta convirtiendo cada día más no solo en un generador de mayores y mejore rentas si no en un instrumento que ayude en alcanzar los objetivos del desarrollo sostenible de las Naciones Unidas, los asistentes pudieron disfrutar de la presentación realizada por ADCAM, una ONG con raíces en Elche y que cuenta con un impresionante proyecto de cooperación en Kenia a través del Turismo.
Rosa Escandell, su presidenta, y William Ole Pere, su director general expusieron el proyecto de Sawa Mara, un ecolodge de la ONG compuesta por los propios Masais, creado para financiar con sus consumos turísticos, una escuela de 300 niños masais a los que facilitar educación totalmente gratuita, además de para dar una oportunidad a las mujeres artesanas Masais para la comercialización de sus producciones. El caso de ADCAM y su ecolodge, permite que los turistas que lo consumen, además de disfrutar de una experiencia única en el Masai Mara, generen con sus derramas directas los ingresos para mantener la escuela y los proyectos de empoderamiento de las mujeres Masai.
Esta jornada organizada por la empresa valenciana SAÓ viajes, ha permitido acercar a los asistentes realidades tangibles para evidenciar que en la actualidad el turismo no solo es cada vez más una industria más sostenible, si no que sin duda con ejemplos como los vistos, es una pieza fundamental en la sostenibilidad de nuestro planeta y de las comunidades que en el habitan.
