El Colegio de Arquitectos de Valencia reflexiona sobre la conciliación entre la movilidad, el comercio y el urbanismo
VALENCIA. El Colegio de Arquitectos de Valencia ha reunido a ciudadanos, expertos en urbanismo y profesionales de la arquitectura en el primer Debate de Ciudad. Un encuentro patrocinado por Grupo Bertolín, que ha llenado completamente el hall de la sede del Colegio de Arquitectos. En el coloquio se han compartido reflexiones sobre el presente y el futuro urbanístico de la ciudad de Valencia.
El director de Levante-EMV, Julio Monreal, ha moderado el debate en el que han participado Mariano Bolant, presidente del CTAV; Sandro Pons, arquitecto y asesor del Ayuntamiento de Valencia; Julia Martínez, gerente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Valencia y César Mifsut, arquitecto de la antigua oficina RIVA.
En la búsqueda del mejor modelo de desarrollo posible para la ciudad, se han puesto encima de la mesa algunos de los puntos más complicados para conciliar los intereses de todos los agentes implicados en la convivencia. ‘El centro histórico no es sólo de los turistas, -ha asegurado en presidente del CTAV, Mariano Bolant- también es de los que viven allí, de los que compran allí y de los que tienen que llegar a sus casa’.
En este sentido, Julia Martínez, gerente de la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de Valencia, ha dicho que ‘la accesibilidad al centro histórico es fundamental, por eso antes de reformar las plazas hay que prever la llegada del autobús’. Ha añadido que el acceso al centro es vital para el comercio y ha propuesto que se consensúen medidas innovadoras para redistribuir las paradas de autobús, gestionar el suministro de mercancías o armonizar materiales y mobiliario urbano. ‘Si el comercio se va, ya no vuelve’, ha dicho Martínez, que ha recordado que ‘por cada euro invertido por la Administración, le siguen 5 del comercio que revierten en la calidad del entorno’.
Sandro Pons, arquitecto y asesor del Ayuntamiento de Valencia ha reflexionado sobre el diseño de la ciudad con las plazas más emblemáticas como referencia. ‘Valencia no ha acertado con el diseño de las plazas’, ha dicho y ha defendido como necesaria ‘la reforma de la plaza de San Agustín a través de un concurso’. Sobre los proyectos que baraja el Ayuntamiento para el futuro de la ciudad, Sandro Pons ha dicho que ‘Valencia es una ciudad con muchos centros históricos, con una historia de cascos históricos en diferentes barrios. Por eso –ha dicho- el Ayuntamiento debe ser sensible y encontrar la mejor manera de tener una ciudad segregada, sino integrada, sostenible y participada por todos sus ciudadanos’.
El presidente del Colegio de Arquitectos, Mariano Bolant ha pedido sensibilidad arquitectónica en el diseño del urbanismo de Valencia. ‘Hay que poner arquitectos en los servicios públicos del Ayuntamiento, en departamentos como la gestión del ciclo integral del agua o los residuos’. Por su parte, César Mifsut, arquitecto del antiguo Plan Riva ha expresado así la importancia de un buen proyecto urbanístico: ‘Si una ciudad está bien urbanizada, sólo se habla de la ciudad. Si está mal urbanizada, sólo se habla del urbanismo’.