La distintas causas del autismo siguen sin estar claras, pero los estudios han demostrado que tanto la genética como el medio ambiente pueden jugar un papel
MADRID (EP). El uso de antidepresivos durante el embarazo aumenta considerablemente el riesgo de autismo, según revela este lunes en un artículo publicado en Archives of Pediatrics & Adolescent Medicine el profesor Anick Bérard, de la Universidad de Montreal, en Quebec, Canadá, y su hospitales afiliado infantil CHU Sainte-Justine, tras revisar datos de 145.456 embarazos.
"La distintas causas del autismo siguen sin estar claras, pero los estudios han demostrado que tanto la genética como el medio ambiente pueden jugar un papel", explica este experto en el campo de la seguridad farmacéutica durante la gestación.
"Nuestro estudio ha establecido que tomar antidepresivos durante el segundo o tercer trimestre del embarazo casi duplica el riesgo de que el niño sea diagnosticado con autismo a los 7 años, especialmente si la madre toma inhibidores de la recaptación de serotonina, a menudo conocidos por sus siglas ISRS", resume.
Bérard y sus colegas trabajaron con datos de la 'Cohorte de Gestación de Quebec' y estudiaron a 145.456 niños entre el momento de su concepción hasta los diez años. Además de la información sobre el uso de la madre de antidepresivos y el diagnóstico eventual del niño del autismo, los datos incluyen una gran cantidad de detalles que permitieron al equipo desentrañar el impacto específico de los fármacos antidepresivos.
Por ejemplo, algunas personas están genéticamente predispuestas al autismo (es decir, sus antecedentes familiares). La edad materna y la depresión son conocidos por estar asociados con el desarrollo del autismo, como ciertos factores socioeconómicos, tales como la exposición a la pobreza, y el equipo fue capaz de tener todo esto en cuenta.
"Hemos definido la exposición a los antidepresivos cuando la madre tenía recetados uno o más antidepresivos durante el segundo o tercer trimestre del embarazo. Se eligió este periodo porque es cuando se produce el desarrollo crítico del cerebro del niño", relata el profesor Bérard.
"Entre todos los niños en el estudio, entonces identificamos a los que habían sido diagnosticados con una forma de autismo examinando los registros hospitalarios que indicaban diagnóstico de autismo en la niñez, autismo atípico, síndrome de Asperger o un trastorno generalizado del desarrollo. Por último, buscamos una asociación estadística entre los dos grupos y encontramos una muy significativa: un aumento del riesgo del 87 por ciento", agrega.
Los resultados se mantuvieron sin cambios cuando sólo se tuvo en cuenta a los niños que habían sido diagnosticados por especialistas como psiquiatras y neurólogos. Los hallazgos son de gran importancia ya que entre el seis y el diez por ciento de las mujeres embarazadas actualmente está recibiendo tratamiento para la depresión con antidepresivos.
En el estudio actual, 1.054 niños fueron diagnosticados con autismo (0,72 por ciento de los niños en el trabajo), con un promedio de 4,5 años de edad. Por otra parte, la prevalencia del autismo entre los menores ha aumentado de 4 de cada 10.000 niños en 1966 a 100 de cada 10.000 en la actualidad. Mientras que el aumento se puede atribuir a una mejor detección y a una ampliación de los criterios de diagnóstico, los investigadores creen que los factores ambientales también juegan un papel.
"Es biológicamente posible que los antidepresivos causan autismo si se utilizan en el momento del desarrollo del cerebro en el útero, ya que la serotonina está implicada en numerosos procesos de desarrollo pre y postnatal, incluyendo la división celular, la migración de los neuros, la diferenciación celular y la sinaptogénesis --la creación de vínculos entre las células del cerebro--", explica Bérard.
"Algunas clases de antidepresivos funcionan mediante la inhibición de la serotonina (ISRS y algunos otros tipos de antidepresivos), lo que tendrá un impacto negativo en la capacidad del cerebro para desarrollarse plenamente y adaptarse en el útero", subraya este especialista.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que la depresión será la segunda causa de muerte en 2020, lo que lleva a los investigadores a creer que es posible que los antidepresivos sean ampliamente prescritos, incluso durante el embarazo.
"Nuestro trabajo contribuye a comprender mejor los efectos a largo plazo del desarrollo neurológico de los antidepresivos en los niños cuando se utilizan durante la gestación. El descubrimiento de los resultados de estos fármacos es una prioridad de salud pública, debido a su uso generalizado", afirma el profesor Bérard.