VALÈNCIA. Si a una cosa está acostumbrado el artista valenciano Antonio Segura, conocido popularmente como ‘Dulk’, es a pintar en lugares y soportes no siempre convencionales. En 2022, de hecho, ejecutó la que hasta ahora es su mayor intervención urbana, pues fue el encargado de firmar la falla municipal, un gran proyecto en torno a la naturaleza y a los peligros de la acción humana que coronó la plaza del Ayuntamiento y, también, el Centre del Carme con una gran exposición. Su proyecto llegaba bajo el paraguas de una entrada continuada en los últimos años de distintos artistas urbanos al mundo festivo-“La falla de Okuda abrió la puerta, fue un antes y un después”, confesaba a este mismo diario-, una conexión entre la ciudad, la institución y el arte urbano que sigue encontrando nuevos espacios donde conectarse.
En este sentido, desde el 5 de septiembre, dentro de la programación de la conmemoración de los 20 años del Teatro Auditorio Municipal de Aldaia (TAMA), Dulk está llevando a cabo un mural en la fachada este del edificio. Y no es una obra cualquiera pues este es, de hecho, su mayor mural hasta la fecha. Así pues, durante aproximadamente diez días el artista ha intervenido una superficie de 550 metros cuadrados, siendo la altura máxima de 22 metros y la longitud de 50 metros, una obra que se inaugurará oficialmente el 20 de octubre pero que ya pueden observar los más curiosos.
En este caso, Dulk mira al futuro para la configuración del mural, una obra que quiere mirar a la “segunda mitad del siglo XXI”, a un futuro marcado por la puesta en valor de la cultura y la conservación de la huerta, “de la cual el TAMA es el muro de protección del crecimiento urbanístico natural de Aldaia”. Estos dos ejes, junto a la biodiversidad, son los que inspiran la obra artística de Dulk en Aldaia, un proyecto que también sirve de homenaje a las profesiones culturales que acoge el teatro a través de la inclusión de distintos elementos como focos de luces, sombras chinas, atrezzos de papel, instrumentos, marionetas o partituras, así como los característicos personajes de la obra de Dulk -“Soul Riders”-, que interpretan desde malabaristas o músicos hasta titiriteros.
Por otra parte, la biodiversidad local ha sido uno de los grandes focos de atención en distintas obras de su producción, como por ejemplo la instalación Rondalla del fang, un paseo por el paraje natural de la Albufera de València. El núcleo central de su obra aproxima al público a la representación de una naturaleza también presente en Aldaia y es que, la localidad cuenta con el “Cinturó Verd”, un corredor que une el municipio con su característica huerta. De esta forma, explican, el mural busca conectar a un público diverso, de distintas edades, con los valores de la cultura y el cuidado al medio ambiente, un mensaje que llega a lo más jóvenes a través de los "colores y formas" y, también, cuenta con un plano más "crítico y analítico" para los más adultos.
Esta temática no es nada nuevo para el artistas valenciano, que ya desplego su mensaje en 'Protege aquello que amas', lema de la falla municipal de 2021. Si bien Aldaia es su parada más reciente, sus obras están presentes en distintos puntos del mundo, tanto en el ámbito urbano como en los circuitos expositivos. Así, recientemente llevaba su trabajo a Nueva York con la exposición Ephemeral Treasures, por ejemplo. A lo largo de su carrera también ha colaborado con marcas como la firma Suarez, con la que tradujo sus característicos animales a joyas, o con entidades como la PangeaSeed Foundation, una fundación que trabaja por la conservación de los océanos para la que realizó murales en Canadá o Estados Unidos.
Fotos: Jesús Amable Gil