VALENCIA.
¿Cómo recuerdas los veraneos en tu infancia?
Cuando se acababa el colegio nos íbamos a Rocafort a casa de mis abuelos que tenían cinco hijos, entre todos nos juntábamos unas 30 o 40 personas. Y desde ahí luego nos íbamos unos días a Bronchales, a Denia o a Playetas. Era la casa familiar de mi abuelo Jesús Manglano, una casa solariega, almenada, cuando llegabas por la carretera desde Godella tenías que girar por delante de ella. Los caseros Pepe y Rosario tenían gallinas, conejos, caballos, cuadras, palomar, ahí hacían la paella los domingos. Era una casa muy grande, las cenas eran por edades: los mayores en el comedor y los niños en la terraza de un patio interior cerca de la cocina una hora antes que los mayores.
Recordamos como rodeaba la casa la Real Acequia de Moncada, de ahí le viene su amor por el regadío valenciano y me cuenta la siguiente anécdota:
“Jugábamos con la acequia tirando flores e intentando pescar cosas. Recuerdo una vez que había tornos para abrir y regar los campos y unos de mis primos logró abrir una y nos dedicamos a abrir todas las acequias del jardín y los naranjos y lo inundamos todo. Mi abuelo se iba todas las mañanas a Valencia y cuando volvió se cabreó muchísimo y esa tarde se fue a la Real Acequia de Moncada a auto-denunciarse porque no le tocaba turno para regar. Fue mi primer contacto con el mundo del agua. Ese gesto de mi abuelo te habla de su seriedad y su rigor, ha sido un ejemplo para toda la familia.”
¿Compartes esa irónica pregunta que suele hacerse: el veraneo bien o en familia?
Esos veraneos en gran familia son muy educativos y muy enriquecedores. Hoy en día las familias tienen pocos hijos y, en general, se mima demasiado a los niños. Recuerdo aquellas meriendas con montoncitos de galletas María y vasitos de leche, si llegabas tarde no merendabas, era una pequeña mili para que la casa funcionara de manera razonable. Esa convivencia te hace querer mucho a tus tíos, primos, recordar las anécdotas cuando nos juntamos en Navidad y tener ese sentido de familia. Mi abuela tenía programado el menú de todos los días del mes, y los viernes siempre tocaba pescado. Cuando llovía cogíamos caracoles y los cocinábamos. Los domingos nos tomábamos una Coca-Cola a sorbitos y la saboreábamos porque hasta el domingo siguiente no había.
Como detalle curioso, Juan Valero de Palma recuerda que en Rocafort se celebraban cinco originales procesiones durante los veranos en la década de los 70: la procesión de los ‘niños’ en honor a San Agustín; la de las ‘solteras’ el día de la Virgen del Rosario; la de los ‘solteros’ por Santa Bárbara; la de las ‘casadas’ en la Virgen del Consuelo; y la de los ‘casados’ en la Procesión del Cristo.
¿Cómo es el veraneo actualmente en el Perellonet?
Me recuerda a los de antes porque dura muchos meses por la cercanía a Valencia, hace que puedas ir y venir a trabajar ya que estás a 25km de la ciudad. El Perellonet tiene una cosa maravillosa con respecto al resto de costa valenciana y es que un parque natural. En mi urbanización tenemos muy próximos campos de tomates, sandías, arrozales y la Albufera. Es un enclave privilegiado esa franja que hay entre el Perellonet y el Perelló.
¿Disfrutas de los famosos tomates del Perelló?
Claro, hay muchos puestos en la carretera donde se venden productos de la huerta y la calidad de los productos es total: sandías, tomates, pepinos…del campo a la mesa. En el Perelló vamos al horno de los escalones, al lado de la antigua peluquería y Mónica nos vende unos fartons espectaculares. Y tenemos algunos amigos que son ‘grandes cocineros’ como Paco Domingo y Alfredo Camarena.
¿Qué haces un día cualquiera de verano?
Cada vez disfruto más levantándome temprano. Me voy con mi mujer a las ocho de la mañana a correr por la Marjal, por los arrozales verdes, oyendo las aves. Al volver nos damos un baño en la playa, a esas horas (sobre las 9h) el mar está como un plato y se nada muy bien. Luego compramos la prensa y el pan y hacemos el desayuno en el barecito de la misma urbanización. Allí Axel y Beti, una pareja de belga y mexicana preparan unos exquisitos desayunos.
¿Lecturas de verano?
Me gusta leer en papel, suelo comprar dos o tres periódicos. Soy de lecturas variadas, ahora mismo estoy con Rayuela de Cortázar, otro verano me dio por García Márquez; pero tengo una voluntad de volver a los clásicos, no soy de best seller del verano porque muchos pasan, me gusta volver a las novelas consagradas.
Agua
¿Cuál es la función de la Acequia Real del Júcar de la que eres Secretario General?
La Acequia Real del Júcar es un regadío tradicional del siglo XIII fundado por Jaime I y que tiene un brillante pasado, ha generado mucha riqueza a Valencia y España y ahora estamos en un proceso de modernización, hemos introducido el riego por goteo sin coste energético porque tomamos el agua desde la cota de Tous situada a 40 metros más alto y nos permite regar sin coste energético. Gracias a las obras de modernización hemos ahorrado 180 millones de m3 de agua todos los años, equivalen a lo que consumen un millón y medio de personas (Valencia y su área metropolitana) durante 2 años. Gracias a las reservas de los embalses, como el gran embalse de Alarcón pagado por los valencianos que es un embalse hiperanual, hemos podido superar la mayor sequía en años.
¿Cuál es la situación del agua en nuestra Comunitat? ¿Desaladoras, trasvases,…?
En el tema del agua hay utilización política por unos y por otros, hay que ir a políticas realistas, no hay que tener prejuicios. Trasvases sí cuando existan realmente sobrantes y las obras sean sostenibles económicamente; desaladoras para resolver el problema puntual de abastecimiento de población cercanos a la costa. Hay que apoyar totalmente el trasvase Tajo-Segura que es el que está ejecutado y lleva agua a Alicante, Murcia, Almería, etc., es fundamental mantener el memorándum que se aprobó. En resumen, la política más importante de agua en la Comunidad Valenciana es completar la modernización de regadíos.
Sociedad civil
¿Fue clave la actuación del Foro Cívico Valenciano en el que participó como vicepresidente para lograr el AVE Madrid-Valencia?
En aquel momento había un pacto, el trazado de una infraestructura como el AVE tiene que aprobarlo el Ministerio de Fomento pero se consensua con las CC.AA., entonces Bono y Zaplana pactaron que el AVE Valencia-Madrid pasara por Albacete, así se incrementaba el trazado un 60% sobre la línea recta, es como si el AVE Madrid-Sevilla lo hubieran hecho pasando por Badajoz. Entonces tuvimos la habilidad y oportunidad de juntarnos con un grupo de presión de Cuenca y conseguimos cambiar presionando a los gobiernos autonómicos respectivos.
Eres una persona implicada en diferentes ámbitos profesionales, sociales y culturales de Valencia. ¿Te consideras heredero del espíritu del Renacimiento?
Sí, si me preguntas que me hubiera gustado ser, probablemente un mecenas, no se si del Renacimiento o del siglo XXI. Yo tengo una cosa que creo que es básica: curiosidad y ganas de aprender, y si pierdes eso pierdes lo más maravilloso que hay en la vida. Me considero un humanista, soy más de letras y me gusta la literatura, la pintura, el teatro, el cine, la música, los ambientes culturales, estuve en Conferencia Club y ahora en el Club de Encuentro.
¿Cómo llevas esta etapa en el Club Encuentro como Secretario de su renovada junta directiva?
El Club de Encuentro es el club de más prestigio en la Comunidad Valenciana como club de conferencias y de encuentro de la sociedad civil. Tenemos el reto de adaptarnos al siglo XXI en el que hay muchos otros foros, pero nosotros dependemos solo y exclusivamente de los socios, quienes cubren el abanico ideológico y sociológico de la sociedad valenciana, y esto nos coloca en una posición muy representativa. Tenemos el reto de estar presentes en los grandes debates de la Comunidad. Hemos puesto encima de la mesa el tema de la financiación, una reivindicación fundamental, tenemos que trabajar para articular la Comunidad Valenciana, integrar Castellón y Alicante.
¿Crees que nos falta unirnos y perseverar como sociedad en asuntos como la infrafinanciación? ¿Es para tanto el meninfotisme?
Por supuesto que es para tanto. Yo creo que la Comunidad Valenciana está maltratada por el sistema de financiación, necesitaríamos tener 1.500 millones de euros todos los años más, 300€ por habitante y ahí es donde está el déficit real de la Comunidad Valenciana, no en los grandes eventos. Llevamos 20 años de infrafinanciación. Tenemos que ponernos muy firmes gobierne quien gobierne. El problema es que estas cosas las dirigen los partidos políticos, no la sociedad civil.
Valencia CF
Fuiste uno de los promotores de la Fundación del Valencia CF, ¿qué valoración haces de tu implicación en el mundo del fútbol?
Fuimos ocho promotores de la Fundación en una junta que presidía Juan Martin Queralt y donde estaba Manuel Broseta, Vicente Montesinos, Marita Boluda, José Carlos de Miguel, Toni Egea y Paco Espinosa. Hicimos una labor complicada en aquel momento, se tenía que convertir el VCF en SA y algunos tenían interés en conseguir la presidencia del Valencia como instrumento para sus negocios o su posicionamiento social. Fue una oportunidad perdida, ganamos el recurso contra el proceso de ampliación pero en segunda instancia perdimos la sentencia.
¿Cómo ves al Valencia Club de Fútbol en la actualidad?
Sigo siendo del Valencia pero este no es mi Valencia. Es otra oportunidad de que nos sintamos unidos, que nos estructure como sociedad, es verdad que también tenemos al Levante, de hecho yo me alegro cuando gana, y también el resto de equipos de la Comunidad Valenciana.
¿Qué harías si estuviera en tus manos la gestión del club?
Yo cumpliría todos los contratos, es imposible fichar en la misma temporada a tres entrenadores. Llevaría a la junta general unos criterios de contratación en la que pagaría en función de los resultados, el sueldo de los jugadores debería ser por objetivos. Así si el equipo funciona bien, genial. Hemos fichado por millones de euros a jugadores muy mediocres y encima no sentían los colores del Valencia.
