VALÈNCIA. “Totalmente insólita”. De esta forma califica el portavoz de Compromís en Carcaixent, el hostelero y cantante Enric Casasús, la decisión de su grupo de respaldar el presupuesto de su población presentado por el equipo de gobierno, compuesto en su totalidad por concejales del PP.
Carcaixent, localidad ubicada en la Ribera Alta que supera por escaso margen los 20.000 habitantes, vive desde el inicio de mandato una de las situaciones políticas más complicadas de la provincia. El PP ganó las elecciones y sumó seis concejales sobre 21, dos más de los que tenía hasta 2023.
No obstante, ni el grupo liderado por Carolina Almiñana ha conseguido desde entonces añadir más ediles a su gobierno ni el resto de partidos políticos logrado aglutinar los 11 que les permitieran configurar una mayoría absoluta. Esto ha significado que en la oposición quedan los cinco concejales de Units per Carcaixent (logró uno más que en 2019), los cuatro de Compromís (dos menos de los que obtuvo en los anteriores comicios), los cuatro del PSPV y los dos de Vox, partido que debuta en el hemiciclo.
En este casi año transcurrido de mandato, ni Almiñana ha logrado reforzar su equipo para alcanzar o asentar la mayoría absoluta ni la oposición ha encajado las piezas para sacar adelante una moción de censura. En casi todos los casos para cuadrar la suma hace falta la participación de la formación local UperC, algo que no parece factible para ninguna de las partes.
En cambio, se ha producido un acuerdo puntual para sacar adelante el presupuesto después de cuatro años de prórroga, ya que el anterior gobierno también dirigía la localidad en minoría, aunque con Compromís al frente en el pasado mandato.
"Somos conscientes de que es una decisión totalmente insólita y muy complicada en este tiempo y con la coyuntura actual con políticas regresivas de PP y Vox en la Generalitat. No obstante, la responsabilidad obliga a veces a asumir riesgos, sobre todo cuando está en juego el bienestar de tus vecinos", justifica Enric Casasús, portavoz de Compromís, en Onda Cero Alzira.
La alcaldesa, Carolina Almiñana, ha agradecido el anuncio tras "muchos meses de negociación" y que favorece "el bien municipal". Los votos de PP y Compromís suman diez sobre 21. Les falta uno para la mayoría absoluta que garantice la aprobación de las cuentas.
No obstante, la máxima munícipe ha anticipado la abstención de Vox, con dos concejales. Por tanto, el añadido de votos en contra previsiblemente de UperC y PSPV solo podría alcanzar los nueve. Ahora falta que ponga al fecha al pleno del inminente mes de junio y se debata el presupuesto para consumar el consenso.
"Es puntual, pero no se trata de un acuerdo buscado directamente con Compromís. Nosotros hemos ofrecido a todos los grupos lo mismo: diálogo para hacer un presupuesto de consenso. Hemos lleva a cabo muchas reuniones y hemos incluido propuestas de todos los grupos sin saber qué van a votar", indica la alcaldesa a este diario.
"Lo que ocurre es que Compromís es el partido que ha querido profundizar, concretar y materializar un acuerdo para que salga adelante el presupuesto y lo ha manifestado públicamente. Igualmente Vox desde el principio nos dijo que no iba a votar a favor, pero también ha planteado propuestas que hemos tenido en cuenta y han trasladado su intención de no bloquear", añade Almiñana, quien avisa que "hemos incluido propuestas de todos los grupos y de algunos de ellos no sabemos su intención de voto. Esperamos que cuando vean la propuesta que va a pleno aboguen por apoyar unos presupuestos que tanto necesita Carcaixent".
Por su parte, Casasús, también en declaraciones a Valencia Plaza, recalca que tanto la asamblea como la ejecutiva y el grupo municipal de Compromís han respaldado el voto a favor al presupuesto. "No es un pacto con el PP, sino un acuerdo para poder llevar a cabo puntos de nuestro programa y continuar proyectos iniciados en pasados mandatos. Es una oportunidad de reconocer lo hecho cuando teníamos la alcaldía", indica.
Más arbolado en la localidad, sombras en los patios de los colegios o la construcción de un sala de despedida en el cementerio serían algunas de las aportaciones de Compromís al reparto de los recursos. Además, la aprobación del presupuesto también les permitiría acceder a subvenciones de Diputación o Generalitat.
Este pacto puntual supone un respiro en la gestión de la alcaldesa del PP que dirige la localidad de la provincia posiblemente más difícil de gestionar -como mínimo, de entre las grandes- para su formación por la heterogeneidad de partidos y la dificultad de pactos. Esta última deriva tanto de divergencias ideológicas como de discrepancias personales.
También confirma que Compromís no escucha los cantos de sirena del PSPV para llevar a cabo una moción de censura, ya que ello implicaría, si quiere fructificar, el respaldo de Vox o de UperC, partido este último que supone "una línea roja para nuestra formación", tal como recalca Casasús.