La sede de la Fundación Chirivella Soriano acoge hasta el 13 de marzo la exposición, que muestra las caras de la homofobia, la crisis migratoria o el conflicto en Ucrania
VALENCIA. Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Puro cliché. En esta exposición, en ocasiones, sobran explicaciones; en otras, faltan. La World Press Photo 2015 llega a Valencia para quedarse, pues seguirá siendo su casa durante los próximos tres años, con una muestra que aglutina lo mejor del fotoperiodismo mundial en 140 instantáneas y que recibió a más de 7.000 visitantes en su anterior edición.
Los ‘Óscar’ del fotoperiodismo invaden desde hoy y hasta el próximo 13 de marzo el Palau Joan de Valeriola, sede de la Fundación Chirivella Soriano, entidad que coorganiza la muestra junto a la asociación cultural Doctornopo. Grosso modo, la selección muestra las múltiples intimidades escondidas tras noticias de gran magnitud, tales como la crisis migratoria europea o el conflicto armado en Ucrania. No en vano, la foto del año, firmada por el danés Mads Nissen, habla de la homofobia en Rusia desde un punto de vista que huye de la violencia.
Jon y Alex, una pareja gay de San Petersburgo, son los protagonistas de la imagen premiada, en la que se muestran en su pequeño apartamento. Un momento íntimo y con una carga emocional sutil y, al mismo tiempo, potente que contrasta con las violentas imágenes que completan la serie de Nissen sobre la situación del colectivo LGTB en la era Putin. Este año, como novedad, la imagen podrá ser disfrutada por personas con discapacidad visual, pues ha sido impresa en relieve aplicando la metodología Didú de estudios Durero. Como esta, no son pocas las piezas que optan por amplificar voces individuales con el poder de hablar sobre noticias globales.
Otra de las caras llega de la mano de Ronghui Chen, que presenta el retrato de Wei, empleado de una factoría de Yiwu, al este de China, que trabaja haciendo adornos de Navidad que, más tarde, se venderán en occidente a un precio irrisorio. Según la agencia de prensa del gobierno chino, el 60% de los elementos decorativos navideños que se vende en todo el mundo los producen 600 empresas ubicadas en Yiwu, en cuyas salas se trabaja 12 horas al día por un salario que oscila entre los 270 y los 400 euros al mes.
La muestra da el pistoletazo de salida cuando hace apenas unas semanas se confirmó que seguirá en Valencia durante tres años. "Una de las mejores cosas que le puede pasar a un proyecto cultural es que se consolide", afirmó durante la presentación Pablo Brezo, presidente de Doctornopo y director del proyecto, inauguración en la que también estuvo presente Manuel Chirivella, presidente de la Fundación Chirivella Soriano; Paul Ruseler, World Press Photo Senior Project Manager Exhibitions; Carlos Galiana, concejal de Relaciones con los Medios de Comunicación del Ayuntamiento de Valencia; Pablo Mazo, directos regional de relaciones institucionales de Heineken España, y Montserrat Corominas, directora adjunta de la Colección de Arte Banc Sabadell.
Manuel Chirivella enfatizó el "salto cualitativo" que se ha producido este año gracias a la colaboración del nuevo equipo de gobierno municipal. "Esta edición, en esta nueva etapa de regeneración democrática, ha contado con el apoyo expreso y explícito del Ayuntamiento a la exposición", indicó. Por su parte, Galiana señaló que espera que este sea "el principio" de una larga colaboración, pues el consistorio está "decidido a apostar por el arte y la cultura".
La representación española, aunque escasa, viene desde dos puntos de vista: el del creador y el del contenido. En la categoría de Corto Documental Online ha sido Carlos Spottorno el galardonado con el 3º Premio, gracias a su trabajo sobre la crisis migratoria y los refugiados, publicado como contenido multimedia en una microweb específica de El País y, también, en su suplemento semanal en formato fotográfico combinado con un artículo.
Es el italiano Gianfranco Tripodo, ganador del 3º Premio en la categoría Temas de actualidad, el autor de la segunda imagen con raíces españoles. En esta imagen muestra a un inmigrante que se esconde de Guardia Civil en Melilla, una captura que cuenta con alguna que otra hermana gemela. Eso sí, estas datan de los año 80. El hombre, escondido bajo un coche, consiguió evitar ser detenido.
Precisamente es la crisis migratoria en Europa uno de los temas más representados por los fotógrafos en la muestra, también centro de la impresionante instantánea aérea de una barcaza tomada por Massimo Sestini, aunque no el único. Destacado es el trabajo de Darcy Padilla, ganadora con el proyecto 'Amor de familia 1993-2014' en la categoría Proyectos a largo plazo, que se estrena en esta edición. En la serie de imágenes, Padilla se convierte en espectadora de la vida de Julie Baird, a quien conoció hace dos décadas en la recepción del Ambassador Hotel de San Francisco. Ella tenía 18 años, cargaba en sus brazos con su hijo -de apenas ocho días-, era seropositiva y tenía un historial de drogadicción.
Durante 21 años capturó cada momento de su vida y de su familia, pues siguió fotografiando a sus hijos tras la muerte de Julie, el 27 de septiembre de 2010. El proyecto de Boko Haram ha sido uno de los más aplaudidos, fotografías que muestran los objetos que quedaron tras el secuestro de más de 200 niñas en Nigeria. Guerra, enfermedad y, también, naturaleza, medio ambiente y deportes. La World Press Photo es la suma de muchos pequeños planetas. Únicos y universales.
Otro de los proyectos curiosos es el de Andy Roccheli, que retrató a varias mujeres rusas en sus hogares justo antes o después de posar para una página web de citas. También hay espacio para el humor -si no eres argentino-, con la imagen vencedora en la categoría de Deportes, que muestra al multimillonario jugador de fútbol Leo Messi absorto, casi como un niño, mirando esa Copa del Mundo que acababa de perder ante Alemania. Su autor, el chino Bao Tailiang, no dudó en sacar pecho por una victoria que, sin embargo, le vino a costa de la derrota del argentino. 1-0.