CASTELLÓ. El conflicto entre Irán e Israel añade un nuevo motivo de preocupación en la industria cerámica, que desde 2021 afronta diversas adversidades por el inestable contexto internacional. El azulejo mira con temor que una escalada bélica en Oriente Próximo agrave unos costes energéticos que los últimos meses habían logrado contenerse. No en vano, el TTF se sitúa actualmente en los 30 euros el megavatio hora, cuando en su momento más álgido, en agosto de 2022, alcanzó un máximo de 306 euros/MWh
La patronal Ascer expone que la contienda entre Irán e Israel principalmente "puede tener consecuencias en los precios energéticos", "al tener el del gas una alta volatilidad" y formar parte "de un mercado globalizado y sensible a inestabilidades".
Así, la amenaza que sobrevuela en el azulejo ante la posible guerra entre Irán e Israel es por una posible distorsión del mercado energético más que en las ventas. Una crisis energética que se había amortiguado en los últimos tiempos en el sector, que en estos momentos intenta superar la caída de la demanda de los mercados internacionales.
Ahora, la cerámica teme una vuelta del alza de los costes energéticos, y justo en un momento en el que empieza a percibir ciertos signos de recuperación en su actividad, tal como destacaron en la firma del convenio colectivo la semana pasada desde Ascer y los sindicatos de UGT y CCOO.
El azulejo aún se está recuperando de los enormes costes de energía que sufrió en 2021 y 2022 por la Guerra de Ucrania. La factura del gas natural, fuente que representa el 75 % del consumo energético del azulejo, fue en 2022 de 1.276 millones de euros, un 88 % más que en 2021. El gasto energético en el azulejo fue tal que ascendió un 300 % en 2022 respecto a 2020.
El precio de esta semana del TTF se encuentra en unos niveles razonables, en torno a los 30 euros el megavatio, estando por encima de la media de antes del conflicto de Ucrania ( era de 15 a 20 euros) pero muy lejos de los 300 euros que se registraron a mitad de 2022.
En 2023, el coste del gas natural empezó a bajar, llegando los 55 euros en noviembre hasta los citados 30 de la actualidad. Es por ello que las hostilidades entre Irán e Israel vuelven a generar intranquilidad en las empresas cerámicas por sus efectos en el precio del gas.
El impacto en las exportaciones también genera inquietud en cuanto a las ventas en Oriente Próximo, ya que tal como afirman desde la patronal, "cualquier situación de inestabilidad o de conflicto afecta a la economía y al normal funcionamiento del intercambio comercial". Pero la alarma en principio es menor respecto a la cuestión del gas porque todavía, recuerdan desde el sector, no hay una guerra abierta, siguen en curso las transacciones y este mercado ya arrastra dificultades por el conflicto de Gaza y la situación del mar Rojo.
Al respecto, las exportaciones en Oriente Próximo ya se han visto afectadas en el último año por el conflicto de Gaza y las restricciones en el mar Rojo. Israel era el sexto destino y se ha salido del top 10 tras descender los envíos un 39 %.
Por su parte, las ventas en Arabia Saudí y Emiratos Árabes, que son tras Israel los principales mercados en importancia de esta región, bajaron un 38 % y un 17 % respectivamente. La cuota en este mercado representa el 11 % del total de exportaciones.
Respecto a Irán, el azulejo no exporta allí desde 2020 por las sanciones que impuso el expresidente de EEUU, Donald Trump. El fin del embargo durante la era de Obama abrió las puertas de un nuevo mercado en el que llegaron a vender cerca de 70 empresas del azulejo de Castellón.
Pero la vuelta de los castigos económicos con Trump cerró este país a los exportadores cerámicos. Con lo que aquí los efectos del nuevo enfrentamiento armado son nulos por la ausencia de relaciones económicas.