ALICANTE. El concurso de acreedores de la firma ilicitana New Millennium Sports, distribuidora de la histórica marca de ropa deportiva Kelme, amplía la lista de interesados en el proceso, forzado por una sentencia que reconocía a un distribuidor panameño una indemnización de más de 3 millones de euros, como contó Alicante Plaza en octubre. A la mercantil K Sport, que es la que provocó la decisión de solicitar el concurso, se han sumado bancos, el Estado (Hacienda y Seguridad Social) y el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF).
El banco del Consell está a la cola de los créditos, según fuentes judiciales, ya que se ha personado en el concurso en su calidad de socio del fondo de inversión impulsado en su día para rescatar la marca Kelme, cuando la empresa original quebró. De esa operación nació New Millennium Sports, ahora controlada por la asiática Yuanxiang, al capitalizar en 2019 la deuda de la empresa española y tomar el 80% de la firma.
Con todo, y pese a no estar entre los acreedores privilegiados (como el fisco o la banca), el IVF reclama uno de los créditos más elevados del concurso, según las cifras facilitadas por fuentes de la Conselleria. Concretamente, 6,3 millones de euros, el doble de lo que reclama K Sport y que está en el origen del concurso. La Agencia Tributaria, por ejemplo, reclama algo más de un millón. A la cola figuran también las deudas del distribuidor de Kelme con Elche y Hércules, de varios cientos de miles de euros.
El juzgado de lo Mercantil 3 de Alicante, con sede en Elche, dictó a finales de diciembre una providencia en la que daba por presentado el informe inicial de la administración concursal, que incluye el inventario de la empresa y la lista de acreedores. El juez no ha suspendido las facultades de administración de la mercantil, sino que solo las ha intervenido, por lo que cada paso debe estar respaldado por el administrador concursal, el despacho ilicitano Galsan Consultores.
New Millennium Sports solicitó el concurso voluntario y como medida "defensiva" tras perder la reclamación de K Sport (recurrida al Supremo), con la intención de ganar tiempo hasta que se pronuncie el Alto Tribunal y reordenar su deuda para no quedar a merced de la ejecución de la sentencia. En este sentido, fuentes judiciales señalan que en estos momentos se está negociando el convenio de acreedores, aunque no pudieron ofrecer más detalles al respecto. El pasivo con el que New Millennium Sports fue a concurso ascendía entonces a unos 13 millones, casi la mitad con el IVF.
El objetivo, en todo caso, es superar el concurso, intentar ganar a K Sport en el Supremo y mantener la actividad de la empresa. Tras la pandemia, la empresa con sede en Elche ha pasado a facturar unos 6 millones de euros al año, lo que supone una importante caída de sus ingresos en España. Entre el activo de la empresa no figura la marca Kelme (propiedad de una nueva firma participada por Yuanxiang y el fondo de inversión), que estaría en principio a salvo del devenir del concurso.
La firma histórica de artículos deportivos fundada en Elche tuvo que ser rescatada en 2008 por la Generalitat, que impulsó un fondo de capital riesgo, Tirant, junto al grupo catalán Riva y García. Con la retirada del IVF de la empresa y la entrada de su socio chino (inicialmente, su distribuidor en la región) con el 80%, la empresa ha pasado a estar controlada por Jianxiang con Riva y García como socio minoritario.
La reclamación de la panameña K Sport se presentó en 2010, al considerar que Kelme había roto el acuerdo de distribución exclusiva en el país. El denunciante pedía inicialmente 12 millones de euros de indemnización, que se han quedado en 3,2 tras la sentencia de la Audiencia Provincial de Alicante. New Millenium Sports ha recurrido al Supremo.