El Consell legalizará dos centros de residuos en Nules y Betxí mientras que Benicarló ampliará su vertedero y reubicará el ecoparque
6/12/2021 -
CASTELLÓ. La Generalitat tramita la legalización de dos centros de gestión de residuos situados en Nules y Betxí. En primer lugar, ha aprobado la Declaración de Impacto Ambiental del proyecto para regularizar la antigua explotación dedicada a la extracción de tierra vegetal ubicada en el paraje La Rambleta, cerca del cementerio municipal de Nules.
La empresa Noulas Resevi pretende restaurar la antigua explotación, de 4.263 metros cuadrados, con residuos inertes. La mercantil se dedica actualmente a la gestión, recogida, tratamiento y revalorización de residuos de la construcción y la demolición. Para ello, cuenta con una planta de reciclado justo al lado de la antigua cantera.
En el caso de Betxí, el Consell ha emitido un informe de impacto ambiental favorable a la legalización del centro de gestión de residuos no peligrosos que posee la empresa Reciclados y Valorizaciones Onda en el polígono industrial Molí d’en Llop, cerca de la autovía CV-10.
La planta, de 4.186 metros cuadrados, gestiona residuos procedentes de envases de madera, biomasa, leña, restos de poda y de industrias de aglomerados y contrachapados. Se separan, se trituran y se reciclan para distribuirse a empresas productoras de tableros aglomerados o a plantas de producción de biomasa. La instalación posee una capacidad de almacenamiento de 1.000 toneladas y puede tratar hasta 50 toneladas diarias de material.
Por último, en Benicarló, el Ayuntamiento tramita un proceso de expropiación forzosa de terrenos en la Partida Clotals para ampliar y consolidar el vertedero de residuos inertes. La expropiación afecta a 7.525 metros cuadrados de suelo.
El consistorio también está inmerso en el proceso de cesión de uso de la parcela de 3.400 metros cuadrados ubicada en el Camí Encubert para la construcción y posterior gestión de un ecoparque municipal. El recinto sustituirá al ya ubicado junto al campo de fútbol Àngel Pitxi Alonso. El proyecto arrastra un retraso cercano a los dos años.