Pablo Casado e Isabel Bonig, en Valencia. Foto: MARGA FERRERVALÈNCIA. El desastroso resultado del PP en las elecciones catalanas del pasado domingo ha dirigido muchos diagnósticos de cargos del partido a la errática estrategia llevada a cabo a nivel nacional. Los descontentos, en una formación que suele tender más al orden y a la jerarquía, no se manifiestan en garrotazos públicos y se disimulan con el cierre de filas. Pero el cuestionamiento sobre la forma de dirigir el proyecto por parte de Pablo Casado y el equipo del que se rodea resulta evidente que existe.
El líder 'popular', sin embargo, descarta por ahora cambios en el organigrama de la dirección y desde Génova –denominación que dejará de usarse pronto tras el anunciado cambio de sede– únicamente apelan a la renovación de las estructuras territoriales tal y como estaba previsto. Lo cual ya ha reactivado la marejada en lugares como la Comunitat Valenciana.
En lo que coinciden todas las fuentes consultadas por este periódico es en la previsión de que primero se celebren los congresos provinciales pendientes y, posteriormente, los regionales allá donde no se gobierna. Una labor que, en principio, seguirá asumiendo el número dos del partido, Teodoro García Egea.
La intención es que los provinciales –en la Comunitat queda el de Castellón– hayan finalizado antes del verano –alrededor de junio–. La gran duda viene en el regional. Diversas fuentes coinciden en destacar que la cuestión no fue abordada este martes en el Comité Ejecutivo Nacional, pero cuando se pregunta por la fecha ya aparecen las discrepancias y el ruido.
Algunas voces señalan que la posibilidad de adelantarlo a los meses de julio o agosto está encima de la mesa para acudir a la convención nacional de otoño con las estructuras renovadas. Otras indican que los plazos se mantendrán como estaban previstos (es decir, finales de año). Y otras que ni siquiera se ha tomado todavía una decisión al respecto.
Pero lo cierto es que el runrún ha vuelto al partido tras las catalanas ante los escenarios que Casado se pueda plantear. Y en el centro, aparece de nuevo Isabel Bonig. La presidenta del PPCV siempre ha mostrado su intención de presentarse de nuevo para tratar de revalidar su liderazgo y asegura que cuenta con el apoyo del líder nacional. Aun así, la sintonía entre ambos nunca ha sido la mejor y desde hace tiempo se da por hecho que la dirección nacional impulsará otra candidatura como la del presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón.
Teoría que cobra fuerza estos días por el alineamiento de Bonig –también en el análisis a raíz de los comicios en Cataluña– con líderes 'populares' considerados críticos con Casado, como el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, o el de Andalucía, Juanma Moreno. La diferencia entre ellos, según apuntan algunas fuentes, es sustancial, puesto que los dos últimos gobiernan en sus respectivos territorios y ella no. Motivo por el que, aseguran, el líder del PP "toma nota".
Todo ello, aun así, y por muchos vaticinios que aparezcan en las cabezas pensantes del partido, dependerá de la evolución de la pandemia. Para ejemplo, el de los congresos locales en la provincia de Valencia, que inicialmente tenían que comenzar a finales de enero pero quedaron pospuestos ante las malas cifras. Algunos municipios habían solicitado realizarlo este fin de semana, pero tampoco podía ser debido a que el comité ejecutivo provincial, que ha de aprobar el reglamento, no se ha reunido todavía –es probable que lo haga los próximos días–.
Este órgano, además, es el que ha de gestionar las peticiones de las localidades sobre la modalidad del cónclave, presencial o telemático, lo cual exige diferentes mecanismos. La previsión que ahora se maneja es que a primera semana de marzo pueda darse el pistoletazo de salida.
