El analista de XTB ve oportunidad de compra en los bancos cotizados, muy especialmente en los estadounidenses ante la buena marcha de la economía americana
MADRID. La economía estadounidense sigue haciéndolo francamente bien. Con la mirada puesta casi de manera exclusiva en la inflación, debemos contemplar solamente dos entornos: la inflación por debajo del 2% es una clara oportunidad y, por encima, modificaría la actuación sobre la política monetaria.
Trump sigue sin perturbar la política monetaria de Yellen al no realizar ningún tipo de actuación, lo que genera tranquilidad a la FED que no ve ningún tipo de sobresalto en el horizonte por cuanto éste actúa de manera verbal. El último movimiento que plantea el presidente norteamericano se focaliza sobre el plan estratégico energético de Estados Unidos, ya que pretende vender las reservas de crudo norteamericanas para conseguir hacer caja, generando así un incremento en tesorería importante.
Este movimiento abarataría sobremanera el coste del crudo y en un movimiento especulativo podría rearmar sus reservas en una corta temporalidad a unos precios mucho más baratos. Dicha actuación parece ser únicamente una nueva estrategia de Trump para seguir abaratando el precio del petróleo.
La poca volatilidad ha sido la tónica habitual en las últimas semanas. Un mercado huérfano de acontecimientos provoca letargo tanto a la hora de comprar como a la hora de vender, siendo este motivo el causante de un decremento en el volumen en general. Con independencia de los diferentes escollos que nos hemos ido encontrándonos durante todo el año, estamos ante una tesitura muy similar a la vivida durante el 2014, con un mercado tranquilo y en una tendencia alcista pulcra.
Dentro de esta situación sigue llamándonos la atención el sector bancario; el recorte en los últimos días ha sido lo más notable, y aunque la tendencia sigue siendo alcista, el miedo a una no actuación por parte de Trump despierta incertidumbre. Muy especialmente porque todo ello desataría poca credibilidad y mayores actuaciones por parte de la FED. Aunque la probabilidad de modificar los tipos de interés en la siguiente reunión está por encima del 80%, situación óptima, lo que otorga un mayor retorno para las entidades financieras americanas. Para el largo plazo, la inversión bancaria en Estados Unidos es una clara alternativa, pero para el corto podría generarse incertidumbre por el todavía impreciso tándem Trump-FED.
Por su parte, la renta fija comienza de nuevo a recuperar el atractivo. Los bonos y letras que se situaban en terreno negativo salen del mismo y aquellos que tenían ya una rentabilidad positiva, siguen incrementándose. Aun en esta situación, el interés sobre la deuda se ha visto recortado, situación que se ha dado en prácticamente en todos los mercados.
Sin embargo, esta tónica podría cambiar en los próximos meses sobre todo si se incrementan tipos dentro de la economía norteamericana. Recordemos también que este tipo de negocio es fundamental para las entidades financieras, pues el movimiento de mercado y el volumen es crucial para ver unos resultados positivos en próximos trimestres.
La alternativa de inversión dentro del sector bancario sigue siendo interesante, especialmente en la economía norteamericana.
Jorge López es analista de XTB