PEDREGUER (Antonio Martín/EFE). Cambiar un hábito tan norteamericano como ir de compras en coche por caminar a la tienda con un carrito de ruedas fabricado en España, con el objetivo de promover un estilo de vida más saludable, el comercio de proximidad y reducir la contaminación.
Este es el reto del programa pionero 'Walk to shop' que desarrolla la empresa número uno de carros de la compra de España y de los principales europeos, Rolser, con sede en Pedreguer (Alicante), en el estado federal norteamericano de Vermont, uno de los más 'verdes' de Estados Unidos por sus políticas para conservar el planeta.
La directora ejecutiva de Rolser, Mireia Server, ha explicado a EFE que ya han vendido 3.000 unidades de un modelo de carro de color verde lima de dos ruedas con un peso de 1,48 kilos, una bolsa de 43 litros y un chasis de aluminio reciclado al 90 por ciento.
Esta compañía familiar alicantina de tercera generación diseña sus productos pensando en la sostenibilidad y el entorno con una estrategia de 'Think Green' (conciencia ecológica) que tiene entre sus lemas que "caminar es una manera maravillosa de transportarse", y a través de la ONG Net Zero fue contactada por las autoridades estadounidenses para esta ambiciosa idea que comenzó a implantarse en la ciudad de Burlington.
Según Server, nieta del fundador y que comparte CEO con su primo Vicent Server, se busca concienciar para "no coger tanto el coche" y evitar bolsas de plástico con la ayuda de sus carritos (allí llamados 'shopping cart'), que además de la compra también son usados allí para otros fines, como llevar la ropa a la lavandería porque muchos apartamentos carecen de lavadora, como mochila con ruedas para ir al colegio o, incluso, para el pícnic.
El proyecto va a más como se refleja que en 2019 se enviara una muestra de 13 carros y que las remesas hayan aumentado progresivamente a 51 en el 2020 de la pandemia, a 123 en 2021, 910 en 2022, 822 en 2023 y haya tomado aún más auge en los últimos meses, con 908 en lo que va de año a bordo de contenedores desde el puerto de Valencia vía Montreal, ya que Vermont es limítrofe con Canadá.
"Queremos contribuir a pequeña escala a caminar más y a contaminar menos", ha apuntado la directora ejecutiva de Rolser, quien ha asegurado que el proyecto avanza desde Burlington a más ciudades de Vermont e, incluso, se estudia ampliarlo a otros estados.
Otro de los destinos de Rolser es Japón, un mercado consolidado para el que se fabrican carros con chasis más pequeños para adaptarse a los condicionantes de estatura de la población y a sus costumbres, ya que hacen compras más a diario y cuentan con hogares más reducidos por la sobrepoblación del archipiélago.
El mercado nipón ha tirado de otros cercanos como Singapur, China y Hong Kong y países del este de Europa y han ayudado a situar la facturación anual de la compañía en torno a los 20 millones de euros.
Rolser produce desde su fábrica de Pedreguer medio millón de carros al año, el 70 por ciento al mercado español (donde es líder con el 60 por ciento de la cuota) y el 30 restante a decenas de países de los cinco continentes, principalmente europeos (Francia el que más), iberoamericanos y también del lejano oriente.
El compromiso ambiental de la firma de la Comunitat Valenciana ha recibido reconocimientos como el 'Eco choice' de la feria espacializada 'My Now' de Nueva York en 2019, o el prestigioso de diseño 'Red Dot' de 2022 por un modelo (Clec Termo Eco 8 Plus) cien por cien reciclado y reciclable.
Además, el Museo de Arte Moderno neoyorkino (MoMA) ha incorporado en 2023 un carro Rolser a su tienda como reconocimiento a su diseño y capacidad para resolver problemas cotidianos de las personas desde una perspectiva sostenible