VALÈNCIA (EFECOM). Trabajadores de Vodafone han protestado este miércoles ante la sede de la empresa en València por el expediente de regulación de empleo (ERE) planteado para un total de 1.198 trabajadores y han reclamado acuerdos "razonables" para las salidas y garantía de futuro para los empleados que permanezcan en la compañía.
La protesta forma parte del calendario que contempla huelgas parciales en todas las provincias españolas donde opera Vodafone para este miércoles y el 16 y 17 de julio, y huelgas de jornada completa para este jueves con concentraciones frente a los ministerios de Transformación Digital y de Trabajo.
La concentración en València se ha desarrollado de 10:00 a 12:00 horas de la mañana convocada por UGT, que considera "desproporcionado" el ERE planteado para un total de 1.198 trabajadores, el 36,65 % de los 3.268 empleados con los que cuenta Vodafone en España.
También considera que imposibilita seguir ofreciendo el servicio adecuado a los usuarios de la marca. Según denuncia el presidente del Comité de empresa de Vodafone España, Rafael Alemany, "nos encontramos con un proceso que parte de una compra por parte de un Fondo de Capital Riesgo (Zegona) donde se busca rentabilizar la inversión en el menor tiempo posible, sin atender la situación".
Alemany ha defendido durante la protesta un acuerdo "más consensuado" con la empresa, que está "saneada" y presenta un índice de empleado por facturación mejor que otras compañías como Orange y Telefónica.
Asimismo, cuando habla de pérdidas, se basa en un porcentaje tan pequeño respecto a la facturación que quitando el coste de la marca, "ya no está en pérdidas", asegura Alemany, quien añade que los acuerdos que plantea la empresa están "muy por debajo del sector".
Según Alemany, más de la mitad de la plantilla tiene más de 50 años y tendrá complicado "reinventarse".
Ha criticado que Vodafone "no está por la labor de buscar una solución razonada", ni siquiera lo que ha ofrecido en ocasiones anteriores, y considera que con estas medidas la empresa está demostrando "su menosprecio hacia la plantilla", al tiempo que reclama al Gobierno medidas de apoyo al sector y a la plantilla.