VALÈNCIA. Se valen de las metodologías ágiles para concebir y validar las ideas de negocio así como de las nuevas tecnologías para automatizar procesos y hacerlos escalables. Se diferencian, sin embargo, del emprendimiento estartapero de moda en que ellos no se proponen crecer a toda costa ni tienen en el horizonte la opción de levantar tantas rondas de inversión como la categorización de unicornio exige.
En la Comunidad de Castilla y León y la provincia de Cáceres opera la Fundación Tatiana Pérez de Guzmán el Bueno dentro de la cual, en su área de Juventud, se incluye un programa enfocado a impulsar el emprendimiento en las zonas referidas.
Daniel García-Moreno es el coordinador del programa de emprendimiento que acoge ahora a un total de 50 proyectos para ser mentorizados. Los hay de todo tipo y edades, desde un emprendedor de 17 años hasta de 84 años que son los que tiene Martha Peach, una de las fundadoras de Natural Lana. Se encargan de aprovechar la lana que se desecha de las ovejas para refinarla de forma artesanal creando prendas de alta calidad.
Por el mismo programa pasó en sus orígenes el proyecto de Nagami, incluido en la lista Forbes entre los más creativos. Se trata de una empresa emplazada en Ávila que se presenta como “una marca que explora el futuro del diseño en una nueva era tecnológica”. El proyecto se centran en el diseño y creación de piezas de gran tamaño para la decoración, infraestructuras, etc.
Hasta la fecha, Nagami ha desarrollado gran variedad de proyectos centrados en el diseño computacional, la automatización y los métodos de construcción sostenible, especialmente la impresión 3D a gran escala con plásticos reciclados. Su obra forma parte de la colección permanente del Centro Pompidou (París) y se ha expuesto en todo el mundo en lugares como el Victoria & Albert Museum (Londres), el Design Museum de Canadá (Toronto), el Design Museum (Londres), la Royal Academy of Arts (Londres), la Zaha Hadid Design Gallery (Londres) y el Philadelphia Museum of Art. Suya es también parte de la decoración de CaixaForum en Valencia.
La empresa, que arrancó en casa de uno de los tres socios fundadores -todos arquitectos- ha cambiado de nave tres veces durante los últimos años hasta ocupar la que ahora tienen de 4.000 metros cuadrados donde trabaja un equipo de 15 personas. Aquí es donde imprimen en 3D sus grandes piezas con unos brazos robotizados desarrollados por ellos mismo, igual que el software que controla todo el conjunto. La compañía anda ya por los 3 millones de facturación y es ahora cuando quieren acudir a su primera ronda de inversión con la que esperan conseguir 6M de euros para expandirse por otros mercados.
Valga el ejemplo de Nagami para constatar que el emprendimiento slow no desmerece en absoluto a calidad de un proyecto. Según García-Moreno, lo que caracteriza a los emprendimientos slow que ellos impulsan tiene que ver más con la calidad de las personas que con la de los proyectos. “Si trabajas lo primero, al final salen las cuentas”, afirma el coordinador del programa.
Otra de las características que les identifican es haber desarrollado orgullo de pertenencia a una comunidad, de aquí que muchos opten por desarrollar sus ideas de negocio sus entornos rurales de nacimiento. Es el caso de AgroNexus, una startups fundada por Mario García Jiménez y Pablo Jiménez que se ubica en Muñochas, con 23 habitantes, según Wikipedia.
Lo suyo es una agrotech que quiere acercar las nuevas tecnologías a los pequeños y medianos agricultores. Para ello han desarrollado un software de agricultura de precisión basado en los datos que obtienen a través de sensores de IoT, drones e imágenes satelitales al objeto de tomar decisiones informadas para optimizar la productividad de sus cultivos. “Nuestra ambición principal es poder resolver los problemas de los pequeños agricultores y generar riqueza en la zona- afirma Mario García- Al fin y al cabo, ambos fundadores estamos muy ligados a esta tierra, aunque seamos la única empresa tecnológica del municipio”.
También entiende David Vidal Andrés que su nuevo emprendimiento, manifestacionhoy.com entra dentro de la categoría slow. Lo que acaba de lanzar este valenciano es una solución para difundir todas las concentraciones reivindicativas y manifestaciones que se organizan en Valencia, Barcelona y Madrid. La idea es ir escalándolo y abarcar todo el territorio nacional antes de dar el salto a otros mercados.
“Cierto que todas las manifestaciones que se convocan tienen que anunciarse antes y ser autorizadas por el Ministerio de Interior, pero no es una información que hagan pública, así que al final todo depende de la capacidad divulgativa del convocante. Cuando se trata de partidos políticos o las centrales sindicales mayoritarias, no hay problema, porque todo el mundo se entera, pero las restantes pasan en su mayoría desapercibidas porque la gente no llega a enterarse. Con esta solución quiero dar voz a todos los colectivos minoritarios que tengan algo que decir en defensa de cualquier tipo de desigualdad o denunciar de injusticias. Quedan fuera todos aquellos que van contra los derechos fundamentales o fomentan el odio”, explica Vidal Andrés.
Su perfil como organizador de la manifestación del Orgullo en Valencia y experto en marketing y posicionamiento SEO le han ayudado a diseñar diversas líneas de ingreso en un proyecto que, a priori, puede parecer poco rentable. La primera es la creación de una herramienta poderosa que aparece al final de la web en la que se pregunta al usuario las causas por las que le interesaría manifestarse. En el cuestionario se pide el consentimiento explícito de los usuarios para recibir información de convocatorias relacionadas con sus temas de interés. Esto, al final, se convierte en una útil base de datos segmentada para los convocantes, una especie de negocios de clasificados.
Otras formas de monetizar son a través de los típicos banners o la recepción de donaciones procedentes de simpatizantes con la causa.
“Claro que emprender con un propósito implica querer mejorar algo antes que forrarte, pero si quieres impactar de verdad, también tienes que perseguir una empresa rentable y perdurable en el tiempo”, dice David Vidal quien tampoco hace ascos al uso de la tecnología a la hora de crear un proyecto slow.