VALÈNCIA. Parece que nunca llegaría el momento, pero el Museu de la Mar de València, uno de los proyectos expositivos más ambiciosos de la Concejalía de Cultura, empieza a dislumbrar el inicio de su actividad en los próximos meses. La Junta de Gobierno de ayer aprobó una modificación del proyecto a raíz de unos descubrimientos arqueológicos que se han documentado y protegido, y han obligado a alzar unos metros la construcción de la nueva edificación que acompaña la rehabilitación de la mítica Casa dels Bous del Cabanyal.
La Junta de Gobierno también puso una fecha para la finalización de las obras: 31 de enero. La contrata tendrá que entregar entonces las llaves de un conjunto que combina un proyecto museográfico y divulgativo, otro de conservación arqueológica, y otro de actividades culturales.
Ayer, la concejala Gloria Tello visitó las obras con varios técnicos de su departamento para ver el avance de las obras y comprobar que, en este caso, cada dato y cada historia que se descubre del espacio, supone un nuevo reto. Es el caso de la Casas de Les Tenyidores, un microbarrio de 36 casas de poco más de veinte metros cuadrados que estuvo ocupado hasta la riada del 57. En la adecuación de estos espacios, se han podido presevar los elementos más significativos y la edificación íntegra de tres de ellas, y la planta del resto.
Ya en lo relativo a la propia Casa dels Bous, se ha encontrado un segundo reloj de sol que estaba bajo una capa de alquitrán y que se sitúa en la fachada opuesta al otro emblemático. Según algunos estudios, se trataría de uno de los relojes de sol más antiguos conservados en la ciudad y marcaría la hora de vuelta de las barcas. Las marcas horarias son piezas cerámicas y el conjunto es muy colorido.