VALÈNCIA. (EP) La Diputación de Valencia tiene en marcha las obras de la segunda fase de la Variante Norte de Bétera, un proyecto que prolonga en un kilómetro la nueva ronda hasta la conexión con la CV-333 en dirección a Olocau y que completará la actuación para desviar los 12.000 vehículos diarios que atravesaban Bétera y regular el tráfico en diferentes carreteras con elevada intensidad que confluyen en los alrededores del municipio del Camp de Túria.
Con un presupuesto de adjudicación de 3.223.376 euros y un plazo de ejecución de nueve meses, los trabajos de la segunda fase de la Variante de Bétera arrancaron a finales de julio con las tareas de desbroce, demolición de vallados y reposición de servicios afectados.
En la actualidad se han iniciado los movimientos de tierras en el tramo de aproximadamente un kilómetro que conecta la glorieta del acceso norte a Bétera con la glorieta existente en la CV-333 en dirección a Olocau, que será ampliada para establecer las conexiones con la urbanización la Masía y la nueva ronda, según ha indicado la institución provincial en un comunicado. La conexión de la CV-310 con la CV-333 dará continuidad al trazado de cinco kilómetros abierto al tráfico hace poco más de un año y que permite descongestionar los accesos a Bétera.
El responsable provincial de Infraestructuras, Rafa García, ha indicado que el objetivo de la obra es "ampliar la intersección giratoria para establecer todas las conexiones necesarias entre la nueva variante y la CV-333, incluido el acceso a la urbanización La Masía y un acceso más directo a la base militar de la OTAN sin necesidad de atravesar las calles de Bétera".
En el apartado técnico, el nuevo tramo de la Variante Norte de Bétera contempla la ampliación de los arcenes de 1,50 a 2 metros para reforzar la seguridad de los ciclistas deportivos, mientras que se habilitará un carril bici segregado dirigido a los usuarios más vulnerables, caso de ciclistas ocasionales o en edad infantil.
Con esta vía alternativa para dirigirse hacia Náquera y Olocau sin necesidad de atravesar el municipio, la corporación provincial mejora la seguridad de la CV-310, la CV-336 y la CV-333 y ofrece una nueva carretera "moderna y respetuosa con el medio ambiente".
Con una inversión global de más de 18 millones de euros por parte de la Diputación, el trazado cuenta con un microaglomerado fonoabsorbente y drenante en la rodadura que disminuye la contaminación acústica y se traga el agua que es expulsada fuera de la calzada.
En cuanto a la integración paisajística y cultural con el entorno, la nueva carretera cuenta con vía ciclopeatonal, el ajardinamiento de las glorietas con especies arbóreas autóctonas y un mirador en una de ellas con vistas a la Torre Bofilla, uno de los elementos patrimoniales de Bétera.