VALÈNCIA. Valencia tiene una cita importantísima con Europa. En unas horas se conocerá el veredicto que dictamine qué ciudad se lleva el título de Capital Europea de la Innovación. Las apuestas aún están abiertas pero Valencia parte como favorita entre las seis finalistas.
En el programa de Plaza Radio, Hablamos de Europa, nos han visitado dos de los artífices que han conseguido que Valencia haya llegado tan lejos. Carlos Galiana, concejal de Innovación del ayuntamiento de Valencia y David Rosa, subdirector técnico de Las Naves.
El galardón viene acompañado de un millón de euros pero, como señala Galiana, “lo más importante es que seremos referencia mundial y modelo de ciudad sostenible, saludable, compartida y emprendedora. Significa poner a Valencia en el mapa”.
El subdirector técnico de Las Naves, que es el centro de innovación del Ayuntamiento, destaca que si Bruselas se decanta por la capital del Túria sería el colofón de un trabajo bien hecho”. No hay que olvidar que Valencia, con su proyecto Missions 2030, ya ha pasado varias cribas. En agosto quedó entre las doce finalistas y a principios de septiembre este número se redujo a la mitad. Valencia compite en la fase final con otras cinco ciudades: Cluj-Napoca (Rumanía), Espoo (Finlandia), Helsingborg (Suecia), Lovaina (Bélgica) y Viena (Austria). Ya en la fase anterior, Valencia era la única representante española en la lista de doce ciudades
David Rosa ha destacado que lo que diferencia a Valencia de las otras cinco ciudades europeas, entre ellas Viena o Lovaina y que pueden hacerla ganadora, es que reúne dos características claves. Por una parte, tiene el tamaño ideal. No es ni muy grande ni muy pequeña. "Esto permite desarrollar proyectos piloto de forma más eficiente. En ocasiones si es la urbe es muy grande solo pueden escoger un barrio mientras que si es muy pequeña no se puede hacer de la misma manera. Este es un gran atractivo que la diferencia de otros lugares".
Valencia también juega con ventaja sobre otras candidatas por la transversalidad del proyecto: “La innovación está al servicio de lo que la ciudad necesite”, insiste David Rosa quien opina que las ciudades que podrían quitarle el galardón a Valencia son Viena, que ha llegado varias veces a la final y la rumana Cluj-Napoca.
El concejal de Innovación destaca que Europa también ha valorado el consenso obtenido. El proyecto Missions València 2030 se aprobó en el pleno del Ayuntamiento prácticamente por unanimidad: 31 de los 33 concejales votaron a favor. Sólo se opusieron los ediles de Vox. “Esto demuestra que es un proyecto de ciudad. Desde el europarlamentario popular González Pons, hasta el líder del PP o el de Ciudadanos en el Ayuntamiento, se han mostrado dispuestos a colaborar en todo momento. No es un proyecto de Gobierno, no es flor de un día, sino que va a continuar en el tiempo muchos años”, resalta Galiana. Para conseguir este resultado se han tenido que hacer concesiones e incluso retirar el proyecto del orden del día del pleno y retrasarlo a otra sesión para consensuar el texto con la oposición”.
Un consenso que el equipo liderado por Galiana quiere obtener también en la definición y aprobación de las Misiones que cambiaran València durante los próximos diez años. Algunas de estas misiones se definirán desde el ámbito político pero otras tendrán su origen en la ciudadanía porque, ante todo, se busca la participación de la población y de todos los sectores.
David Rosa revela que incluso han querido poner nombre a esta lluvia de ideas: La constelación de proyectos englobará las aportaciones que puedan llegar y que enriquezcan a las misiones: “ cualquier idea, venga de donde venga, que aporte valor a los objetivos de las misiones es bienvenida. Hay que romper con la idea de que solo las universidades son las que van a contribuir. De momento, los ciudadanos o entidades se pueden comunicar a través de la página web Missionsvalencia.eu y en breve se habilitarán otros canales.
Carlos Galiana comenta que el nombre y la estrategia de Missions 2030 se inspiró en las misiones del programa Apolo de EEUU que consiguieron el primer alunizaje con descenso tripulado de la historia. Algo que parecía imposible, ocurrió. Lo que sucedió no solo permitió que la aeronáutica y la informática se desarrollaran sino también que se innovara en sectores claves para el éxito de la misión. Más tarde, los productos pensados para la misión. La NASA registró más de 6000 patentes durante la investigación.
El objetivo es que cualquier actividad, sector tecnológico o fuente de conocimiento, incluidas las humanidades, proponga ideas y proyectos que influyan en la misión. Aunque las misiones aún no están aprobadas, Galiana pone como ejemplo que, algunas de ellas podrían ser reducir el 90% de los micro y nanoplásticos de las playas de Valencia que constituyen un problema medioambiental y de salud gravísimo, mejorar la calidad del agua de la Albufera, reducir la obesidad infantil, que Valencia se convierta en ciudad neutra en emisiones de carbono o que los más mayores puedan vivir de forma independiente más años. Estas serían las misiones. Y para ello se debe pedir a la robótica, a las ciencias de la educación y a otras áreas que propongan soluciones para conseguirlas
Al igual que mucha gente no creía que el hombre llegaría a pisar la Luna hay proyectos que hoy parecen ciencia ficción pero que en unos años serán realidad
Las naves y la concejalía de Galiana han elaborado un conjunto de veinte desafíos concretos orientados a las áreas de Missions: ciudad sostenible, ciudad saludable, ciudad compartida y ciudad emprendedora.
Es fundamental la participación de todos los sectores de la sociedad valenciana. Para ello, se debe fijar el problema o la misión y que todo el ecosistema, las cuatro hélices, trabajen para solucionarlo. Es decir, el sector privado, los centros educativos y tecnológicos, la sociedad civil y el sector público deben trabajar para conseguir los objetivos de Missions València 2030.