VALÈNCIA (EP). Enagás registró unas pérdidas de 130,2 millones de euros en los nueve primeros meses del año, frente a las ganancias de 258,9 millones de euros en el mismo periodo del ejercicio anterior, debido a la minusvalía contable de 363,71 millones de euros por la venta de su participación del 30,2% en la estadounidense Tallgrass Energy, informó la compañía.
El beneficio neto, sin incluir el impacto de la rotación de activos por esta operación de Tallgrass y por la venta en 2023 del gasoducto de Morelos, alcanzó 233,5 millones de euros, un 7,8% superior al registrado en el mismo período de 2023.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) a cierre de septiembre del grupo dirigido por Arturo Gonzalo se situó en los 572,8 millones de euros, con un aumentó del 0,1%, en unos resultados que han amortiguado el impacto del marco regulatorio 2021-2026.
El gestor del sistema gasista español destacó que con estos resultados el beneficio después de impuestos en los nueve primeros meses del año evoluciona para superar el objetivo anual actualizado en julio, que se situaba en una horquilla de 270-280 millones de euros, sin incluir la rotación de activos, y de unas pérdidas de 90-80 millones de euros, incluyendo la minusvalía contable asociada a la venta de Tallgrass Energy.
Respecto al objetivo de Ebitda, el grupo estimó que al final del ejercicio se situará en la parte alta del rango entre 730 y 740 millones de euros.
Asimismo, mantiene su compromiso de dividendo de un euro por acción para el periodo 2024-2026, con una política de dividendo sostenible más allá de 2026, acorde a los flujos de caja.
Además, la compañía tiene previsto presentar la actualización de su Plan Estratégico coincidiendo con la presentación de resultados anuales, en el primer trimestre de 2025.
A finales del pasado mes de julio, Enagás cerró de la venta de su participación en Tallgrass Energy por 1.100 millones de dólares (unos 1.018 millones de euros), para afrontar el ciclo inversor del hidrógeno, reforzar el balance y dar solidez a la política de dividendos de la compañía, así como su sostenibilidad a largo plazo.
Esta operación ha tenido un impacto positivo en el perfil financiero y de negocio de Enagás, permitiéndole reducir su deuda neta en casi 1.000 millones de euros, situándose en los 2.421 millones de euros.
En concreto, los fondos generados con la venta se han empleado en amortizar anticipadamente 700 millones de dólares (unos 647 millones de euros) de deuda bancaria. Además, con el resto de la caja disponible se repagará parcialmente un bono de 600 millones de euros, con vencimiento en febrero de 2025.
Así, después de la operación de venta de Tallgrass, el objetivo de deuda a final de año se sitúa en alrededor de 2.400 millones de euros, en sus niveles más bajos desde 2008, y esta cifra se mantendrá en 2026.
De esta manera, las agencias de calificación S&P y Fitch han mejorado el rating del grupo de 'BBB' a 'BBB+', y Moody's ha elevado su perspectiva del rating 'Baa2' a 'positiva'.
En lo que respecta al sistema gasista español, Enagás destacó que sigue funcionado con una disponibilidad del 100%, en un año marcado por los conflictos internacionales en Oriente Próximo y Ucrania. Durante los nueve primeros meses del ejercicio, España recibió gas natural de 12 países diferentes.
En este ámbito y siguiendo la indicación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el pasado 12 de agosto Enagás activó -cinco meses antes del límite impuesto por la Unión Europea- el procedimiento que establece la metodología para el seguimiento, control y autorización de las cargas de GNL realizadas en el sistema gasista español, cumpliendo con el paquete de sanciones de la Unión Europea aprobado a través de la Decisión del Consejo Europeo (PESC) 2024/1744 de 24 de junio.
Además, tras las últimas subastas de capacidad de plantas de regasificación realizadas, hay contratados 2.189 slots de descarga de gas natural licuado (GNL) y 950 de carga hasta 2039.
En lo que respecta a los almacenamientos subterráneos, finalizaron septiembre al 100% de llenado, nivel que se alcanzó a mediados de agosto, con lo que España es el país de Europa -con Portugal- que más rápido ha alcanzado este nivel, anticipándose a las obligaciones establecidas por la normativa europea. A fecha de hoy, los almacenamientos continúan al 100% de llenado.
Respecto a la demanda industrial en España, en los nueve primeros meses del año se mantiene la tendencia positiva, con un incremento del 3,1% hasta alcanzar los 131,7 teravatios hora (TWh), impulsado por los sectores del refino, químico, farmacéutico y cogeneración.
Este último sector ha experimentado un aumento del 13% respecto a la actividad de los meses previos a la aprobación del nuevo marco regulatorio de la industria de cogeneración.
Mientras, la demanda convencional -que incluye la industrial- creció en este periodo un 2,3%. La demanda total descendió un 8,6% en los primeros nueve meses de 2024, respecto al mismo periodo del año anterior, debido fundamentalmente a la caída de la demanda de gas para generación eléctrica del 33%, por la mayor aportación de las renovables a la generación eléctrica y las altas temperaturas durante el invierno de este año.