Encuestas navideñas

Muy mal lo tiene que hacer un alcalde para, después de ocho años gobernando, quedar tercero en un sondeo electoral muy por detrás de sus dos principales rivales. Un sondeo hecho por el propio Ayuntamiento de València con 2.500 encuestas a pie de calle, que es una muestra amplísima e innecesariamente cara para una ciudad del tamaño del Cap i casal.

El Barómetro municipal hay que mirarlo con cierto escepticismo, aunque no tanto como el CIS de Tezanos, que esta semana ha publicado una encuesta electoral autonómica que comentaré más abajo. El Barómetro de Galiana dejé de creérmelo el día que salió que en València no había nadie que leyera Valencia Plaza. Hoy lo vuelvo a coger con pinzas para comentar la parte del sondeo electoral, cuyo resultado negativo para Compromís contrasta con los notables altos y sobresalientes que obtienen los servicios municipales.

La sorpresa del Barómetro presentado este viernes, en relación con los sondeos privados publicados en los últimos meses, es que la rival de María José Catalá (PP), quien encabeza la carrera por lograr alcaldía de València, no sería Joan Ribó (Compromís) sino Sandra Gómez (PSPV-PSOE), quien superaría con creces al actual alcalde. Traducido en número de concejales –el Barómetro solo ofrece porcentaje de intención de voto, pero hemos hecho los cálculos–, el PP obtendría 12, el PSPV 10, Compromís 7 y Vox 4, lo que volvería a arrojar una ajustada mayoría de izquierdas (17 de 33 concejales), pero justo al revés que en 2019, cuando Compromís obtuvo 10 ediles y el PSPV 7.

No obstante, el Barómetro ofrece los porcentajes en bruto y es necesaria la cocina. La llamada cocina de los sondeos es muy necesaria aunque esté desprestigiada desde que el masterchef José Félix Tezanos pasó sin solución de continuidad de hacer encuestas en el PSOE a dirigir el CIS. (Inciso: no veo entre los 3.152 nuevos términos y acepciones incorporados al Diccionario de la RAE este año la acepción de ‘cocinar’ en relación con las encuestas, a pesar de su uso muy extendido. Sería algo así: "En los sondeos, especialmente los de intención de voto, ajustar el resultado bruto tras ponerlo en relación con otras respuestas de los encuestados").

En la que nos ocupa, hay un detalle no menor que explicaría el exagerado adelantamiento socialista sobre Compromís, y es la pregunta sobre recuerdo de voto. El resultado en 2019 fue Compromís 10, PP 8, PSPV 7, Ciudadanos 6 y Vox 2. Bien, pues la respuesta a esta pregunta arroja un empate en cabeza de PP y PSPV, con Compromís muy por detrás y Vox por delante de Ciudadanos. Casi nadie parece recordar haber votado a Fernando Giner. También es curioso que el 1% de los encuestados recuerden haber emitido un voto nulo.

Hay gente que miente, se olvida o mezcla su recuerdo con su actual intención de voto, pero también puede ocurrir que en la muestra salgan sobrerrepresentados simpatizantes de un determinado partido como ha ocurrido en esta con el PSPV. De manera que el sorpaso socialista, de existir, podría no ser tan acelerado.

No menos interesante, a efectos de valorar los resultados, es ver el cuadro de transferencia de votos, donde se aprecia que la mayor fidelidad está en Vox y PP, que hay más transferencia de Compromís a PSPV que a la inversa, que el PP se lleva la mayoría de los votos de Ciudadanos y que el PSPV bebe más que el resto de los votos que pierde Unidas Podemos.

Según van perfilando las encuestas, el escenario electoral en València recuerda al que se vivió en las elecciones de 1991. Entonces los sondeos daban la victoria al PSPV de Clementina Ródenas –alcaldesa que había sustituido dos años antes al dimitido Ricard Pérez Casado–, mientras PP y Unió Valenciana se disputaban el segundo puesto y la posibilidad de sumar 17 para desbancar a los socialistas. Las encuestas situaban por delante a González Lizondo (UV), pero una buena campaña de Rita Barberá llevó a un resultado de PSPV 13, PP 9, UV 8 y Esquerra Unida 3, que cambió la historia de la ciudad.

Para 2023 todas las encuestas sitúan como primer partido al PP, con un mínimo de 12 concejales y en ascenso, lo que con el sistema electoral que tenemos debería preocupar a los que van detrás, porque si María José Catalá sigue aumentando sus expectativas de voto, cada vez le costará menos sumar concejales. Un reciente sondeo de El Periódico de Aquí situaba al PP con 14-15 ediles. El reto de la candidata popular es terminar de absorber los votos de Ciudadanos, para lo que no es descartable que acabe fichando a Fernando Giner.

Enfrente tiene a una Sandra Gómez también en ascenso que ha logrado superar el hándicap que arrastraba, la falta de conocimiento. La batalla con el Valencia CF por el nuevo estadio, de la que se ha borrado Ribó, le ha dado una popularidad que no había conseguido con otras iniciativas más de nicho como las relacionadas con las startups.

El sorpaso a Ribó lo ha anunciado el propio Ayuntamiento en boca del concejal de Compromís Carlos Galiana. Más allá del dato, lo importante de las encuestas es la tendencia y en las últimas todo apunta a un ascenso de PP y PSPV y un estancamiento Compromís. El partido de Ribó siempre ha logrado mejores resultados de los que pronosticaban los sondeos, pero cuando te dan 10 a 7, mucho tienes que mejorar.

Las horquillas de Tezanos

José Félix Tezanos irrumpió en el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en 2018 sin ninguna intención de dejar de trabajar para el PSOE, cuyo servicio de estudios dirigía cuando Pedro Sánchez llegó a la Presidencia del Gobierno. El destrozo del prestigio de la institución fue tal, que desde entonces se la conoce como "el CIS de Tezanos", porque antes de él hubo otro CIS que todo el mundo respetaba.

Al poco de llegar, Tezanos se marcó una encuesta nacional en la que daba al PSOE la victoria con una horquilla de escaños enorme, entre 123 y 138. Sánchez sacó 123 y desde entonces el sociólogo cántabro presume de que aquella vez acertó.

Ha vuelto a hacerlo. Por Navidad, el CIS nos ha regalado una encuesta de intención de voto en la Comunitat Valenciana con unas horquillas de risa. Con 350 diputados y 52 circunscripciones en el Congreso, aún podría alegar que es muy difícil acotar, pero con 99 escaños que tienen Les Corts y solo tres circunscripciones, la única explicación es que haya querido hacer un regalo navideño a todos los partidos.

Veamos: PSPV 32-45, PP 31-44, Compromís 6-12, Vox 4-11, Unidas Podemos 2-6, Ciudadanos 0-5. El dato de Unidas Podemos es curioso, porque debido al sistema electoral valenciano es prácticamente imposible lograr una representación menor de 5 escaños, por la barrera electoral autonómica del 5%. Y en todo caso, el mínimo debería ser 0, por el riesgo de no superar la barrera y quedar fuera, como ha hecho con Ciudadanos. Se ve que no han querido dejar a nadie sin regalo.

¡Feliz Navidad!