VALÈNCIA. La Pobla de Farnals es una localidad volcada en el turismo. Su playa fue conocida en los años ochenta como la del pitillo, porque el tiempo que se tardaba en llegar desde la ciudad de València, era el mismo que se empleaba en fumar un cigarrillo. Así, la cercanía con la capital sirve al municipio para recibir a multitud de visitantes que disfrutan de la costa y de la hostelería de la zona.
El alcalde, Enric Palanca, explica que desde el Ayuntamiento se fomentan actividades para promocionar la economía de la localidad a través de sus restaurantes y sus pequeños comercios.
El sector agrícola, que fue muy importante el siglo pasado, ocupa ahora a un porcentaje minoritario de la población y ha provocado que muchos campos permanezcan abandonados, algo que también preocupa al munícipe. La industria pesada que se ubicó en la zona en los años 60 se vino abajo dos décadas después. A día de hoy, el polígono de La Pobla de Farnals alberga a pequeñas empresas.
La gran noticia para la economía de la localidad llegará en 2019. El edificio abandonado en primera línea de la playa desde hace 30 años, saldrá a concurso en breve y está previsto que no tarden en comenzar las obras para que albergue un gran hotel que generará empleo y riqueza para la Pobla de Farnals.
El convenio pretende hacer el municipio atractivo para la instalación de empresas y posicionar a Llíria a nivel internacional y estatal para la captación de nuevas inversiones