VALÈNCIA (EP). Las entidades ciudadanas de València que han intervenido este viernes en el Debate sobre el Estado de la Ciudad correspondiente a 2022 han pedido al consistorio respeto para los peatones, civismo y derecho a descansar en los barrios, inversiones en estos y políticas en favor de la juventud.
En total, han sido ocho los colectivos que han tomado la palabra en esta sesión, la última del actual mandato y la sexta desde que se comenzaron a celebrar en el Ayuntamiento de València, para plantear reflexiones, propuestas y quejas referidas a la gestión municipal. En concreto han intervenido: la Asociación Zero Incívics, la Asociación Aceras para Peatones, Mi Tierra CV, la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, la Plataforma vecinal del barrio de Penya-roja; el Consell de la Joventut, la Associació de Veïns i Veïnes de Natzaret, y la asociación Psima.
Todas ellas han participado en la convocatoria tras el discurso ofrecido por el alcalde, Joan Ribó, y antes de que intervinieran los portavoces de los cinco grupos de la corporación municipal --Compromís y PSPV en el gobierno y PP, Cs y Vox en la oposición-- y se iniciará a continuación el turno de réplicas.
El primer representante ciudadano en intervenir ha sido Rafael Soler, como portavoz de la Asociación de Aceras para Peatones y con el fin de pedir "ayuda para conseguir una València amable para las personas que sufren infracciones de bicicletas y patinetes que circulan impunemente por las aceras". Soler ha asegurado que "la política de recuperación de los espacios para las personas ha supuesto la pérdida de las aceras peatonales".
Tras él, ha llegado el turno de Silvie Berger, en representación de la Asociación Zero Incívics, un colectivo vecinal del Cabanyal que se ha mostrado "harto del incivismo, de la droga, del ruido y de vivir cerrados con miedo". Berger ha relatado el "acoso" que sufre por parte de un grupo de vecinos y ha expuesto que parece ser que esas personas "no han recibido el decálogo municipal para mejorar las relaciones entre el vecindario". Ha señalado que esa es una medida "insuficiente para defender la dignidad y el derecho a descansar" del barrio.
Por otro lado, en representación de Mi Tierra CV, José Antonio García, ha criticado la actual gestión del equipo de gobierno local en diversas parcelas como la limpieza viaria, el cuidado del arbolado y la política de movilidad y ha reivindicado una ciudad "de 20 minutos" en la que "puedan convivir vehículos y bicicletas". Ha solicitado que se eliminen las cámaras de Ciutat Vella, que se baje el impuesto del IBI y "se defienda el valenciano de verdad".
Desde la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico, Mª Carmen Palop ha agradecido medidas como la bonificación del IBI y la ampliación de la plantilla de la Policía Local aunque ha precisado que esta "sigue siendo insuficiente" porque "el centro se ha convertido en un foco de atracción para bandas organizadas".
Palop ha reiterado la petición para que se instalen cámaras de control y ha reclamado un "uso honrado y transparente" del sistema participativo 'DecidimVLC', con el fin de que "no se implanten medidas de forma precipitada". Ha lamentado que cada vez sea "más costoso ir al centro para los comerciantes y los transportistas".
Posteriormente, ha intervenido Paz Calleja, representante de la Plataforma vecinal del Barrio de Penya-roja, quien ha criticado la situación de esta zona, especialmente respecto a jardines y política medioambiental. Calleja ha hablado de "alcorques vacíos, árboles talados, césped con calvas y ratas", al tiempo que ha cuestionado que con esto "València pueda ser Capital Verde Europea".
La representante vecinal ha censurado también carencias en infraestructuras culturales y sociales y ha pedido un incremento de las inversiones para el barrio.
La vicepresidenta del Consell de la Joventut de València, Blanca Silvestre, ha hecho un balance del último año y un diagnóstico que ha considerado "imprescindible para tomar decisiones que den solución a las carencias" de los jóvenes. Ha apuntado que esta entidad representa a más de 40 asociaciones juveniles, alrededor del 12% de la población total de la ciudad".
"Gente joven, diversa y plural que comparte los mismos intereses y las mismas necesidades", ha detallado Silvestre, que ha afirmado que son tres los conceptos que definen la situación actual de la juventud: "incertidumbre, resiliencia y expectativa".
Asimismo, ha señalado que los principales problemas que acucian a la juventud son alquileres inasequibles, dificultades laborales que impiden desarrollar un proyecto de vida, y angustia y ansiedad ante las exigencias del futuro. Blanca Silvestre ha apelado a la responsabilidad de las administraciones y ha asegurado que "ser joven antes, durante y después de la pandemia sigue siendo un deporte de riesgo".
En nombre de la Associació de Veïns i Veïnes de Natzaret, Julio Moltó, ha reivindicado el soterramiento de las vías ferroviarias o la retirada de los restos de la Fórmula 1, "elementos con los que el vecindario malvive en este barrio". Moltó también ha pedido la construcción de un instituto o la ampliación de la Línea 10 del tranvía.
"Además queremos recuperar espacio público para garantizar el derecho a la vivienda, y que el gobierno municipal no se olvide de la pobreza del barrio porque ha destinado ayudas para paliarla pero hay que hacer frente a las causas", ha matizado.
Finalmente, la psicóloga María Victoria Lorenzo, de la Asociación Psima, se ha dirigido al hemiciclo para pedir que escuche al personal del Servicio Municipal de Intervención Familiar, "que se tiene que mantener porque no se pueden interrumpir los procesos terapéuticos de los adolescentes y jóvenes más vulnerables". "Somos conscientes de la voluntad municipal de resolver este tema laboral que es un asunto de justicia social", ha dicho.