VALÈNCIA. El nuevo registro de grupos de interés -lobbies- activado este jueves por la Conselleria de Transparencia que dirige Rosa Pérez Garijo parece convencer a todos los agentes que han de someterse a él. La nueva normativa de transparencia, obliga a publicar no sólo los "contactos" que mantengan los agentes externos a la administración para influir en los políticos y funcionarios, sino también los temas de los que se traten en dichos contactos y los documentos que se expongan o que surjan a partir de los mismos. Una regulación que empresarios, sindicatos y altos cargos aceptan de buena gana, pero matizan algunas reservas al respecto.
Por ejemplo, el director general de Coordinación Institucional de la Conselleria de Vivienda, Marc Aparisi, celebró este jueves que se avance "hacia la transparencia en los altos cargos" y aseveró que "no debería haber problema". Ahora bien, señaló que "a nivel interno de las consellerias, debería delimitarse bien cuáles son los casos en los que debe informarse".
"Muchas veces", señaló el alto cargo del departamento que depende de Unides Podem, "fuera de lo institucional se mantienen reuniones no estrictamente relacionadas con tu trabajo pero que pueden influir", por lo que "a veces es subjetivo". Por ello pidió claridad y esperó que, con esta herramienta, "la acción de las organizaciones no se vea denostada" y se haga "un esfuerzo para que no se paralice la actividad".
Desde la Conselleria de Hacienda, encabezada por el socialista Vicent Soler, también apoyaron "decididamente" la medida como "con otras muchas cuestiones" sobre transparencia. "Es algo que está regulado en otras instancias como la UE y nos parece adecuada su implantación", aseveraron fuentes de dicho departamento.
Algo que refrendaron otros altos cargos de Compromís, que admitieron, sin embargo, que "al principio puede ocasionar disfunciones" por el cambio en las formas de trabajar pero pidieron "aplicar el sentido común" en la aplicación de la norma. "Es bueno que se normalice la relación entre los actores sociales y la administración", aseguraron dichas fuentes, para añadir que, en alguna ocasión, los agentes externos quizá tengan que "cuidarse" al ponerse en contacto con personal de la Generalitat.
Por parte de los empresarios, también es buena medida -"lo que sea mayor transparencia me parece bien, señaló el presidente de la CEV, Salvador Navarro-. Pero Navarro insiste en alejarse de la "connotación negativa" de los grupos de presión, pues es algo que "está reconocido en Europa". Lo que sí pidió el presidente de la CEV es que "seamos pragmáticos" y que el nuevo registro de lobbies "no genere más burocracia" y evite "procesos lentos y engorrosos", pues dudó sobre si la administración "está suficientemente digitalizada para actualizar todos los datos" de manera regular.
Y converge aquí Rafael Ferrando, presidente de la Federación de Hostelería: el registro "debe de servir para que se facilite el acceso a la información pública, siempre y cuando no suponga un aumento de la burocracia y de los tiempos en la tramitación de diferentes normativas".
Por su parte, el secretario general de UGT-PV, Ismael Sáez, se mostró expectante con la herramienta, aunque admitió no tener ningún problema en publicitar las relaciones con la administración. "Pero si ya no puedes tener una conversación sin que haya un notario me parece disparatado", ironizó el representante sindical, quien también opinó que a la postre es "un lío en el que se mete la administración", dado que los encuentros han de publicarlos los altos cargos y funcionarios. "Veremos qué influencia tiene y si hace inviable un café o un almuerzo con un responsable político", subrayó Sáez, para incidir en que lo importante es aplicar el "sentido común" y saber discernir "lo que tiene relevancia".
Asimismo, la secretaria general de CCOO PV, Ana García, apuntó que no se ha de asimilar los sindicatos a los grupos de presión porque tienen "una función constitucional de representación de los intereses de los trabajadores". Aun así, cuando intenten influir en decisiones que no les son propias, la normativa valenciana también los considera lobbies en las mismas condiciones que al resto. En ese sentido, aseguró no existir "ningún inconveniente" en practicar la transparencia pero, insistió, ello "no puede llevarnos a paralizar reuniones por excesiva burocracia". "La vida va muy rápido, hacemos muchísimas reuniones, y esto quizá lo puede complicar, pero no tenemos inconveniente", dijo al respecto.