VALÈNCIA. "Las startups en España tienen que ser más valientes y salir fuera a buscar inversión". Así lo cree Albert Soriano, cofundador de Sesame HR, tecnológica valenciana que recientemente cerró una ronda de 23 millones de euros liderada por el fondo británico GP Bullhound y seguida por su anterior inversión PSG. La compañía de recursos humanos reunía este jueves a 200 personas en su sede en la Marina de València para celebrar hito corporativo más importante de su historia.
Con más de 8000 clientes y 300.000 usuarios, la compañía apoya a las empresas a redefinir la experiencia del empleado y aglutinar en un mismo software diferentes soluciones necesarias para la gestión de los equipos de talento en las compañías. Le tecnológica espera contratar a 100 empleados en 2024 para continuar consolidándose en España, así como reforzar su presencia en Latinoamérica y abrir mercado en otros países de Europa.
- ¿Cómo se gestó la ronda de financiación de 23 millones de euros?
- La ronda se planificó desde que cerramos la primera inversión de 10 millones de euros con PSG. Decidimos que habría una serie B, pero cuando cumpliéramos una serie de objetivos internos, como ser capaces de gestionar a 200 personas o poner en marcha otro mercado como México. El fenómeno de la inversión en general en el mundo en startups es increíble, pero el año pasado fue el año de sequía desde la burbuja de la puntocom. Entonces, era difícil levantar capital. Un montón de compañías han cerrado, han realizado despidos, y los propios fondos lo han pasado muy mal.
Lo sabíamos, retrasamos la ronda, pero hubo un momento en el que, cuando empezamos a ver brotes verdes, decidimos salir y ahí vimos que el mercado estaba hecho polvo. Que los propios fondos se reunían contigo pero no tenían el dinero. Había interés pero, si no tienes el dinero, es complicado. También había mucha presión por los términos y algo que esperábamos que se cerrara en tres meses ha sido en seis.
- Entonces ha sido costoso.
- No es el proceso en sí, es recibir los no de la gente. Nuestra compañía iba como un tiro. Habíamos cumplido todo lo que habíamos proyectado exactamente. Hace dos años planificamos cómo acabaríamos el año, y hemos cumplido el presupuesto en un 97,7%. Y tú dices, siendo una empresa de manual, creciendo, expandiéndote en países,... Somos la compañía de este tipo que más ha crecido en clientes en España. Tenemos competidores con valoraciones enormes de 8.000 millones.
Lo estás haciendo bien, los venture capital lo ven, y luego ya viene la pelea de cláusulas y términos. Encontrar la persona que te entienda, cuesta. Pero da la sensación de que, finalmente quien lo consigue, es la gente que está en un mercado bueno. El mercado de HR sigue siendo una apuesta. Aunque hay poco dinero, va a mercados como este y el de inteligencia artificial. Fuimos los primeros en aplicar la IA en RRHH casi a nivel mundial, y esto nos ha dado potencial.
Al principio nos costó que pusieran dinero, y luego había por encima y no queríamos tanto para no diluirnos. Pero fondos internacionales, como siempre. Los fondos ingleses han sido los más activos. También fondos franceses y de EEUU pero, los que por diferencia más se han acercado, han sido los ingleses.
-¿Cómo han sido las cifras de 2023?
-Lo acabamos con cerca de 8 millones. El punto en el que te haces mayor de verdad son los 10 millones. La cifra en la que fondos como el nuestro te empiezan a escuchar. Lo que pasaba es que la compañía iba tan bien que nos han escuchado empresas de un fondo superior. Hay muy pocas en Europa que crecen al 100% anual. En el mundo startup se mide con el Annual Recurring Revenue (ARR).
Es lo que has facturado el último mes, como son cuotas recurrentes, por 12. El último mes multiplicado por 12. Hay fondos que solo invierten a partir de 10 ARR.
- Ahora que se piden métricas sostenibles, ¿habéis llegado al equilibro financiero?
- No se pretende que una startup esté en break even. Nuestra empresa empezó así, pero cuando inicias el proceso de levantar capital no piensas en volver al break even hasta que la vayas a vender. No piensas en volver a ponerla en rentabilidad. De hecho, podíamos, sin la ronda, haber llegado a rentabilidad en seis meses. Pero ahora, vuelves a invertir y poner la compañía en pérdidas porque vas a abrir siete países nuevos. Haces el gasto, y de aquí dos años, cuando estés de nuevo cerca de la posible rentabilidad, vuelves a pedir capital y te vuelves a poner en pérdidas. De ahí lo de quemar caja. Y es algo bueno, porque se crece muy rápido. Lo único malo es que a la gente con un negocio tradicional, como el que yo he tenido hasta ahora, les cuesta entender esto.
Pero es el equivalente en una fábrica a hacer una inversión. Yo me compro una máquina de diez millones de euros y sí, yo ahora no tengo diez millones de euros que se van amortizando, pero las startups no podemos contabilizarlo de esa manera. Tú inviertes todo el capital ahora para construir algo muy grande, que luego dará sus frutos. De ahí viene que la gente diga que se pierde dinero. Lo que hay que ver es que las métricas sean saludables. Una compañía como la nuestra, si dejara de reinvertir, solo con los clientes actuales y el crecimiento normal, tiene un margen del 80%.
Si no invertimos nada en publicidad, generaríamos un 130%. ¿Y por qué estas compañías valen tanto dinero? Ahora la compañía tiene un valor de 123 millones de euros. Que eso cuesta mucho de entender, cuando hace dos años estaba en 50. Al final, se va multiplicando el valor a año porque tenemos 8.000 clientes.
- ¿Cómo elegisteis inversor?
- Hicimos una selección de 100 fondos y tienes que elegir que inviertan en tu sector, que tengan un tamaño. En software HR, que el ticket de la ronda ha sido un problema porque había fondos con ticket mínimo de 30 millones de euros. Ahora, tenemos lista de espera para la serie C, de 40 millones.
- ¿Qué vais a hacer con esos 23 millones?
- Expansión internacional en los principales países europeos y seguir expandiendo Latinoamérica, en especial atención a Brasil. En México, tenemos oficina y llevamos todas las operaciones para Latinoamérica y en València se van a llevar las operaciones para Europa. En Sesame, lo más importante es el producto, y éste es muy bueno. Ahora, lanzamos nuevos verticales porque tenemos el sistema de recursos humanos pero vamos a implementar otras líneas a través de la plataforma para pedir adelantos de nómina, retribución flexible, tener tarjetas de gastos,... Toda un área de finanzas en la que antes no entrábamos.
Además, ahora ya se piensa cualquier cosa desarrollada con inteligencia artificial. Es algo muy nuevo, pero cambia la manera en la que desarrollamos software, y la IA van a ser una de las nuevas apuestas. Creemos que de aquí a un año podrá hacer selección de personal. Que tú digas que buscas un puesto y pueda reclutar candidatos, hablar con ellos y decirte, esa persona se puede fichar y hacer el contrato. Desde matchear el currículum a hacer el resumen, aunque ahora ya tenemos esa descripción o las preguntas que se le puede hacer.
La plataforma te da un scoring de cuál es el mejor empleado para un puesto. Luego tienes que entrevistarlo, pero en nada la entrevista la podrá hacer la IA. El acceso al talento será más rápido, y con la IA se asegurará que las personas encajen, sobre todo con el equipo.
- ¿Puede afinar más la IA que una persona humano?
-La IA la usamos a diario para filtrar ofertas, pero seleccionamos de forma manual. Pero es verdad que todavía no estamos las personas confiadas en el scoring que le da. De aquí a un tiempo confiarás y una compañía como una fábrica o un retail que necesita 1.000 personas al año va a tener que hacerlo con la IA. El acceso al talento será más rápido y con esta tecnología se asegurará que las personas encajen.
No si es bueno o malo, sino si encaja con el equipo. Aún no estamos acostumbrados a confiar en la puntuación que te da, pero la IA es una herramienta que de aquí a unos años no entenderemos el porqué no se utilizaba. No hablas de una IA absoluta, sino de una IA que te haga match.
- ¿Cuánto esperáis crecer en personal?
- Ahora somos 230 personas en la compañía, contando España y Mexico. Necesitamos a mucha gente, porque todos los puestos comerciales para Europa se van a llevar desde aquí. Alemán, inglés, portugués, francés,... Al final, teníamos la opción de abrir oficinas en cada país, pero es muy difícil replicar la cultura de empresa que existe en València, porque tenemos una fuerte cultura de estar juntos. Queremos contratar 100 personas más en 2024. En México tenemos 30 empleados y queremos crecer con 50 más.
- ¿Cómo se percibe la financiación de startups en la Comunitat Valenciana? ¿Se está sufriendo un parón?
- El parón de la inversión es mundial. Estados Unidos fue primero y se ha empezado a reactivar ahora. Pero las rondas que llegan es lo que se ha trabajado en los últimos seis meses. Ahora, no vamos a ver más que aceleración con un montón. Sin embargo, se ha dado un cambio que ha pillado a contrapié a todas las startups y es que se pide rentabilidad, eficiencia y aunque en algún momento se piensa que es muy bueno, no es muy bueno. La startup por naturaleza tiene que ser un poco más arriesgada y cuando los venture capital, porque la han liado mucho antes, le han pedido de golpe a un montón de gente que ha crecido con otra mentalidad que cambien, se da un problema.
El venture capital ha sido miedoso porque han perdido mucho dinero. Porque en 2020 las startups hincharon valoraciones juntos éstos. Ahora, para compensar esas pérdidas, no pueden seguir diciendo que pueden jugar a esas valoraciones tan grandes y apuntan a la eficiencia, pero es contranatura de las startups.
Tampoco veo que el camino de que te tengas que comportar como una empresa más tradicional, cercana a la rentabilidad. Ser eficiente perjudica a la startup en general. Cuando entras en una serie B como la nuestra ya empiezas a saber cómo ser eficiente, pero antes no. Entonces, ¿qué pasa? que hay menos financiación porque le están pidiendo a la gente algo a lo que no estábamos acostumbrados y luego, lo que nos ha pasado en España es que hay que ser más valientes y salir fuera a buscar la inversión. Esa es la principal clave. La inversión interesante está fuera de España. Entonces, nos cuesta. Preferimos ir a un montón de business angels fuera que ir a un fondo más profesionalizado.
De la ronda, nos apetecía mucho que hubieran ejemplos a seguir. Hace falta tracción para que otra gente se anime. Además, algo que ayuda al ecosistema es que nos compremos nosotros mismos. A la empresa tradicional valenciana le ha costado confiar en que el software de aquí es mejor que el de fuera. Esto también lo estamos intentando con la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE), concienciar que se compre el software de aquí.