La cabeza de lista de la formación popular critica duramente al líder de C's y defiende la gestión de Rajoy: "Si hubiera acometido la reforma del sistema de financiación en plena crisis, habría repartido miseria"
VALENCIA. Elena Bastidas (Alzira, 1969) fue durante 12 años alcaldesa de su localidad natal y, a lo largo de ocho, la presidenta de la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP). Semanas atrás, recibió la llamada de la líder regional del partido, Isabel Bonig, para comunicarle que iba a proponerla como cabeza de lista al Congreso de los Diputados por la circunscripción de Valencia.
Una noticia que la dirigente, que ya había sido promocionada a vicesecretaria general en la formación popular en verano, acogió, según asegura, con "emoción" no exenta de "vértigo". Enérgica en su discurso, se expresa con seguridad y pasión sobre el "nuevo PPCV" y defiende a capa y espada la gestión de Mariano Rajoy en la legislatura: "Si hubiera acometido la reforma del sistema de financiación en plena crisis, habría repartido miseria".
Por otro lado, y pese a que considera que los socialistas son el principal rival de los populares, carga duramente contra el candidato de Ciudadanos, Albert Rivera: "Tiene en su cabeza una España de diseño. Bueno, todo él es de diseño".
-Imagino que un puesto de estas características se afronta con mucha ilusión y deseo de aportar cosas. ¿Cuáles son sus prioridades como diputada en Madrid?
-Mi experiencia me ha permitido tener una visión lo suficientemente amplia para conocer la realidad del municipalismo valenciano. Nosotros podemos aportar una visión de calle, de cercanía y, al mismo tiempo, ser también una correa de transmisión de lo que pasa en el Congreso hacia la calle. Por otro lado, una prioridad será, por supuesto, exigir una financiación autonómica adecuada pero también local. Desde el PP reclamamos algo que es de justicia y que, cabe recordar, fue obra del modelo del gobierno socialista en 2009, con el voto a favor del ahora candidato del PSOE, Pedro Sánchez. De la misma manera, quiero contribuir a lograr que el nivel de inversiones en la Comunitat Valenciana se incremente y se equipare al peso del PIB en el conjunto del Estado.
"Una de mis prioridades es llevar a Madrid las reivindicaciones del campo valenciano por la importancia que tiene para los municipios"
Por otro lado, otra de mis prioridades es llevar a Madrid las reivindicaciones del campo valenciano por la importancia que tiene para los municipios. En mi etapa en Alzira y también en la FVMP, por ejemplo, hicimos muchas cosas en esta materia como la Guía Cónduce. Un sistema novedoso que permitía conocer el origen y trazabilidad de las naranjas para evitar la comercialización de productos robados.
-Habla usted de municipalismo y, precisamente, algunos partidos –Compromís-Podemos y Ciudadanos- proponen la eliminación de las diputaciones, algo a lo que el PP se opone. ¿Por qué defienden las corporaciones provinciales?
-Conforme se van conociendo las propuestas electorales de algunos partidos preocupa. Por ejemplo, Ciudadanos pide la supresión de municipios de menos de 5.000 habitantes. Rivera tiene una España en su cabeza de diseño. Bueno, todo en él es diseño. Vive absolutamente ajeno a la realidad con un grave desconocimiento de la realidad rural. No debe saber que el 70% de los municipios valencianos tienen menos de 5.000 habitantes, ¿qué hacemos con ellos? ¿hacerlos desaparecer de un plumazo? Esto es propio de líderes de partidos que entienden únicamente la política en la televisión y en las redes sociales y creen que solo es bueno lo que provenga de las ciudades.
"RIVERA TIENE UNA ESPAÑA EN SU CABEZA DE DISEÑO. BUENO, TODO EN ÉL ES DISEÑO"
Y la realidad es que también hay una España increíble y maravillosa de los pueblos pequeños, con su cultura, su encanto… y como suelo decir: que tienen su cementerio. Las personas tienen a sus antepasados enterrados allí y Rivera quiere privar a la gente de lo más íntimo que tiene, sus raíces e historias personales. Por otro lado, aquí los socialistas valencianos, empezando por el presidente de la Diputación, han dicho sin sonrojo que están a favor de la eliminación de esta institución. Yo no puedo estar más en desacuerdo porque sé el papel que juegan las diputaciones para los pequeños municipios.
-Es una campaña difícil para los grandes partidos, que tienen cosas positivas en su haber, pero también muchas cosas en el debe. ¿Cómo se convence a un ciudadano que duda entre apoyar a los emergentes o a los partidos clásicos?
-Para empezar, para la poca mochila que tienen estos partidos ya han hecho sus pinitos y dejan entrever ‘tics’ de la más vieja y rancia política. Cuando han empezado a tener cierta presencia pública en su hoja en blanco ya aparecen los primeros tachones y borrones. En el mercado, digo mercado por la propaganda y marketing que utilizan estos partidos, lo que funciona bien está claro: lo que es gratis y lo que es nuevo.
"AL OTRO LADO DEL PP LO QUE ESPERA ES UN POSIBLE TRIPARTITO CON 'PEDRO EL DEROGADOR' AL FRENTE"
Ahora se cruzan dos caminos en el 20D: el seguir mejorando con todo lo que ha costado o volver a los niveles de 2011. Lo que hay en el otro lado es un posible tripartito con Pedro (Sánchez) El Derogador al frente: solo sé que quiere derogar la ley educativa, la reforma laboral, la ley de sostenibilidad… pero no sé qué alternativas propone. Esas reformas, al fin y al cabo, han permitido que España esté creciendo y en la mejor de las condiciones.
-Tras una legislatura de pelea infructuosa, ahora viene Rajoy y promete la reforma del sistema de financiación. ¿Por qué deberíamos creerle?
-Porque las condiciones económicas son distintas. En 2012 estábamos en una situación de colapso, a punto de ser rescatados: hemos pasado unos momentos donde no se podía abordar la reforma del sistema porque no había nada que repartir y habríamos repartido miseria. Lo que se hizo fue reordenar las cuentas y revertir una tendencia de decrecimiento y destrucción de empleo. Ahora, en cambio, es el momento de hacerlo. Rajoy cumple su palabra, pero la realidad es que el presidente nunca dijo que iba a acometerlo porque no podía y ahora sí se compromete a ello. Y cumplirá su palabra. Otros, como Rivera, dicen sin ningún tipo de rubor en un ejercicio de irresponsabilidad que no es cierto que la Comunitat esté infrafinanciada. Un valenciano de corazón, que ame su tierra, no puede votar a un partido político e idolatrar a un líder que no reconoce la mayor injusticia que se ha cometido con el pueblo valenciano que es el maltrato en la financiación. Rivera no puede ser la solución porque no reconoce el problema. Y mientras, el exministro socialista Jordi Sevilla, que asesora a Sánchez, ha dicho públicamente que no hay mucho para poder repartir. No sabemos si su modelo es el de Ximo Puig, que quiere abolir el cupo vasco y navarro, o el de Pedro Sánchez, con su federalismo asimétrico que, al final, significa privilegios económicos para satisfacer la voracidad del nacionalismo catalán. Es un peligro de imprevisibles consecuencias optar por partidos como Ciudadanos y PSOE que se llevan ahora francamente bien.
-Bueno, ahí hay un punto oscuro en el argumento del PP. Ximo Puig habla de revisar el cupo vasco y navarro algo a lo que el PP, y también incluso el propio PSOE, se opone en el ámbito nacional. Tanto que se habla en su programa de igualdad, ¿no existe en ello precisamente una desigualdad entre españoles?
-Cuando se firma la Constitución, que ha sido el gran pacto que los españoles hemos sabido darnos y nos ha permitido progresar tanto, todos los partidos acuerdan reconocer la realidad histórica del País Vasco y Navarro. Esas singularidades quedaron recogidas y no creo que sean privilegios. De hecho, ellos se sienten discriminados en ocasiones porque cuando el Estado ingresa mucho a ellos les toca aportar también. En todo caso, lo que debemos hacer es, dentro del marco constitucional, ver de qué manera podemos mejorar el sistema de financiación para el que nosotros hemos establecido unas bases en el programa. Y por otra parte, también tenemos 13.000 millones de euros de deuda histórica con los que habrá que ver qué se hace.
-La deuda histórica no aparece en el programa del PP.
-Bueno, pero nosotros hemos dicho públicamente que vamos a pelear para que se mutualice o se perdone, y en cualquier caso que se reestructure. Creo, además, que esto se abordará porque el presidente del Gobierno y candidato es consciente de esta situación.
-Los favoritos para entrar en el Congreso han planteado en sus programas una reforma constitucional de la que el PP se desmarca. ¿No pierde una ocasión de coger el toro por los cuernos y llevar la iniciativa en la actualización de España?
-Mariano Rajoy ha dicho públicamente que se puede hablar de aspectos puntuales de la Carta Magna que se puedan mejorar como ya se hizo con el artículo 135. Ahora bien, no perdamos la perspectiva: toda esta ola de reforma constitucional procede del intento de golpe de Estado institucional que han pretendido dar los nacionalistas catalanes. Si no hubieran puesto en entredicho la unidad de España y cuestionado aspectos básicos de nuestro sistema constitucional nadie estaría hablando de esto. Y algunos ahora intentan satisfacer, agradar a los nacionalistas catalanes, planteando una reforma de la Constitución: en vez ayudar a que tu sistema esté más fuerte que nunca ante esto contribuyen a debilitarlo.
-¿Se atrevería Elena Bastidas a votar en el Congreso en contra de la disciplina de partido si hubiera algún asunto que fuera en contra de los intereses valencianos?
-Eso no va a ocurrir.
-¿Quién es el gran rival del PP en estas elecciones?
-Creo que en primer lugar está el PSOE. Se dice mucho que Ciudadanos está comiéndole el terreno al PP pero, sinceramente, yo creo que el ‘daño’ por así decirlo que C’s podría hacernos a nosotros ya lo han hecho. El que se tiene que preocupar más de esto ahora es el PSOE, de cómo le comen terreno por izquierda y derecha. En cualquier caso, creo que el rival, los adversarios políticos de los populares son, como siempre han sido, los socialistas y sus políticas.