VALÈNCIA. María José Català (València, 1981) ocupa, aparte de sus responsabilidades públicas como portavoz del PP en Les Corts y en el Ayuntamiento de València, las orgánicas de líder en la ciudad y 'número dos' a nivel regional. En una semana marcada por las novedades judiciales del caso Taula, ha sido la encargada de la interlocución con los exconcejales de su partido a los que se ha archivado la causa del presunto blanqueo de capitales años después de las tensiones vividas en 2016 cuando se les suspendió de militancia.
-La Audiencia Provincial ha sobreseído provisionalmente las diligencias para ediles y asesores de su partido. Una investigación que acabó con la carrera política de Rita Barberá y que provocó una honda fractura en el PP de la ciudad. Ahora usted dice que se ha hecho justicia, pero en ese momento se les pidió el acta, se les invitó a que abandonaran la formación y firmó y votó junto al resto de sus compañeros la reprobación de la exalcaldesa. ¿Se arrepiente de algo de lo que hicieron en ese momento?
-El PP ha pedido perdón por una actitud más llevada por el contexto que por el caso en sí mismo en muchísimas ocasiones. La última, de forma muy honrosa, lo hizo Isabel Bonig cuando dejó sus responsabilidades como portavoz del grupo, porque realmente era ella la síndica y la responsable y todos nos unimos a sus declaraciones. Yo tengo que decir que ha sido la persona que con mayor dignidad ha hablado de este caso y ha salido de la política. Por tanto, a los que en un día como hoy pretenden dirigirnos intencionadamente (y hablo de algunos de los dirigentes de la izquierda) ese "¿y vosotros vais a pedir perdón?", les digo que ya lo hemos hecho. Que nos hemos encargado, y yo en primera persona, de una reconciliación absoluta no sólo con el equipo más directo de Rita Barberá, sino con todo el entorno. Así que los que hoy tienen que empezar a pedir perdón porque ya hacen tarde son todos aquellos que la increpaban en los mercados, que la llevaron los tribunales no para hacer justicia, sino para destrozar una vida política y, sobre todo, derrocar lo que no conseguían derrocar en las urnas. Si tuvieran un mínimo de decencia, admitirían que han perdido. Y han perdido porque el PSOE era la acusación popular en el Supremo contra Rita Barberá y Compromís es la acusación popular en el juzgado contra el equipo de Rita Barberá.
"El PP ha pedido perdón por una actitud más llevada por el contexto que por el caso en sí mismo en muchísimas ocasiones. La última, de forma muy honrosa, lo hizo Isabel Bonig porque realmente era ella la síndica y todos nos unimos a sus declaraciones"
-Dice que se ha encargado de esa reconciliación con el entorno de la exalcaldesa. ¿Es realmente absoluta?
-Total.
-¿Su entorno y su equipo le han trasladado que se sienten más arropados por el partido?
-Sí. Estos días he hablado con todos los que estaban en los autos de sobreseimiento y que han quedado eximidos de responsabilidades. Tengo conversaciones súper emocionantes que me hacen sentirme muy tranquila y muy satisfecha de haber adoptado la postura que he adoptado contra viento y marea. Y, sobre todo, muy orgullosa de tener un presidente que es Carlos Mazón que ha estado absolutamente alineado con una actitud de defensa en un caso que era tremendamente injusto.
-¿Tienen pensado algún gesto de desagravio?
-Esto es muy precipitado porque ha sido en las últimas horas y cuando uno sufre durante seis años tiene que dejar pasar un poco el tiempo. Yo creo que el mayor acto de desagravio que podría realizarse y que más reconfortaría a las personas que han visto cuestionado su trabajo y la figura de Rita Barberá es que efectivamente Ribó dejara de poner excusas y aceptara la propuesta del PP de declararla alcaldesa honoraria de la ciudad.
-¿En esas conversaciones con los exconcejales le han pedido personalmente algo?
-Absolutamente nada. Que continúe pidiendo el reconocimiento institucional a la figura de Rita Barberá.
-¿Y cómo tiene pensado hacerlo a nivel institucional y orgánico?
-En 2023, cuando sea alcaldesa, nombraré alcaldesa honoraria de la ciudad a Rita Barberá, algo que no han querido hacer Joan Ribó y el PSPV de forma inexplicable aunque se lo hemos propuesto en reiteradas ocasiones. Rita merece un reconocimiento institucional de la ciudad por la que tanto trabajó. En cuanto a los orgánicos, los habrá y siempre se realizarán atendiendo a nuestros estatutos, hablando con su familia y contando con su equipo de trabajo. El reconocimiento a Rita debe ser un acto colectivo, de la gran ciudad que tenemos y del gran partido al que representó durante muchos años.
-A los exconcejales los restituirán de militancia.
-Si, sin duda. Ellos pidieron en su día voluntariamente la suspensión de militancia al Comité de Derechos y Garantías Nacional. Es el comité nacional el que restablecerá la militancia de mis compañeros, con los que también he hablado de este tema.
-¿Qué tiene que decir ante las críticas internas de su acumulación de cargos en el partido?
-Pues de momento tengo la satisfacción de que no se haya hecho una crítica sobre cómo estoy ejecutándolo. Es decir, la crítica habría sido fundada si después de unos meses se hubiera percibido falta de atención en las Cortes, en el Ayuntamiento o en el partido. Y si no hay ninguna crítica sobre mi nivel de eficiencia en ninguna de estas tres partes, para mí es toda una satisfacción. Entiendo la percepción inicial. No la comparto porque creo que con buenos equipos se pueden llevar adelante varias responsabilidades y que cualquier directiva y empresaria en València lo hace todas las mañanas.
"Tengo la satisfacción de que no se haya hecho una crítica sobre cómo estoy ejecutando mis cargos en el partido"
-Aun así, sí se cuestiona un poco la reducción de su presencia en el Ayuntamiento.
-No estoy de acuerdo. He ido a todas las Juntas de Gobierno, a todos los plenos, a todas las comisiones. He estado todos los días en el Ayuntamiento prácticamente, salvo cuando he tenido que estar en el pleno de las Cortes. Cuando ha habido pleno en ambos lugares he estado primero en el del Ayuntamiento y sólo cuando ha terminado he ido al de las Cortes. No he delegado en ninguno de los actos que no hubiera delegado previamente antes de asumir esas responsabilidades.
-Han celebrado eventos navideños el mismo día del llamamiento de Génova a suspenderlos. ¿Fue lo adecuado?
-Cuando llegó la recomendación de Génova justo estábamos en la comida provincial y por la noche teníamos organizada la cena de la ciudad. Era muy difícil en tiempo poder atender esa recomendación y la dirección nacional lo entendió perfectísimamente. A partir de ahí, hemos pedido a todas las agrupaciones locales sentido común. Es decir, las cenas y las celebraciones masivas desde luego no son recomendables a ojos de la dirección nacional y se tiene que aplicar esa medida, pero con tranquilidad. Es decir, sin dar un mensaje que no existe, y es que no hay ninguna recomendación sanitaria que impida ese tipo de reuniones, pero sí una recomendación por prudencia de un partido que tiene que dar ejemplo.
-¿Qué tal va su relación con Vicente Mompó? ¿Hay un exceso de control por su parte en todo lo que hace a nivel provincial?
-La relación va estupendamente. Esta semana nos fuimos a cenar y compartimos una velada muy agradable. Vicente y yo nos llevamos muy bien, nos conocemos muchos años y la relación personal es muy buena. Nunca ha habido un intento de control. Nunca es nunca. No hubiera tenido justificación antes de ser secretaria general y no hay necesidad ahora que lo soy. Visto cómo desarrolla el trabajo de la dirección provincial, no hay necesidad de hacer ningún tipo de intervención en una labor de fortalecimiento de una provincia que era para nosotros muy delicada.
-¿Cuándo decidirán los candidatos en las ciudades de más de 20.000 habitantes?
-Nosotros empezamos ahora un proceso de reflexión sobre el tema de los candidatos locales y las estructuras locales. Eso ha motivado alguna decisión reciente en dos municipios que gobernamos. Yo lo que puedo decir es que vamos a aplicar parámetros muy objetivos a la hora de tomar decisiones sobre candidatos. No se trata de ser más o menos amigo de nadie, sino de poder ganar las elecciones y de ser una persona en la que creemos firmemente para mejorar la vida de los ciudadanos en ese municipio.
-Parámetros que a lo mejor suponen que no sea la misma persona quien encabece la lista y quien ostenta la presidencia local del partido.
-No necesariamente.
-¿Los presidentes provinciales serán los candidatos a presidir las diputaciones?
-Esto es una decisión que tiene que tomar el presidente regional. Lo que le puedo decir es que él tiene a los presidentes provinciales como parte absoluta de su equipo y que les dará, estoy convencida, las más altas responsabilidades. Trabajamos mano a mano con ellos, forman parte de nuestro consejo de dirección y hablamos todas las semanas.
-¿Cómo explican la decisión de crear una gestora en Onda por sorpresa, con la consecuencia de apartar a Carmina Ballester, la persona que inicialmente se presentó como candidata para la presidencia provincial del PP de Castellón, aunque finalmente se apartó para dejar paso a la oficialista, Marta Barrachina?
-Si ha hecho algo Carlos Mazón desde que ha llegado el partido es abrir las puertas a todo el mundo. A los que estaban trabajando antes con Isabel Bonig en la dirección; a los que se han querido presentar contra él en el congreso regional; a los que se han intentado presentar en otros congresos como los provinciales, etc. Si me pregunta por por estos supuestos concretos, no tiene ninguna relación el hecho de que Carmina Ballester se quisiera presentar como candidata a la presidencia provincial con lo que ha pasado. En absoluto. Creo que si Carlos Mazón ha demostrado algo es que tiene una actitud integradora y que, sobre todo, quiere que todo el mundo trabajando. Es verdad que en estos últimos meses hemos detectado disfunciones entre el partido a nivel orgánico en Onda y el grupo municipal. Y eso es lo que lo que ha motivado esta decisión. Ni mucho menos viene por el hecho de que Carmina, legítimamente, tuviera aspiraciones en su día de ser presidenta provincial. Yo creo que Carlos es una persona que da muchas oportunidades, que abre la puerta a todos, pero que es verdad que tampoco le tiembla el pulso cuando ve que las cosas no van bien.
-¿Cómo pretende atraer al valencianismo político de cara a la confección de las próximas listas? ¿Tiene previsto repetir fichajes como el del hijo de González Lizondo?
-Yo me siento totalmente reconciliada con el valencianismo político.
"El valencianismo tiene que ser un sentimiento transversal y un convencimiento que impregne a la política valenciana, no una bandera para aspiraciones personales"
-Su etapa en la Conselleria de Educación es constantemente recordada por este sector.
-Recordada por algunas personas puntualmente, pero también deberían recordar lo que se hizo desde la Conselleria en defensa de la cultura valenciana. Introdujimos por ejemplo una asignatura específica, un reconocimiento en los conservatorios de música de la música tradicional valenciana. Creo que en el valencianismo como movimiento social está absolutamente convencido de que si ha habido un partido que ha defendido los intereses y que está defendiendo los intereses de la cultura valenciana y de la lengua valenciana es el PP. Somos el único partido que ha invertido económicamente en procesos judiciales para tumbar hasta en 40 sentencias la política lingüística de Marzà y para desmantelar la Oficina de Derechos Lingüísticos del Consell. De ahora en adelante lo seguiremos haciendo con todas aquellas iniciativas que tienen Puig y Marzà que nos llevan hacia una entelequia que no existe como son los Països Catalans. Nadie ha invertido tanto en recursos humanos y económicos en combatir la política lingüística y la política nacionalista de este Gobierno como el PP. Dicho lo cual, tengo que decir que el valencianismo tampoco puede ser una excusa para ambiciones personales. Tiene que ser un sentimiento transversal y un convencimiento que impregne a la política valenciana, no una bandera para aspiraciones personales.
-¿Y eso en las listas en qué se traduce?
-En que todas las personas que vayan en mi lista serán tremendamente valencianistas.
-¿Estaría dispuesta a incluir a Franscisco Camps?
-Me parecería raro que una persona de la dignidad de Francisco Camps fuera en una lista como concejal. Creo que él puede y debe, como expresidente y como persona reconocida en este partido, ocupar responsabilidades en las que pueda aportar más y de forma más completa todo el conocimiento que tiene de la política valenciana.
-¿Eso incluye o descarta otras listas como Congreso o Senado?
-Plantearnos hoy las listas de dentro de dos años es brujulear mucho.
"Me parecería raro que una persona de la dignidad de Francisco Camps fuera en una lista como concejal. Creo que puede ocupar responsabilidades en las que aporte más"
-¿Y qué responsabilidades se ajustarían a él?
-A mí se me ocurren algunas, pero prefiero que pasen los dos años oportunos para las elecciones y que cuando se conformen las listas o haya proyectos concretos se produzca un diálogo sereno con personas como él y que se pueda buscar la mejor opción.
-¿Sus encuestas internas les dan empate técnico en València con el bloque de la izquierda al igual que sucede a nivel autonómico?
-Efectivamente, en este momento nos dicen que tendríamos el Ayuntamiento de Valencia, que seríamos el partido ganador, pero que hay que seguir trabajando por mejorar y ampliar esa distancia con la izquierda.
-¿Aceptaría la entrada en un posible gobierno de otras fuerzas como Vox?
-Estaría mucho más cómoda gobernando en solitario, desde luego, y estoy trabajando para ello. Me gustaría tener la posibilidad de desarrollar un gobierno municipal eficiente y de tener una mayoría amplia para poder conseguirlo.