entrevista a la secretaria autonómica de Eficiencia y Tecnología Sanitaria

Concha Andrés: "Sanidad quiere que los contratos hechos durante la covid se prorroguen todo 2021"

26/10/2020 - 

VALÈNCIA. La pandemia del coronavirus ha puesto patas arriba el sistema sanitario en toda España y, desde las autonomías, se han abierto muchos frentes a abordar para darle solución al problema. Uno de ellos ha sido el de la tecnología, que se ha vuelto crucial en un momento en el que prácticamente la atención primaria solo ha atendido consultas de forma telefónica y las zonas de trabajo de los facultativos se han trasladado en algunos casos fuera de los centros habituales. También la puesta en marcha de espacios alternativos a los hospitales como hospitales de campaña u hoteles medicalizados.

Mientras, la otra gran arista -al margen de combatir y controlar el virus- es la de frenar el aumento de la lista de espera quirúrgica, que se ha disparado ante la paralización de las operaciones durante meses en los diferentes departamentos de salud y que ha obligado a contar de forma más vehemente con la sanidad privada además de fomentar el autoconcierto. Al frente de todas estas cuestiones se encuentra Concha Andrés, secretaria autonómica de Eficiencia y Tecnología Sanitaria. 

Licenciada a en Farmacia por la Universitat de València y funcionaria de la Generalitat Valenciana, ha ocupado distintas jefaturas de servicio en la Conselleria, además de ser diputada en Les Corts. Su trayectoria profesional también la ha llevado a ser alcaldesa de Moncada entre 2002  y 2007, así como miembro del Consejo federal de la FEMP entre 2004 y 2007 y diputada provincial en la Diputación de Valencia entre 20011 y 2015. 

-¿Cree que con el anuncio de la creación de un Servicio Valenciano de Salud cambiarán las competencias de los altos cargos como el suyo? 

- Hablo a nivel personal, porque desconozco la situación. Cuando se habla de crear una estructura tan importante como puede ser el Servicio Valenciano de la Salud dentro de la conselleria eso va a afectar a cualquier tipo de dirección general y de competencias que haya en este momento, porque es un cambio importante. Supone una bicefalia dentro de la conselleria porque, con los antecedentes que hemos tenido en la Comunitat Valenciana, los entes anteriores que habían ya tenían un poso de contenido competencial y de poder muy importantes. 

El Servicio valenciano de Salud era el corazón de la conselleria y por lo tanto la creación de un nuevo ente de este tipo tendrá que conllevar cambios. Yo, cuando llego, sé a lo que vengo. Y como le ocurre a cualquier persona que está en puesto de libre designación sabemos que venimos para cumplir lo que nos han dicho y hacer lo mejor posible nuestro trabajo, pero estamos a disposición de quien nos nombró. En mi caso me dijeron que listas de espera era prioridad. También telemedicina y modernización, además de cuidar las inversiones y no perder fondos Feder. Y a eso me estoy dedicando. 

Los primeros meses nos dedicamos al plan de telemedicina y al Plan Óptima que llegamos a presentar antes de acabar el año para combatir las listas de espera. Y luego, pues el futuro dirá. Pero no sé qué estructura quieren de momento para el Servicio Valenciano de Salud porque, cuando se creó en el 88 el ente inicial, era un momento de recepcionar competencias del Estado. La magnitud de lo que llegaba aconsejaba en ese momento tomar alguna medida que permitiera acomodar al personal. La situación ahora es distinta.

- Hablando de telemedicina, se ha hecho una fuerte inversión durante la pandemia.

- Sí, tanto en telemedicina y monitorización. Ya estamos muy encaminados en un proyecto de monitorización del que se está haciendo un piloto en un hospital para garantizar la máxima seguridad para los profesionales y una atención adecuada a los pacientes. Se trata de introducir un sistema para que, por ejemplo, pacientes covid que necesitan control continuado de presión arterial, saturación o temperatura no tengan que requerir la entrada constante de personal. Por eso estamos estudiando un sistema en el que el paciente, a través de un mecanismo de control, remitiría al control de enfermería la información por lo que a las 12 de la noche o a las 5 de la mañana no tendría que entrarse y que el personal tuviera que volver a cambiarse para entrar.

También hemos hecho una inversión potente en la renovación de nuestro parque tecnológico a nivel de comunicación. Teníamos ordenadores que eran muy antiguos y en la primera ola de la pandemia hicimos una distribución de más de 700 y más de 2.000 cámaras y auriculares y estamos en disposición de volver a distribuir 5.600 antes de navidades. El año que viene haremos un concurso para garantizar una nueva vía de atención a los pacientes con la compra de más ordenadores y pantallas. Antes teníamos atención presencial y telefónica y ahora queremos implementar la videollamada. De hecho, ya tenemos algunas pruebas piloto en algunos departamentos y estamos trabajando en los pliegos para una plataforma que permita esta función. 

- ¿Cómo calificaría la actuación de la Conselleria de Sanidad durante la pandemia?

- En marzo esto nos pilló a todos un poco fuera de lugar. Lo que se pensaba que podía ser una gripe vimos que evolucionaba a algo mucho más grave. Estábamos en la incertidumbre de lo desconocido. No se sabía cuál era el tratamiento adecuado, no se sabía qué iba a pasar con los pacientes, veíamos que entraban en los hospitales y que estaban ingresados tres y cuatro semanas. Que evolucionaban rápidamente y entraban en la UCI. Esa sensación de miedo a lo desconocido y de intentar buscar soluciones cuando no sabíamos hacia dónde se iba era algo que todos teníamos. 

A pesar de eso, existía una buena coordinación técnica entre el ministerio y las comunidades autónomas. Técnicos de epidemiología que están acostumbrados a tratar este tipo de situaciones y, como decía el otro día Fernando Simón, con los datos que teníamos hacíamos lo que podíamos. Con los datos que teníamos en ese momento, que no eran los mismos de los que disponemos ahora, pues se hizo todo lo que se pudo. Aquí en la Comunitat Valenciana se dio un ejemplo de gestión. Pudimos coordinar los centros hospitalarios públicos y privados, se hizo una red de apoyo con los centros privados a los que también hay que agradecer su apoyo.

En un momento determinado estaban destinados a la atención de pacientes no covid y nosotros incrementamos la plantilla de personal hasta todos nuestros límites. Ahora vamos por 7.000 personas. Y además, montamos una serie de hospitales medicalizados satélite. Llegamos a disponer de más de 4.000 camas preparadas por si era necesario acometer cualquier tipo de acción rápida para poder dar atención sanitaria de pacientes leves o realizar aislamientos masivos. 

- En materia de personal, ¿qué propuesta se ha realizado para el presupuesto de 2021? ¿Se espera prorrogar al personal extra contratado más allá de seis meses?

- Se ha presupuesto hasta noviembre de este año, pero la propuesta de la conselleria es que se presupueste todo el año que viene, de enero a diciembre. El principio el presidente de la Generalitat anunció seis meses pero la conselleria va a intentar que se prorrogue todo el año. Eso también dependerá de la situación de la pandemia. Pero una cosa es lo que se pide, otra la que se da, las necesidades que se vayan generando y lo que llegue desde Europa, que será importante para el presupuesto para 2021. 

- ¿Fue buena idea la construcción de los hospitales de campaña?

- La construcción de los tres hospitales de campaña, como opción en un momento de pandemia en la que había tanta incertidumbre, creo que fue excelente. Es un proyecto que se realizó en coordinación entre la Conselleria de Justicia y la Conselleria de Sanidad porque teníamos una ventaja, y es que a través del finger esos hospitales estaban conectados con los hospitales nodriza, de esa forma evitábamos, en el caso de que se produjera una hecatombe, trasladar con ambulancias. Un paciente por ambulancia, que tiene que ser cada vez desinfectada, que el personal se tiene que cambiar... A través del finger estábamos en cinco minutos y, en el caso de necesitar UCI, se podía actuar de una forma rápida.

- Se han dado algunos problemas con la empresa adjudicataria por sobrecostes.

- Estamos hablando de algo que se hizo en un tiempo récord y yo no conozco ninguna obra de magnitud que no genere algún tipo de problema. Esas cosas se tienen que solucionar por el procedimiento que está previsto en la ley. Hay unos informes técnicos, unos técnicos responsables que son los que tienen informar, la empresa puede reclamar lo que considere que es su derecho y ahí están los cauces establecidos legalmente para hacerlo. Pero en un momento así necesitábamos una infraestructura para resolver un problema de atención a la población y los valencianos y valencianas pudimos contar con ello, al igual que se hizo en un tiempo récord la remodelación de la antigua escuela de enfermería de La Fe que se dotó con 165 camas con oxígeno o la buena disposición de las cadenas hoteleras. 

Nuestro agradecimiento infinito a los hoteles de la Comunitat que se pusieron a nuestra disposición o hasta incluso los dueños de residencias que estaban sin abrir y perfectamente equipadas. También al Ayuntamiento de Villarreal que nos cedió el centro de Alta Tecnificación. Se despertó la necesidad de apoyar para que todo saliera bien y hubo mucha gente que falleció, pero a otras muchas se les atendió con una gran profesionalidad e inmejorables condiciones dentro de lo que se podía ofrecer. 

- Hablando de eficiencia, durante estos meses se han pasado por muchos tipos de gestión, desde el control estricto del Estado a la delegación a las autonomías. ¿Qué fórmula es la mejor opción?

- La normalización siempre es buena, aunque luego cada uno tenga sus particularidades. Pero los criterios generales tienen que ser comunes. Estamos en un país en el que a cinco kilómetros tienes otra comunidad autónoma u otra provincia. No necesitamos recorrer kilómetros para poder trasladarnos. También hay muchas segundas residencias y nosotros como Comunitat Valenciana somos receptores de personas de otras comunidades autónomas, por lo que es imprescindible la coordinación del ministerio. En este sentido, hay que aunar esfuerzos para que esas decisiones técnicas que se adopten sean cumplidas por todos, porque es la única forma de poder ir evaluando.

Cuando se adoptó la decisión del estado de alarma y de que la gente se quedara en casa los resultados se vieron a los 15 días. Cuando aquí en la conselleria se adoptó el cierre del ocio en una determinada población, pues hemos visto que ha dado sus resultados. Yo creo que las cosas se han hecho bien, las decisiones se han tomado en función del conocimiento, de la experiencia y de la responsabilidad que suponía para la consellera firmar una resolución que podía afectar o a la libre circulación de los ciudadanos o a la libre apertura de los establecimientos o del funcionamiento de cualquier empresa. Ha habido mucha responsabilidad y profesionalidad, y luego ya cada uno puede pensar lo que quiera. Lo hecho, hecho está y los resultados en la Comunitat Valenciana ponen en evidencia que se han hecho bien las cosas. 

- Pero la situación se está tensando.

- Se pueden hacer restricciones, adoptar normas, recomendaciones sanitarias o epidemiológicas, pero los ciudadanos tienen una responsabilidad. Durante mucho tiempo la ciudadanía ha estado respetando las normas que se han indicado por sanidad pero en cualquier caso lo que sí que hay tener en cuenta es que, luego, nos podemos encontrar con algunas situaciones como las que han ocurrido en la Comunitat. Pero la mayoría cumplen las reglas.

- Existe preocupación por lo que pueda venir. 

- La segunda ola es algo que es otra vez incierto. Parece ser que todo el mundo coincide en que no va a ser con la misma intensidad porque estamos mucho mejor preparados porque los médicos y el personal de enfermería ya conocen al virus. Hemos sido capaces también de duplicar nuestra capacidad de UCI aquí en la Comunitat. Lo importante sería que en un plazo corto de tiempo encontráramos una solución definitiva para acabar con la enfermedad pero lamentablemente parece que esto va a ir para largo. 

- Hablaba antes de listas de espera quirúrgicas, que es uno de los temas más preocupantes. ¿Cuál es el plan para reducirlas?

-Estábamos muy preocupados por las listas de espera antes y también lo estamos ahora. Pero creemos que con las acciones que estamos llevando a cabo vamos a poder contenerla. La actividad quirúrgica se suspendió totalmente y cuando comenzamos siempre hay unas restricciones. Tenemos que dotar una reserva de mínimo un 20% de las camas porque es una de las directrices puestas por el ministerio y luego tenemos que tener una capacidad de reacción de UCI de tres o cuatro días.

Eso limita el número de intervenciones que se pueden realizar y también el tipo de pacientes que se pueden intervenir. Antes del verano ya empezamos a recobrar la actividad quirúrgica de lista de espera y realizamos reuniones con los departamentos para que hicieran una revisión de las listas quirúrgicas para atender a aquellas personas que debían ser operadas por una cuestión clínica, no por tiempo. En este momento estamos en disposición de decir que las personas que tenían una prioridad alta están siendo atendidas. También hay otras que han decidido no operarse por el tema covid.

Y luego lo que hicimos fue impulsar el plan de choque. 26 clínicas están colaborando con la conselleria. También quiero agradecer el trabajo de la Alta Inspección, que ha sido la que ha estado controlando para que estos centros se pudieran incorporar al plan de choque. Hasta el mes de septiembre habíamos derivado desde principios de año más de 17.000 pacientes al mismo, y a 30 de septiembre se han intervenido 10.000 personas en clínicas privadas. El año pasado derivamos en todo el año 17.000 personas, por lo que llevamos adelantado un trimestre.

También han empezado los autoconciertos para aligerar la lista quirúrgica y también de pruebas diagnósticas. Se abren mañana y tarde quirófanos para esponjar la actividad y en algunos hospitales se han alcanzado niveles del 70 y el 80% con respecto a antes de la pandemia. Estamos interviniendo mucha cirugía mayor ambulatoria sin hospitalización. El servicio de traumatología es con el que tenemos más problema, porque aproximadamente 19.000 personas de la lista de 61.000 son de esta especialidad. También estamos revisando y llamando a todas las personas de más de 180 días para ver cuál es la situación y si son de baja complejidad les ofrecemos el plan de choque.

- ¿Se han marcado plazos?

- Vamos muy bien. En este último mes ya bajamos la demora a 151 días de 157 en el que estábamos, y hemos controlado la lista de espera porque se ha reducido el número de personas, pero no sabemos qué pasará a la espera de la segunda ola. Por ejemplo, el departamento de Sagunto tuvo que suspender los autoconciertos previstos con la covid. Así que estamos sujetos a lo que pase con la pandemia. Si en un departamento se produce cualquier tipo de incidente de contagios covid se va a tener que desprogramar o suspender. Por eso vamos día  a día. Y donde vemos que las cosas están normalizadas intentamos apoyar. 

La pasada semana tuvimos una reunión con los jefes de servicios de tres hospitales públicos incluso para unificar las listas de espera. Para determinadas patologías que vemos que están mucho tiempo hemos intentado formar una red entre el Clínico, el Arnau, el Peset y La Fe. Que entre ellos colaboren porque igual, uno de ellos en determinada cuestión no tiene lista de espera, y pueden apoyar por la vía del extra concierto, que es otra modalidad que estamos desarrollando. 

Por ejemplo, en el Hospital de Vinarós estamos apoyándolo en La Plana, que opera determinados pacientes de hombro. Estamos haciendo que entre todos hagan red porque pensamos que no va a haber otra forma de trabajar. 

-¿Se está dando mucho rechazo en el plan de choque?

- En algunas cuestiones como las varices han llegado a aceptar un 76% y en lo que es traumatología en un 50% estamos. En catarata un 55 o 56%. Y es porque hay gente que tiene confianza en el médico que le atiende y en su hospital público y quiere quedarse ahí. A esas personas que se les respeta, pero si hay una intervención urgente o prioritaria pasará por delante. 

- ¿Cuáles son los proyectos estrella presentados por Sanidad para la Estrategia Valenciana de Recuperación?

- Se han presentado proyectos en prácticamente todas las direcciones generales y, dentro de mi área, yo destacaría los más de 570 millones que hemos presentado para infraestructuras tanto de atención primaria como de especializada. También hemos presentado 40 millones para la monorización de la nueva tecnología para presentar en hospitales y proyectos de investigación a través de las fundaciones. Hace unos días tuvimos reuniones con los responsables científicos para que aúnen esfuerzos y seleccionen los proyectos para complementarse, porque será por concurrencia competitiva. 

- Desde la conselleria se han volcado en conseguir fondos Feder.

- Para la Conselleria de Sanidad los fondos Feder están siendo fundamental. Ya teníamos en marcha dos proyectos muy importante 'estrella' que deben estar ejecutados en junio de 2023. Son proyectos de compra pública innovadora. De algo que no existe en el mercado. Uno es un proyecto de big data para la creación de una plataforma de gestión, datos y tratamiento y evaluación de esos datos dirigidos a tratamientos de pacientes oncológicos y con enfermedades raras. En este proyecto lidera el Gobierno de Canarias y nosotros acompañamos.

El otro, que capitaneamos nosotros, es en la construcción de un PET-TAC de cuerpo entero que tenga la máxima sensibilidad y la mínima incidencia negativa en los pacientes para que pueda ser utilizado especialmente para el tratamiento de los niños con enfermedades oncológicas y sobre todo para las zonas de cuello y cabeza que se necesita la máxima precisión y la mínima incisión. Esto, además, va con un proyecto de compra pública innovadora. Somos los primeros de la Generalitat que lo estamos desarrollando algo así y hemos creado un consejo asesor de expertos para que nos ayuden a desarrollar este proyecto con el que, si acaba de desarrollándose, podamos contribuir aún más.

 

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