VALÈNCIA. La inversión es una parte clave en la creación de un ecosistema empresarial y emprendedor potente y DCN, junto a su fondo de inversión Realiza Business Angel, ya se ha convertido en un referente en la Comunitat Valenciana.
Santiago Reyna y Lucas Martínez están al mando de la asesoría y fondo de inversión que también han sido beneficiados por la venta de la compañía Imegen a Q-Growth Fund y Biolty. Hace siete años invirtieron en la compañía y ahora recogen los frutos. Pero, ¿qué opinan sobre lo que se cuece en Valencia?
- ¿Qué es DCN y Realiza Business Angel?
- Lucas Martínez: Nació en el año 2003 con el objetivo de ayudar a desarrollar empresas dando apoyo de consultoría de negocio para encontrar financiación para proyectos de expansión internacional y hacemos consultoría de transferencia tecnológica. Nos hemos metido en un híbrido de estrategia, financiación y tecnología.
También hay una segunda pata de la consultoría que es el apoyo a la internacionalización, donde con una red de socios en China, Corea, Chile Sudáfrica, entre otros muchos países, damos un servicio amplio a las compañías que están implantándose.
A partir de ahí, lo que se hizo fue crear unos vehículos financieros para que las compañías basadas en tecnología se pudieran convertir en jugadores internacionales. La compañía ayuda tanto a las empresas medianas como a las startups.
- ¿Por qué nichos tenéis preferencias?
- Santiago Reyna: La inversión en Imegen fue fruto de la casualidad. En 2009 nos presentan al equipo de Imegen, no se conoce la biotecnología. Pero luego, empezamos a entablar relación con Manuel Pérez y a conocer otros proyectos biotechs como Bioncotech, Artax Biopharma y a partir de ahí hemos ido rascando en otros proyectos fuera de la Comunitat Valenciana.
- ¿Cuál es la cartera de participadas en la Comunitat?
- Santiago Reyna: Tenemos Bioncotech o Nuubo, que es una camiseta con sensores para cardiología. En la parte digital tenemos a Play Jugo y a Encom. eHumanlife, valenciana con sede en Boston, y Nextail, valencianas pero con base en Miami. Estas son las que nos quedan valencianas a día de hoy.
- ¿Por empresas valencianas prefieren Boston a Valencia?
- Santiago Reyna: Nosotros cuando invertimos buscamos que las empresas sean globales.
- ¿Pero no se puede ser global con sede en Valencia?
- Lucas Martínez: Aquí hay dos factores. El sector tecnológico en España de las empresas medianas y grandes no está muy desarrollado. Tenemos algunas grandes empresas como Telefónica o las farmas catalanas como Almirall, Ferrer o Grifols pero no existe un mercado multinacional para ser comprador de estas startups que se desarrollan.
Sin embargo, en Estados Unidos existe un gran mercado de liquidez financiera y de multinacionales tecnológicas que son compradores naturales de estos proyectos. Por lo tanto, hay una afluencia a Estados Unidos porque hay un mayor movimiento de compra venta.
Ahora, con el compromiso de Europa, que lleva un par de lustros potenciándose, empezarán a darse más operaciones en Europa, pero por ahora, el caso es que se dan en Estados Unidos.
- ¿Debería apostarse más el sector salud en la Comunitat?
- Santiago Reyna: Justamente, en el sector salud en la Comunitat Valenciana está el IVI, Clínica Baviera, Corporación Dermoestética y grupos hospitalarios como Nisa que es una referencia en la Comunitat o el Grupo IMED.
Hay un sector salud muy boyante, aunque no tanto biotech. Barcelona sí que tiene un clúster muy importante, hay una clara vocación por el sector biotecnológico y hay grandes farmas que se meten en las empresas pequeñas. Aquí nos falta esa gran farma que tire del carro.
- Lucas Martínez: Yo estoy de acuerdo con que hay una apuesta poco clara por parte de la estrategia del país para apostar por una serie de sectores. Del PIB, salud es un 7-8%, que es significativo. Igual de importantes son el Turismo, que será un 12 o 13% o la agroalimentación, que es un 18%. Pero ninguno de los sectores es una apuesta clara.
Sin embargo, la estrategia RIS3 impuesta por la Unión Europea ya obliga a definir una estrategia para captar fondos y sí que ha hecho aparecer al sector salud como uno de los sectores importante.
Pero a partir de ahí hay mucho que hacer.
En la Universitat Politècnica de València, que también es centro de referencia en investigación, no somos buenos generando spin off. Si surge alguna es una suerte. Y por otro lado, veo que nos cuesta mucho crear empresas de tamaño medio. Startups ya creamos, pero que alguna de estas facturen 10, 15 o 20 millones de euros, que dé empleo a 100 personas, todavía somos regulares.
- ¿En qué fase invierte DCN?
- Santiago Reyna: Nosotros tratamos de ponerle un componente racional a inversiones pequeñas, entramos justo detrás de las tres F, y somos un puente entre los grandes fondos y el inversor privado. Hemos conseguido más de 50 millones de coinversión con otras compañías. El retorno lo esperas entre los cinco y siete años y hay que tener paciencia y no hay que ponerse nervioso.
- Lucas Martínez: La rapidez en vender tal vez dependa de la cercanía que tienes con los compradores. Si en España tuviéramos más presencia de multinacionales posiblemente los ciclos serían más cortos y se aceleraría el proceso de inversión. Pero si realmente tienes que desarrollarla y luego irte a Estados Unidos a buscar comprador se alarga a los cinco o siete años, que es lo que ha costado vender Imegen, y es una fortuna tal y como están las circunstancias.
- ¿Continúa la apuesta de la administración por la coinversión?
- Santiago Reyna: En la administración pública sigue la inquietud con ese tipo de inversión alternativa aunque sea otro perfil.
- Lucas Martínez: Al final tienes que tener clara cuál quieres que sea tu imagen. En Estados Unidos no piensan que España sea un país tecnológico. Conocen Telefónica, Santander, BBVA, Inditex pero por ejemplo, un elemento que podía ser acelerador de la inversión es la fiscalidad.
- ¿Qué medidas habría que tomar por parte de la administración?
- Santiago Reyna: A nivel fiscal, en el Reino Unido, cuando una persona física invierte se desgrava el 50% inicialmente y si no tiene éxito la inversión el 100%. Aquí es un tramo máximo de 9.000 euros la persona física que invierta en una startup. Además, estás metiendo en riesgo a las personas físicas para que inviertan en startups. Falta mucho para estar al nivel de Reino Unido o Estados Unidos.
- Lucas Martínez: Nosotros, como gestora, recientemente nos regularon por la CNMV porque la legislación no estaba pensada para realizar fondos pequeños, sino para invertir en empresas medianas. Hay que repensar cómo crear más gestoras pequeñas.
Se intentó con la ley del 2014 crear un tipo de vehículos que eran las sociedades de inversión colectiva cerradas y las sociedades de gestión e inversión colectivas y esto se ha frenado por la fiscalidad que no se les ha dado. Quizá, esto es una parte fundamental de la administración, y la necesidad de validar a los gestores que ya estamos que tengamos el nivel profesional adecuado. Va a ser muy importante que haya muchas gestoras como nosotros. Y la buena noticia es que hay ciencia, hay muchas universidades e investigación.
- Santiago Reyna: El nivel ha subido mucho. Recuerdo que hace tres o cuatro años analizábamos proyectos que se caían porque la ciencia era buena pero el managment era muy pobre. Pero ahora nos encontramos proyectos con gente con mucha capacidad de gestión y de visión de los negocios.
- Y a esto, ¿quién ha ayudado?
- Lucas Martínez: Pues parte de la educación, que va poniendo su siembra. También los recortes de ayudas que se han hecho han provocado que la gente se tenga que espabilar. También el ecosistema, todo el ruido de emprendedurismo, los medios de comunicación, la dinámica de crear incubadoras y aceleradoras.
Los grandes actores como Lanzadera, que es una suerte tener a Juan Roig promoviendo esto. Y los proyectos flojos ya se han ido mejorando, hace tres años nos llegaban crudos. También creo que va a ser necesario que se clarifique el rol de los funcionarios. Toda la limitación que hay, que el funcionario pueda ser o no socio de la spin off que ayuda a crear.
Es verdad que en Estados Unidos las universidades son más privadas, con contratos privados, pero un catedrático que sea brillante puede ser socio de muchas spin off y es un efecto multiplicador. También la cultura del funcionario, que tenga otra mentalidad.
- Santiago Reyna: Es el caso del CNIO. Es el quinto centro del mundo por publicaciones científicas y su primera spin off fue Bioncotech. Es muy fuerte que de un centro con esa capacidad su primera spin off sea Bioncotech.
- ¿Hace falta más transferencia tecnológica?
- Lucas Martínez: En Reino Unido está Imperial Innovation, que invierten en spin off del triángulo mágico que es Cambridge, Oxford y Londres y cotiza en bolsa. En el anillo alrededor de una universidad y de la ciencia habría que facilitar la creación de nuevas compañías que sean vehículos de transferencia.
El catedrático investigador habla de la ciencia pura pero eso no siempre es fácilmente transferible. Sería interesante tener ese tipo de institutos o entidades, que estuvieran más cerca del mercado escuchando lo que hace falta y los mecanismos financiero fiscales den soporte a esa frontera, que creo que hay un reto para trabajar. El año pasado, la universidad de Oxford lanzó un fondo de cuatro millones de libras para invertir. Estamos ahí muy atrasados.
- ¿Ha cambiado el perfil de inversor en los últimos años?
- Santiago Reyna: Estamos cada vez más en el circuito de coinversión. Nos llaman fondos para invertir con ellos por el trabajo que hemos hecho en los últimos años. Más fondos internacionales que miran a España porque es un país imaginativo y creativo y aquí es mucho más barato.
- Lucas Martínez: La compra recientemente de Biópolis es un caso muy interesante. Es un caso de ciencia que se desarrolló junto al CSIC, que una multinacional americana lo lleva vigilando durante varios años y termina comprándolo porque tiene muy buena ciencia.
- Santiago Reyna: Y a nivel emprendedor puro, nosotros hemos invertido en una compañía que se llama Nextail y que se dedica a la gestión y a la logística de stock de cadenas de moda y el que la impulsa es el exdirector de Logística de Intditex. Y eso demuestra que Inditex ha generado un talento que el emprendedor ha sabido amasar y en la que Nauta metió el año pasado 1,5 millones. Factura más de 100.000 al mes y tiene contratadas a más de 30 personas, eso es riqueza país.
- Lucas Martínez: Sí que percibo que los inversores que invierten con nosotros, desde luego los family office más sofisticados que conocíamos llevaban invirtiendo en venture capital durante años y normalmente en fondos tecnológicos extranjeros. Pero sí que se ha dado en el último año y medio, por el buen trabajo del Fondico, el cambio de una cultura de inversión en fondos.
El inversor está cambiando al estrategia y está invirtiendo en tecnología. Los grandes bancos también invierten fondos que invierten en compañías tecnológicas. En el nuevo paradigma la tecnología es imprescindible. España debe tener un reto importante de tecnificar su PIB. Sería interesante poner porcentajes, saber qué parte de la economía es y ver cómo va creciendo en todos los sectores.
- Los family office valencianos parecen que se están animando.
- Lucas Martínez: Hay una inquietud. Zriser está llevando una estrategia muy buena de inversión directa en startups. También Lanzadera y Angels. Family office asociados a la Comunitat Valenciana están haciendo sus primeras estrategias de inversión como SPB o RNB.
Desde AVE se está haciendo un gran trabajo porque se están fomentando que el liderazgo que tiene sea también con la tecnología y que den ejemplo de inversión en tecnología. Nosotros tenemos un nutrido grupo de inversores que son socios de AVE pero otros que no son inversores nuestros están creando sus propias fórmulas.
- ¿Deberían comprar las empresas valencianas startups?
- Lucas Martínez: Los fondos corporativos son muy importantes en la economía de la tecnología como el de Intel o Google, pero cualquier compañía mediana se puede plantear tener un pequeño fondo. Es una estrategia muy inteligente. Es un sector nuevo, no lo conozco y compro una participación de una compañía para conocer el sector.
- Santiago Reyna: Estados Unidos nos lleva 20 o 30 años de ventaja en esto. Hay que mirar muy a largo plazo. Los gestores e inversores han estado aprendiendo en este camino. El dinero lo tiras ahí y se evapora hasta que empiezan a salir pero lo bueno crece.
-¿Debe concentrarse en un polo como la Marina Real toda la tecnología?
- Santiago Reyna: Es darle uso a una zona que puede ser muy creativa. Es darle uso a algo que está en desuso. Barcelona ha hecho una zona en el puerto donde hay grandes compañías, como los creadores de Wallapop. Pero en Valencia lo que hace faltas son inversores.
Madrid y Barcelona han conseguido 300 millones de inversión en startups y Valencia es la tercera con 15. Somos la tercera pero a una distancia abismal. Por ejemplo, si tú tienes una startup muy buena, viene Kibo con medio millón de euros y se va a Madrid. Se ha creado aquí la idea pero cuando contratan a 20 se van a Madrid.
- Lucas Martínez: Dice Adolfo Plasencia que así como en otra época eran las grandes urbes de 15-20 millones de personas las que lideraban lo que pasaba en el mundo ahora hay tendencia a las ciudades de 900.000 - un millón. Yo creo que se debería pensar el clúster como la zona metropolitana entera.
En Valencia hay que generar un suficiente nivel salarial y una calidad de vida buena, y eso crea una base tecnológica más potente.
- ¿Cómo se acelera atraer inversiones?
- Santiago Reyna: Aquí se ha generado una cultura de emprendimiento bastante potente. Es algo innato en una región como Valencia y lo que falta ahora es la parte financiera y la atracción de multinacionales. Tenemos un Ford pero habría que atraer un Intel, un Tesla, una tecnología que mueva un sector para tener los interlocutores para acelerar las ventas de las startups.
- Lucas Martínez: La Ciudad de las Artes y las Ciencias ha conseguido un dinamismo turístico, el hecho de que exista un Lanzadera con mucho impacto mediático y otros agentes. La sensación que hay en España es de qué bien estáis haciendo las cosas en Valencia. Málaga también lo está haciendo muy bien y es más pequeño que Valencia y han conseguido atraer a Microsoft. Si quieren ingenieros tenemos la UPV, la UV. Somos un low cost científico, en positivo, y eso hay que aprovecharlo.