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Entrevista al decano del colegio oficial de ingenieros de telecomunicación de la comunitat

Riolobos (COITCV): "Las redes han soportado bien la demanda de datos en la pandemia y sin colapsos"

8/06/2020 - 

VALÈNCIA. WhatsApp, Netflix, videoconferencias, clases online... Las redes de telecomunicaciones en España han soportado durante esta pandemia un gran tráfico de datos. Y es que el teletrabajo y los largos días de confinamiento obligaron a millones de españoles a tener que tirar de la tecnología para pasar el día a día. Un nuevo contexto que llevó a las infraestructuras a aguantar importantes flujos a los que no estaban acostumbrados. Solo un dato: el lunes 16 de marzo España fue el quinto país del mundo con más intercambio de información por Internet, por detrás de Estados Unidos, India, Reino Unido y Alemania.

Pese a este contexto, no se ha producido ningún colapso y las líneas han podido aguantar la sobrecarga de aquellos días. "Las redes móviles y todos los operadores se han mantenido muy bien, a pesar de esos incrementos en los volúmenes de tráfico. Se ha podido afrontar bien la actual demanda de datos y en ningún momento se ha producido ningún tipo de colapso", asegura el decano del Colegio de Ingenieros de Telecomunicación en la Comunitat Valenciana (COITCV), Sergio Riolobos, en una entrevista con Valencia Plaza

Aunque nombrado nuevo decano del COITCV hace unos meses, Riolobos no es nuevo en el cargo. Estuvo al frente de la institución colegial en el periodo 2008-2012. Ahora repite acompañado por César Morillas, Ferran Machí y Óscar Monerris, que ocupan los puestos de vicedecano, secretario y tesorero. Además, actualmente es director territorial de Orange en la zona de Levante, tras haber trabajado varios años en la Consultoría Altran.

Conocedor de primera mano de las telecomunicaciones en España, asegura que en despliegue de fibra óptica España es la primera de Europa y tercera en el mundo y sus equipos estaban muy bien preparados. Una robustez que ha evitado incidencias permitiendo que esa ingente cantidad de datos -en una situación insólita y única nunca antes vivida y ante la cual era una incógnita cómo iba a responder- comportarse las redes. "Nunca puedes decir que son excelentes porque siempre se pueden mejorar, pero con las que tenemos, con los procedimientos de mejora continua que tienen implementadas y con un uso adecuado y responsable se ha estado preparado", resalta.

Eso sí, en cuanto al despliegue del 5G o la mejora de algunas infraestructuras, se muestra tajante: "Esas operaciones corresponden a los operadores con inversiones privadas, con lo cual también está jugando la economía privada que tiene que ser mínimamente rentable para permitirte dotar de esa excelencia a las redes".

Pero no solo la pandemia ha demostrado la fortaleza de las redes, sino que ha acelerado todo el proceso de digitalización a nivel empresas, administración y en muchos hogares españoles. Incluso en sectores tradicionalmente más manuales la tecnología ha llegado para quedarse. "Esto es imparable. Esta situación lo que ha permitido -o lo que va a forzar- es que la digitalización se acelere exponencialmente tanto en las empresas como en las relaciones laborales y entre personas", afirma. Y es que la pandemia también ha agilizado la puesta en práctica de muchas herramientas, casi a contrarreloj.

Este es el caso de sectores como el retail o la distribución donde, según explica, para mantener la distancia de seguridad y la salud en el trabajo se han desarrollado instrumentos como pulseras inteligentes 'made in Valencia', que permitan a los empleados mantener las distancias de seguridad y asegurar el cumplimiento de las recomendaciones sanitarias para favorecer un entorno laborable amable y seguro. "También se están implementando los chatbots, sistemas muy sencillos para dar servicio con inteligencia artificial que suponen poca inversión y, mediante una cámara térmica, de reconocimiento facial y una serie de monitores a lo largo de las tiendas, se conoce el aforo, los flujos de entrada y salida y el control de temperatura del cuerpo", apunta Riolobos.

Una tecnología que ha llegado para quedarse porque también permitirá a los operadores comerciales conocer el impacto de sus ventas, los puntos calientes, el tiempo que usan los empleados para interactuar con un cliente o qué productos despiertan mayor interés.

Big data en turismo y hostelería

Con la llegada del verano, el buen tiempo y las ganas de playa, también el turismo y la hostelería se están rearmando para hacer frente a esa ‘nueva normalidad’. En estos sectores, el big data se ha erigido como una herramienta fundamental para conocer el comportamiento de los turistas, su perfil y procedencia. "Los operadores con la movilidad podrán guiarse sobre los nuevos comportamientos y las características del nuevo viajero. Y eso como empresario te permite saber qué tienes que hacer para atraer a ese turismo que ahora va a ser más interno y conocer en tiempo real, si lo estás haciendo bien y si se cumplen las expectativas", afirma.

El salto de las empresas en el uso de la tecnología no solo es ya una realidad, sino casi una cuestión de supervivencia para no quedarse atrás. Pero, para conseguirlo, la inversión en ciencia y en I+D+i debe ser una realidad. "Pero, además, también debemos invertimos  en nuestro talento, no hay lugar a duda que con ello vamos a salir súper reforzados", destaca.

Más ciberataques

Eso sí, esta 'hiperconectividad y dependencia de la red' también tiene sus peligros. Los ciberataques. "El uso de las telecomunicaciones, la conectividad y las redes van a crecer exponencialmente y, en consecuencia, también se producirán ataques perniciosos. Estamos expuestos", afirma. De hecho, reconoce que ya se han detectado más asaltos a los sistemas de seguridad en las redes, una situación proporcional al incremento de su manejo.

"A medida que exponencialmente aumenten los acceso a la conductividad evidentemente los ataques se irán incrementando, pero también se ampliarán las medidas de seguridad", recalca el ingeniero que admite que "la seguridad total no existe". "Al final la tecnología debe estar a disposición de las personas. Al contrario, al final es un sistema que explota, revienta y nos lleva a malos resultados", subraya.

Riolobos afronta una nueva etapa llena de retos en el COITCV pero con claros objetivos: continuar impulsando y ayudar a impulsar el desarrollo de la digitalización en la Comunidad Valenciana y, si es posible, a nivel nacional y mundial lograr más presencia y reconocimiento de la figura del ingeniero de telecomunicación, una profesión desconocida para el gran público. "Tenemos que reivindicar su papel que en esta situación ha sido fundamental", concluye.

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