Fede Fuster: "Nos estamos encontrando con que ya no es sexy trabajar en el sector turístico"

BENIDORM. Después de 14 años al frente de la patronal hotelera de la Comunitat Valenciana, Hosbec, su presidente Toni Mayor deja el cargo. Lo anunció en junio de 2022, pero tenía sucesión asegurada. El joven empresario Federico Fuster López, más conocido por ‘Fede’ (Benidorm, 1983) ocupa su puesto después de haber sido elegido por la asamblea electoral junto a su ejecutiva. Empezó en 2008 en el sector, es CEO de la cadena GF Hoteles, con apartamentos turísticos y dos hoteles. Mantiene el discurso que ha tenido hasta ahora Mayor: oposición a la tasa y críticas a los malogrados presupuestos del Estado. En una segunda parte de la entrevista se refiere específicamente a sus objetivos como nuevo presidente de Hosbec: "Crearemos un grupo de trabajo para el turismo de interior".

- ¿Cómo ve el sector ya como presidente de Hosbec?

No quiero decir que estemos mal porque mal no estamos, pero creo que se está proyectando la imagen de que estamos mejor de lo que parece. Esta crisis nos ha hecho daño, pero de verdad. Hemos salido a base de deuda. Ahora mismo todas las empresas están muy endeudadas y el tipo de interés está subiendo, y va a subir más. Y además el mercado sí, se recupera muy rápido pero aún falta mucho, ¿no? Yo tengo la sensación de que estamos cogidos con pinzas y que cualquier golpe mal dado nos puede tirar por tierra todo lo hecho hasta ahora. Entonces no quiero ser negativo, ni mucho menos. Creo que soy optimista, que las cosas más o menos van saliendo, pero aún es un momento de fragilidad.

- ¿Qué retos ve para el turismo? 

Por un lado, creo que la oportunidad principal es que el mundo está cambiando, se ha acelerado por la pandemia. La prioridad de gasto de las personas cada vez pone más arriba a los viajes. La gente ya no quiere comprar coches, ni ropa de marca, ni relojes. Ya no competimos tanto con los bienes materiales. Cada vez hay más clase media en el mundo y por tanto, más viajes. Tenemos un futuro por delante prometedor, pero seguimos con un problema, por ejemplo, con el tema del personal. Y no solo en el sector turístico, es un problema global, casi diría de Europa y Norteamérica. No sé muy bien qué está pasando, pero la gente no quiere trabajar o quizás no sabemos ofrecer los puestos de trabajo que esperan tener en los próximos años. En cualquier caso, tenemos que hacer una reflexión para ver hacia dónde tenemos que tirar con los jóvenes, porque nos estamos encontrando con que con que ya no es sexy trabajar en el sector turístico. Antes nos encantaba. A veces hablo con empleados de turoperación que me decía que con 20 años trabajar en un turoperador era fantástico porque viajabas. Ahora esto no ocurre. 

Estamos dejando de ser atractivos en muchos sentidos y eso va a ser un reto. Y en el corto plazo está el tema energético, es muy preocupante lo que está pasando con la luz. Mantenernos abiertos en invierno va a costar muchísimo. Hemos climatizado la piscina y ya me estoy arrepintiendo porque sé que la factura va a ser de aúpa. Y tenemos también el tema de la tasa turística a pesar de las muchas voces que hay en contra... Y en fin, no nos vamos a aburrir. Hay muchas cosas por delante.

- Justo una de mis preguntas eran sobre la falta de personal. ¿No se ha conseguido corregir este verano?

Tiene muy difícil solución. Al final nosotros trabajamos cuando la gente tiene vacaciones y los fines de semana. Si trabajas en el sector sabes que eso no lo podemos cambiar. Bueno, podemos tomar alguna medida un poco excepcional en algún momento dado, pero al final nosotros trabajamos cuando los demás tienen vacaciones, forma parte de nuestro ADN. Tiene que ser así. Yo entiendo que la gente de mi personal, por ejemplo, muchos quieren irse de vacaciones en agosto, pero es que en agosto es nuestra final de la Champions League, necesito a mis jugadores en el campo. Es delicado, es complicado. 

- ¿Se plantea alguna solución?

Hay muchos temas que se van a imponer como la automatización. Ya estamos empezando a ver robots que ayudan en sala, en el tema de limpieza... En Alicante hay un sitio que hace las funciones de camarero. Nosotros hemos estado viendo uno para la Abadía, nuestra cervecería: sirve cervezas, vinos y cócteles y es una herramienta para el personal de servicio. Al camarero le ayuda muchísimo y puede dedicarse a otras cosas, no a estar transportando platos.

"Mal no estamos, pero creo que se está proyectando la imagen de que estamos mejor de lo que parece"

Quizá podamos por ese camino hacer un poco más atractivo y más llevadero el trabajo, que muchas veces es duro. En verano son muchas horas, los cocineros por ejemplo, tienen que soportar un calor terrible en las cocinas, manejando materiales peligrosos como cuchillos, aceite hirviendo, fuego, etc. Tienen una responsabilidad bestial con la salud de muchísimos clientes. Es duro, por supuesto. Lo que podamos hacer para que sea un poquito más llevadero creo que merecerá la pena invertir.

- Otro punto, también comentado, es la tasa turística.

Yo creo que ahora mismo es el mayor obstáculo para nuestro sector, el mayor peligro, y es extremadamente preocupante. A mí me escandaliza que con la que está cayendo, con la gente a la que les están subiendo las hipotecas, que no puede pagar la luz... Que encima le quieres quitar los dos euros que le quedan, o tres o 15 o 100, del ocio de salir un fin de semana, una escapada, de comer por ahí, de comprarse una tontería en algún sitio. Si encima le vas a quitar ese dinero. ¿De qué estamos hablando? Estamos llegando a niveles de miseria por parte de la administración, que es lamentable.

- Si puediera pedirle algo a Pedro Sánchez, a Ximo Puig y a Toni Pérez, alcalde de Benidorm, ¿qué sería?

A Pedro Sánchez le diría que los presupuestos para la provincia de Alicante son totalmente inaceptables. Pero no creo que el objetivo de la crítica deba ser Pedro Sánchez, sino los diputados del PSOE por Alicante en este caso. Pero bueno, pasa lo mismo cuando gobierna el PP porque esto lo arrastramos desde 2008 como mínimo. Los diputados provinciales parece que no responden ante sus votantes y sí hacia Pedro Sánchez, hacia su jefe, más preocupados por su carrera política y personal que por el devenir de la provincia, que es la que debería ser su principal preocupación. Llevamos 14 años siendo una de las provincias peor financiadas del país. La Comunidad Valenciana también, pero Alicante más. Y eso está haciendo que nos quedemos atrás en muchas cosas. 

Nos falta infraestructura. El aeropuerto está ya empezando a llenarse. Creo que estaba previsto que llegara a los 23 millones de pasajeros y ya está en 15. Se empieza a hablar de que debería abrirse la segunda pista. Lo que no podemos hacer es morir de éxito. Hay que preverlo y hacerlo con tiempo. Luego llegas al aeropuerto y no tienes ningún otro tipo de enlace que no sea el coche o el autobús. No hay estación de tren. El AVE entra dentro de Alicante, estamos toda la provincia metiéndonos con los coches saturando la ciudad. Así que añadiría una parada fuera para dar servicio a toda la provincia.

- ¿Y a Ximo Puig?

Lo que hablaría con Ximo Puig es sobre la tasa. Eso es lo que más me importa ahora mismo en la política autonómica. Creo que por el resto de políticas turísticas que se han hecho desde el Consell han sido muy acertadas. Le podría aplaudir casi cualquiera, pero esto lo tira todo por tierra. Cuando me envías ese mensaje, además como de turismofobia, como si el de fuera no es bienvenido, que no aportan, que contamina, que hay que cobrarles. Para mí eso es una línea que se ha pasado y que creo que va a tener muchas consecuencias electorales en mayo del año que viene. Todo el sector turístico, alojamiento, restauración, comercio, etc, tiene la oportunidad en primavera de ajustar las cuentas a todos, para bien y para mal.

"Nos falta infraestructura. El aeropuerto está ya empezando a llenarse"

- Le queda Toni Pérez...

Es un poco lo mismo que diría de Puig. En líneas generales creo que las políticas están siendo acertadas. Toni además es una persona que ha entendido muy bien, y parece mentira pero otros alcaldes quizás no, que el turismo tienes que llevarlo en la frente. Está haciendo una gran labor, sobre todo de imagen. Participa en todos los foros que puede, tiene un gran compromiso con el tema de la tecnología. Creo que ha cogido un camino muy positivo y que puede marcar un antes y un después en la ciudad. Por supuesto, faltan cosas, nadie es perfecto, ya le vamos apretando. Pero bueno, la verdad es que hay una gran relación personal y nos entendemos muy bien y lo que haya que decirnos nos lo diremos cara a cara.

-Lidera GF Hoteles, ¿cuáles son sus próximos retos?

Tenemos el hotel en explotación en Puerto Sagunto que se tiene que construir. Creo que va a ser importante allí en esa zona, va a ser disruptivo. Estamos viendo alguno en Benidorm también en régimen de alquiler. Tal y como veo la situación en España y Europa, pero sobre todo España, me cuesta pensar en comprar hoteles aquí. Quizás sea el momento de buscar algo en el Caribe, en el sudeste asiático me cuesta más.

-¿Por qué no le resulta atractiva España?

Se habla de jornadas laborales de cuatro o tres días, incentivan que la gente deje de trabajar porque ‘cobra lo mismo sin trabajar que trabajando’… Se ataca continuamente al empresariado, sin ningún tipo de pudor y bajo las mentiras o las excusas más variopintas… Estamos creando un clima que quizá electoralmente a algunos les interese mucho, pero a la sociedad civil española no. Me hace pensar que el futuro aquí no está tan claro, o no es tan brillante como podría ser si empezáramos a poner el foco en la productividad en la empresa para tener una vida mucho más cómoda. Si al final nosotros somos los malos de todo, los ricos que abusan del trabajador... Toda esta retahíla de relatos del siglo XIX a día de hoy no ocurre. De hecho los hoteleros tenemos unas plantillas de fijos tremendas. Muchos de ellos están toda la vida con nosotros. Se vende una imagen del empresariado, sobre todo del sector turístico, que no corresponde con la realidad y obedece simplemente a un tema electoral puro y duro. Malvendemos nuestro espíritu y eso cala en la gente, en las nuevas generaciones y me preocupa.