VALÈNCIA. Héctor Illueca (València, 1975) ganó las elecciones primarias que Podemos celebró el pasado mes de diciembre para encabezar la lista valenciana al Congreso de los Diputados. Un proceso convocado por el propio secretario general del partido, Pablo Iglesias, ante los rumores -más tarde convertidos realidad- de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, podría adelantar las elecciones generales.
Valencia Plaza se reúne con él para hablar de este anticipo, de posibles pactos tanto a nivel estatal como autonómico, de la infrafinanciación valenciana, de las bajas en Podem y del reconocimiento de los errores como partido que hace apenas dos semanas emitió el líder de la formación morada.
-Cuando usted se presentó en València dentro de la candidatura de Obrint Podem habló de cuestiones nacionales sin hacer referencia a asuntos valencianos. ¿Cuál es la medida del Consell que más le ha llamado la atención en esta legislatura?
-Más que una medida concretamente tiene que ver con un hecho que hemos constatado; esta legislatura ha supuesto una normalización democrática en nuestra tierra porque veníamos de una situación intolerable. Se ha subsanado la anomalía que era la Comunidad Valenciana en el conjunto del Estado. Pero también hemos visto las enormes limitaciones que ha tenido este Consell por su propia composición. Cada vez que nosotros queríamos avanzar en alguna política concreta al servicio de los intereses generales de la población, como por ejemplo con la Agencia Valenciana Antifraude, teníamos que ir estirando de los dos partidos del Consell. Hemos tenido la sensación de que nosotros estirábamos del Gobierno valenciano hacia los intereses de las mayorías y había otros que estiraban hacia otro tipo de intereses particulares. Un caso muy claro es el de Julià Álvaro, un secretario autonómico de Medio Ambiente en una conselleria de Compromís que se atrevió a plantear la necesidad de políticas que enfrentaran la crisis ecológica y fue inmediatamente expulsado del gobierno. Ahora va en nuestras listas.
-Julià Álvaro es uno de los grandes defensores del SDDR. Entiendo que si se le ha fichado es porque Podemos quiere volver a insistir en este tema en la siguiente legislatura.
-Desde el punto de vista autonómico es uno de los ejes de la campaña. Es la idea de una transición ecológica justa y equitativa.
-¿Cuáles van a ser los demás ejes? ¿En qué se va a centrar Podemos?
-Para nosotros hay un tema que es fundamental: las elecciones generales del 28 abril son materialmente constituyentes porque lo que se dirime en ellas es si los ciudadanos refrendan o no las profundas transformaciones que se han producido en la sociedad. Formalmente son unas elecciones legislativas donde los ciudadanos van a elegir a los miembros del Congreso de los Diputados y del Senado. Pero materialmente son mucho más que eso.
-¿Sería descartable que se produjera una combinación de mínimos entre PSOE, Ciudadanos y Podemos para que no gobierne la derecha?
-Eso de conseguir que la derecha no gobierne… Parece que quiera dar a entender que Ciudadanos es un partido de centro cuando no es lo que hemos visto a lo largo de estas últimas semanas. Todo lo contrario; se ha ido escorando cada vez más hacia la extrema derecha y está bajo el dominio de Vox. Pero bueno, el problema no es tanto Ciudadanos como la postura del PSOE. Lo que me asombra es que en estos días de precampaña José Luis Ábalos reconozca abiertamente que apuesta por un pacto con Ciudadanos, y por lo tanto continuar con las políticas neoliberales. Nosotros no vamos a estar ahí porque no podemos coincidir con el contenido de un acuerdo y políticas que rechazamos.
-Pero entonces si la suma de PSOE y Podemos no fuera suficiente para gobernar y Ciudadanos ofreciera sus votos, ¿descartarían ese acuerdo?
-El problema es que cualquier alianza que se dé desde el punto de vista político tiene que tener una base programática. Me sorprende que el PSOE apueste de manera pública por un acuerdo con Ciudadanos, pero yo no veo posible que Unidas Podemos pueda llegar a uno con ellos. Un pacto cuya base, por ejemplo, sea la mochila austriaca; implantar el despido libre en España. ¿Qué piensa José Luis Ábalos de la mochila austriaca? ¿Está a favor?
-No les veo por la labor de estar en un pacto en el que también esté Ciudadanos…
-Lo veo muy difícil.
-En Podemos suelen decir que no temen los resultados que les ofrecen las encuestas porque siempre les dan menos representación de la que luego obtienen pero, ¿no les preocupa que todas las que se están publicando exhiban una tendencia a la baja?
-Nos preocupa relativamente. Lo fundamental para mí de las encuestas que están publicándose ahora es que el 30% de la población no ha decidido su voto. Y el que lo ha hecho, lo ha decidido sin fidelidad de voto. Por lo tanto, la situación está completamente abierta. Lo que tenemos que hacer es tratar de explicar bien cuál es nuestra posición política en la campaña y defender el espacio político que nosotros intentamos representar en el Congreso.
-Ustedes se han posicionado a favor de garantizar inversiones en todos los territorios y de no enfrentar por esta cuestión. Sin embargo, apoyaron el Cupo vasco, que genera desigualdades entre españoles…
-El actual sistema de financiación perjudica a la Comunidad Valenciana, pero también a otros territorios: a Madrid o a Cataluña, y desde luego a nuestra tierra, que somos la única comunidad autónoma con una renta per cápita inferior a la media. El sistema de financiación es injusto y debe ser corregido. Ahora bien, hay que añadir otra cosa que es tan importante como la primera: en el tema de la financiación autonómica ha habido una enorme hipocresía por parte del PSOE y de Compromís. El sistema de financiación es injusto, pero el problema no es solo de distribución de recursos, sino también de las políticas de austeridad impuestas por la Unión Europea y que han sido aplicadas por el PSOE y el PP. El artículo 135 de la Constitución, cuya reforma fue defendida y aplicada por los socialistas, y la Ley de Estabilidad Presupuestaria supone en la práctica limitar la autonomía financiera de las comunidades autónomas. El PSOE ha sido hipócrita y Compromís, a su manera, también, porque en el Pacto de Toledo ha acabado defendiendo posiciones neoliberales y favorables a recortes en materia de pensiones. Hay que aumentar los recursos y evitar que esto se convierta en la guerra de pobres.
-¿Cree que el Estado debería condonar parte de la deuda que procede de la infrafinanciación?
-Insisto. Yo puedo estar de acuerdo con muchas de las medidas que neutralizan la injusticia. Pero si eso no va acompañado de una denuncia de las políticas de la austeridad y del artículo 135 se está siendo hipócrita. Si todo este debate se quiere tener de manera sana como pasa en cualquier Estado complejo, como pasa en Alemania por ejemplo, y evitando que se convierta en un arma arrojadiza de unos territorios contra otros para eso es necesario abandonar Las políticas de austeridad.
-¿Cuál es la propuesta de Podemos para reformar el modelo de financiación?
-Este debate tiene que enfocarse de la manera más abierta posible. Nosotros planteamos que el sistema de financiación es injusto y que la reivindicaciones de Valencia, Cataluña o Madrid deben ser atendidas. Pero es una hipocresía inaceptable por parte de PSOE y Compromís denunciar el injusto sistema de financiación y no hacerlo con las políticas de austeridad. Si no se ponen más recursos encima de la mesa al final esto va a ser una guerra de pobres. Hemos conocido ya cinco sistemas de financiación.
-¿Cree que se puede pasar página de las rencillas internas, declarar en el mismo mitin que te avergüenzas de eso y después interrogar a Manuela Carmena sobre su voto?
-Creo que es un asunto de interés para la ciudadanía madrileña saber cuál es la posición de Carmena en las elecciones generales. Ellos son ya otra formación política que concurre a las elecciones autonómicas.
-Podemos se define como un partido feminista. ¿Cómo se explica que con esta tesis se celebre la vuelta de Pablo Iglesias y no, por ejemplo, la de Irene Montero con un cartel como el de 'VUELVE'?
-Fue un error, hicimos el ridículo y se retiró inmediatamente.
-Se ha tachado de error, pero ¿cómo puede suceder que en un partido de un tamaño ya considerable eso no pase los filtros pertinentes?
-No conozco el intríngulis del procedimiento que llevó la publicación del cartel, pero fue una equivocación y a la hora se había retirado.
-Podemos es un partido que pretendía ser horizontal. ¿El hiperliderazgo de Pablo Iglesias no desvirtúa esta pretensión?
-Si algo ha demostrado Podemos a lo largo de los últimos meses es una gran coralidad, hasta el punto de que el secretario general ha ejercido su derecho a tener el permiso de paternidad. Y mientras, otros compañeros y compañeras lo han sustituido con absoluta solvencia y sin que se resintiera la dinámica propia del partido, tanto a la interna como en las instituciones. Por lo tanto, yo creo que eso ya no es como al principio, ha ido cambiando. Más allá de eso, el liderazgo de Pablo Iglesias, que efectivamente existe en Podemos, tiene una base popular muy fuerte.
-El nacimiento de Podemos fue posible, entre otros factores, por razones mediáticas. ¿Es coherente criticar a los medios de comunicación cuando el partido morado tuvo su emergencia primigenia gracias a la televisión?
-De la misma manera que hemos dicho cosas muy duras de nosotros, creemos tener la autoridad para criticar también a otros. Lo único que nosotros hemos dicho es que los medios tienen una influencia decisiva en la política, no solo en España, sino también otros países y que el hecho de que esos medios estén en manos de bancos puede provocar una distorsión gravísima de la dinámica política de este país.
-¿Atacar a los medios no es quitarse la responsabilidad de encima de sus propios errores como partido?
-No atacamos a los medios, defendemos el derecho a la información y el derecho de los periodistas a ejercer su profesión en libertad. Eso es lo que nosotros estamos defendiendo.
-Usted firmó junto con Julio Anguita y Manolo Monereo un artículo llamado "¿Fascismo en Italia? Decreto dignidad" en el cual se mostraba proclive a las políticas laborales del gobierno de coalición entre la Liga Norte y el M5 Estrellas. Aunque después explicaron que no simpatizaban con la ultraderecha liderada por Matteo Salvini, ¿es más cercano a sus políticas que a la de otros partidos de izquierdas como el PSOE?
-Nosotros publicamos ese artículo y otro también defendiendo el acuerdo presupuestario entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. Lo único que hicimos fue defender políticas sociolaborales que entendemos que daban respuesta limitada, precaria, insuficiente... y lo decíamos, pero que eran en respuesta a necesidades básicas de las personas que están siendo golpeadas por la globalización y que están siendo abocadas a la desesperación. En ningún momento defendimos a Salvini, ni a la Liga Norte, ni tenemos la más mínima simpatía por ellos. Simplemente valoramos una medida que había aprobado un ministro de Trabajo. Algunas de las cosas que figuraban el 'decreto dignidad' fueron incorporadas al acuerdo presupuestario. Como por ejemplo la lucha contra las casas de apuestas en los barrios pobres.
-Estos meses un número importante de diputados de Podem -Fabiola Meco, David Torres, Antonio Montiel, Josep Almería- han renunciado a repetir en la próxima legislatura. En Madrid Íñigo Errejón se ha marchado a otra formación. ¿No es preocupante este goteo de bajas en un partido que apenas tiene cinco años de vida?
-Sí, pero yo creo que hay que normalizar las diferencias políticas y estas situaciones cuando se producen. No podemos estar continuamente mirando al pasado. Este compañero -Errejón- es ahora parte de otra formación política que puede ser potencial aliada nuestra en futuras situaciones de gobernabilidad. Y a los demás, lo único que se puede hacer es agradecerles el trabajo y esfuerzo prestado.
-Antonio Montiel se fue con críticas muy duras al partido. Dijo que Podemos había bebido de la vieja política…
-Cuando un compañero formula una crítica hay que escucharlo siempre, y más si viene de Antonio Montiel. Otra cosa es que se comparta más o menos el diagnóstico. Pero, de hecho, esa es una de las cosas que dijo Pablo Iglesias el otro día, que nos habíamos comportado como un partido más.
-En su día Podem prefería que la Presidencia de la Generalitat la ocupara Compromís. Si la situación vuelve a permitir un gobierno progresista, ¿volverían a insistir en esta opción?
-Ese tipo de debates hay que tenerlos después de las elecciones, porque nuestro objetivo es salir a por todas y ganar. Tenemos un proyecto político para la sociedad valenciana y un candidato que creo que la ciudadanía va a entender y apreciar por sus muchas cualidades.