Entrevista a la SUBDIRECTORA GENERAL DE EPIDEMIOLOGÍA DE LA COMUNItat VALENCIANA

Herme Vanaclocha: "Lo de la Comunitat Valenciana no es un milagro, es un trabajo de muchos años"

19/10/2020 - 

VALÈNCIA. Hermelinda Vanaclocha lleva más de 35 años dedicada al estudio y combate contra las enfermedades infecciosas, un extenso currículum que la habilita para pilotar la parte científica de la lucha contra la pandemia en la Comunitat Valenciana. Es el papel de Fernando Simón a nivel estatal pero sin tanta exposición mediática. Además, forma parte del Comité Científico Técnico Covid-19 creado por el Gobierno de Sánchez el pasado mes de marzo.

Su carrera comenzó en los programas de vacunación y su estreno en Epidemiología llegó en agosto de 1984 a raíz del histórico brote de legionelosis en la localidad de Llutxent, el primero que se dio en un espacio abierto en toda España. Desde aquella oportunidad "apasionante", supo que lo suyo eran los brotes epidémicos. Trabajar con virus implica que todos los días pasen cosas nuevas, un trabajo emocionante que se traduce en angustia en tiempos de pandemia. "A diferencia de otros momentos superinteresantes, a este no le vemos el fin. Siempre tienes la angustia sobre lo que hay que hacer para reducir los casos", recalca Vanaclocha, que fue la responsable de estudiar el origen del brote de hepatitis C de València, por lo que declaró como testigo en el famoso juicio contra el anestesista Juan Maeso.

El problema del coronavirus es "no saber cuándo va a terminar", reconoce esta reconocida epidemióloga sin bata blanca pero con una gran experiencia en capear las embestidas de la gestión. "Llevamos muchos meses sin parar de trabajar, sobre todo porque no sabemos qué va a pasar. Aunque la teoría nos la sabemos, todo es demasiado nuevo y todo cambia mucho de un día para otro. No puedes relajarte en ningún momento", relata Herme Vanaclocha, que recibe a Valencia Plaza en su despacho de la Subdirección General de Epidemiología y Vigilancia de la Salud de la Conselleria de Sanitat de la Comunitat Valenciana.

- Desde que se detectaron los primeros casos de contagio de coronavirus en la Comunitat Valenciana, con los meses usted pasó a un segundo plano en las comparecencias, a favor de la Consellera Ana Barceló. ¿Por qué?
- No tengo ni idea de por qué se hace así. Son decisiones de la política de comunicación de la Conselleria. En algunos momentos salgo yo y en otros momentos sale la Consellera. Hay comunidades autónomas en las que para determinadas cuestiones como las medidas de restricción salen los Presidentes, que tampoco lo acabo de entender. Para hablar del número de casos o las restricciones de un municipio tampoco es necesario que salga yo. Dentro de la política de la Conselleria, me parece bastante normal. En esta Comunitat, normalmente siempre han salido los consellers, no los técnicos.

"Es preocupante que un problema exclusivamente de salud se convierta en un problema político; lo vemos todos los días y eso mata"

- En el gobierno de España, las cosas no funcionan igual. Es evidente el protagonismo de Fernando Simón, y algunas voces lo cuestionan.
- Tampoco sé por qué se hace así. Si recordamos el ébola, con muchos problemas entre el Ministerio de Sanidad y la Comunidad de Madrid, para variar, se determinó con la entonces vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ante unas prácticas de comunicación bastante malas por parte del Ministerio y de aquella Comunidad, crear un grupo de trabajo con dos portavoces, un catedrático de universidad y Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CAES). Como comunica bastante bien, decidieron que fuera solo Fernando, y el Ministerio actual ha decidido recurrir al mismo técnico de antes. No sé por qué el Ministerio decide darle mucho peso a Fernando. Esto de las políticas de comunicación nunca las he entendido.

- ¿La sobreexposición de los técnicos es inadecuada? ¿O sería mejor que dieran la cara solo los responsables políticos?
- Depende. Diga lo que diga un técnico, siempre se le da la vuelta. Lo preocupante para mí es que un problema exclusivamente de salud se convierta en un problema político; lo vemos todos los días y eso mata. Para los epidemiólogos solo hay una prioridad, la pandemia, salvar a la mayor parte de gente posible, ese es nuestro trabajo. Pero todo acaba como un problema político. Para un brote epidémico de corto tiempo, la teoría dice que debe haber un único portavoz técnico, siempre el mismo. Pero el coronavirus se alarga, y en un principio utilizaban mucho técnico, y luego, me da la sensación, en todas las comunidades autónomas han cambiado las cosas, porque no les queda más remedio. Influye en unas comunidades autónomas lo que hacen otras. Pero los que toman las decisiones y tienen la responsabilidad son los políticos. Son ellos los que deben salir en los medios de comunicación, aunque también los técnicos. En cuanto a la sobreexposición de Fernando, ¿la ha hecho el Ministerio o los medios? No tengo nada claro. Todos los días, los medios están machacando con Fernando Simón, aunque este ministro sale mucho, no está detrás calladito. No lo acabo de entender.

"En algunos medios de comunicación mi único currículum es que no me gusta el fútbol. Eso molesta"

- Hay quien sigue recordándole su falta de interés por el fútbol, por lo del encuentro Atalanta-Valencia CF en Milán...
- El planteamiento que me hizo ese periodista de que tenía que saber de fútbol… ¿Alguien entendería que la administración pública de cualquier país supiera a dónde van todos sus habitantes? A la vez que había fútbol en Milán, también se celebraba una Feria de Calzado, a la que el sector del calzado de Alicante también acudió. En todo caso, si te vas de viaje, ¿tienes que decir en algún sitio que te vas? ¿Seríamos un país democrático de hacerlo? Entonces, Italia no lo había comunicado todavía. El partido fue un miércoles, no me olvidaré en la vida, y comunicó el viernes por la noche que tenían una situación complicada. Aunque no hubiera habido fútbol, los ciudadanos no tienen por qué comunicar lo que está pasando. En algunos medios de comunicación mi único currículum es que no me gusta el fútbol. Eso molesta. Miden con unas varas que no entiendo. Aquí no llevamos bata, pero no significa que no seamos tan médicos como los demás. En una época en la que se puede buscar en Google y en hemerotecas, no entiendo que para algunos mi único mérito en la vida haya sido no saber de fútbol.

- En comparación con los de otras autonomías, los datos dejan en buen lugar a la Comunitat Valenciana, si se atiende a la tasa de contagios o a la incidencia acumulada. Tanto es así que se habla de “milagro sanitario valenciano”.
- No es un milagro, el último factor es la suerte. Es un trabajo de muchos años. A principios de los años ochenta se apostó por un modelo diferenciado al resto de España. Se crearon los primeros centros de Salud Pública con un modelo descentralizado frente al tradicional, que va por provincias, basado en la cercanía a los ayuntamientos y los sistemas sanitarios asistenciales. Pero no significa que, en Salud Pública, aquí estemos mejor que nadie. Nuestra estructura es mejor, pero no somos boyantes. Como en el resto del país, desde el año 2000 se dejó de invertir en ella. Somos demasiado pocos, cada vez hay más jubilaciones y falta gente nueva formada, excepto un pequeño grupo de especialistas en Medicina Preventiva de Salud Pública, pero la mayoría acaba trabajando en hospitales. Para ser eficaces, necesitamos gente que nos pueda sustituir, porque habrá un momento de impasse complicado.

"Muchas Comunidades Autónomas han tenido que empezar de cero en cosas que nosotros teníamos ya montadas"

Además, tenemos unos sistemas de información muy potentes, que empezaron a desarrollarse en los años 2000. En Salud Pública iniciamos un proyecto con vistas a disponer de herramientas informáticas para estar conectados con Atención Primaria y los hospitales, además de diseñar una herramienta especial, en la que somos únicos en este país, la Red de Vigilancia Microbiológica, de manera que todos los días recibimos información de los resultados de las pruebas que se hacen en los laboratorios de Microbiología del sistema público. Eso nos ha permitido tener un trabajo conjunto con los microbiólogos y con preventivistas, y disponer de información en línea con muy poco retraso. Muchas Comunidades Autónomas han tenido que empezar de cero en cosas que nosotros teníamos ya montadas.

- Es una visión diferente a lo que se suele subrayar como factor diferencial, como el número de rastreadores.
- A los epidemiólogos no nos gusta hablar de rastreadores. Mejor hablar de estudio de contactos, algo supertradicional de la epidemiología de principios del siglo XX. Nuestra ventaja es la buena coordinación con Atención Primaria, clave para hacer los estudios de contactos. Se ha aumentado a mil y pico los sanitarios de Primaria que atienden al enfermo, pero además realizan una parte del trabajo de rastreo o estudio de contactos, sobre todo de los convivientes. En Salud Pública recogemos esa información, acabamos de evaluar los contactos del caso, se los pasamos de nuevo a Primaria, y Primaria continúa. No somos departamentos estancos.

"La persona sin protección en contacto más de 15 minutos con una persona infectada tiene que estar en su casa, con o sin test. No es una cuestión de hacer cribados al tuntún, sino cuando toca"

- ¿Y qué les diría a los que critican que en la Comunitat Valenciana se hacen menos tests PCR que en Melilla?
- Aquí todo se mira a través de los tests. Parece que la ciudadanía piensa que los tests son una vacuna o una protección, y a la vez cree que si sale negativo todo está bien. No es así. El contacto estrecho significa que la persona sin protección en contacto más de 15 minutos con una persona infectada tiene que estar en su casa, con o sin test. No es una cuestión de hacer cribados al tuntún, sino cuando toca. Tendríamos mucha menos presión si nos pusiéramos a hacer cribados como en otros sitios pero que no sirven para nada. No se trata de poner 25 chiringuitos en Valencia para hacer tests, es conseguir que la gente se quede aislada cuando toque. Al día, tenemos una media de alrededor de 1.500 casos leves, casos sospechosos, en la Comunitat, de los que ahora sale un 30% de positivos, y realizamos entre 8.000 y 9.000 PCR. Hacemos nuestro trabajo. Medir la tasa de PCR al día es no ver qué pasa en otros contextos. Necesariamente, nosotros tenemos que hacer muchas menos PCR que en otras Comunidades Autónomas con mayor número de casos. A más número de casos, más número de sospechas, y por tanto más estudios de contactos… Lo importante es detectar brotes, que las personas estén confinadas e interrumpir los canales de transmisión.

- Entonces, ¿podemos estar tranquilos en cuanto a medios?
- La Comunitat Valenciana no está mal. Tenemos unas buenas infraestructuras, se ha contratado a más gente, hemos hecho un procedimiento especial para, cuando no fuéramos suficientes, acudir a los laboratorios privados sin necesidad de hacer un procedimiento administrativo muy largo. Y hacemos los tests que debemos hacer. Pero, hagamos lo que hagamos, en cualquier autonomía, solo veremos una parte de la pandemia en todos los sitios, la punta del iceberg. Cuando lleguemos a casas de 50 o de menos por 100.000, quizá haya que ir a la caza y captura del caso. La prueba última es el número de ingresados. A nosotros nos sube el número de casos, la incidencia, y el número de ingresados, porque estamos entrando en una etapa diferente, y en las demás comunidades autónomas también. Si no fueran en paralelo, estaríamos haciendo las cosas mal. Pero hay críticas tanto si hacemos muchos tests como si hacemos pocos tests.

"En las reuniones familiares o sociales nos quitamos la mascarilla sin darnos cuenta de que cualquiera puede haberla adquirido y no lo sabe. Ese es nuestro problema, nuestro estilo de vida"

- Ha apelado a la responsabilidad individual. ¿Cómo han vivido el brote del colegio mayor Galileo Galilei?
- Me gustaría que la Comunitat fuera conocida por otras cosas y no por un brote de una fiesta ibicenca. Aunque cuando veo en los medios las fiestas privadas que se celebran, alucino totalmente. A diferencia de la primera ola, hay grupos de edad muy concienciados. Las personas mayores lo están en general, pero los jóvenes no lo están porque no ven el riesgo. Entiendo que unos niños de 18 o 19 años, en su primer año de facultad, celebren fiestas de bienvenida. Estas cosas van a seguir pasando, como los botellones. Pero hay que hacerles ver que, si no tienen ninguna patología base, lo más lógico es que pueden pasar una enfermedad leve, pero pueden contagiar a sus padres y abuelos. Me fastidia, pero me fastidia más el grupo de personas de 40 a 60 años que siguen celebrando cumpleaños, yéndose de cenas y de copas. Esta enfermedad tiene dos caras, o no te pasa nada o te pasa muchísimo, y de eso todavía no somos conscientes. A pesar de todo, en general la ciudadanía ha funcionado muy bien. España fue uno de los mejores del mundo en cómo los ciudadanos respondieron al estado de alarma, en un país donde "hecha la ley, hecha la trampa". Lo único que no hacemos bien es que en las reuniones familiares o sociales nos quitamos la mascarilla, con toda la confianza del mundo, sin darnos cuenta de que cualquiera puede haberla adquirido y no lo sabe. Ese es nuestro problema, nuestro estilo de vida. La mayor parte de los brotes se relacionan con reuniones familiares o sociales.

- Volvamos a Madrid. ¿Existen desavenencias con Fernando Simón dentro del Comité Científico?
- No. Fernando Simón es como le ves en una rueda de prensa, ha sido así toda la vida. Lo conozco de hace muchos años. Son debates técnicos y científicos, podemos estar de acuerdo o no en alguna cosa, cada uno da su opinión y hay un debate, pero no pasa de ahí. Nosotros somos técnicos, no políticos, tomamos decisiones técnicas. Si la estrategia diagnóstica del protocolo para toda España tiene que cambiar, si tenemos que hacer pruebas nada más nos enteremos de que una persona es un contacto y tenemos que esperar diez días, por ejemplo, son discusiones técnicas con base en la evidencia científica y a lo que nos dicen nuestros compañeros de Primaria. Cada uno expone sus conclusiones y es totalmente técnico.

"El Comité Científico se reúne menos veces porque hay mucha más experiencia, ya no es necesario, y lo digo formando parte de él. Nunca he pensado que esté ninguneado ni aparcado"

- En la desescalada, se criticó que la ciudadanía no podía comparar las decisiones del gobierno y las evaluaciones y recomendaciones del comité de expertos, cuestionando la falta de transparencia en la gestión de la pandemia.
- Formo parte del Comité Científico del Gobierno español, que funciona como asesoramiento ante temas muy concretos, pero no del que preparó la desescalada. El comité de expertos que inició la desescalada tiene unos documentos publicados en la web. Al Comité Científico nos pasaron el documento para dar nuestra opinión. Aquí las medidas se toman de forma bastante colegiada: primero pasó por las ponencias, los grupos de trabajo técnicos que nos designan desde las comunidades autónomas; luego por la Comisión de Salud Pública, formada por los directores generales de Salud Pública; y una vez estuvieron todos de acuerdo, llegó al Consejo Interterritorial, donde están todos los consejeros. Lo importante es tener un documento bueno, y este era muy bueno. Para tenerlo, ha sido trabajado entre los técnicos del Ministerio, del CAES y de las comunidades autónomas, donde había una persona referente para el Ministerio para discutir los temas de datos concretos, la entrega de documentación para evaluación, la necesidad de aclarar o discutir alguna duda o sugerencia, y así se ha decidido pasar a una fase o no. En la Comunitat Valenciana estaba yo, y se ha hecho así en todas las comunidades. Todo se ha trabajado de una forma completamente transparente. Aunque se le ha dado mucho bombo a la cosa, no hay nada detrás.

- En la segunda ola se ha apuntado que el gobierno había dejado aparcado al Comité Científico.
- Nos hemos reunido menos. Se sabe mucho más que al principio. Ya hemos pasado por una primera ola. El Comité Científico se reúne menos veces porque hay mucha más experiencia, ya no es necesario, y lo digo formando parte de él. Nunca he pensado que esté ninguneado ni aparcado. Ahora ya no es cuestión de si hay que llevar mascarilla o no. Hay muchos más datos publicados, hay muchas cosas que ya se saben. Nos llaman cuando consideran que es necesario comentar las medidas o los datos.

"Lo más seguro es que convivan las dos formas de transmisión, pero veces vemos a científicos muy escorados en uno u otro lado, o solo aerosoles o solo transmisión de persona a persona"

- ¿Qué le parece el papel que está desempeñando la OMS en la pandemia?
- Haga lo que haga es difícil, porque tiene que responder a todo el mundo, y de eso no nos damos cuenta. No siempre los mensajes están dirigidos a nosotros, sino que debe buscar el punto intermedio para todos los países. En ciertos momentos ha cometido errores importantes. Se equivocó con el virus pandémico de la gripe, fue un problema de política de comunicación, pero con la pandemia está diciendo cosas importantes. Hay que recordar que es independiente de cualquier gobierno. Cuando creíamos que no era necesario llevar la mascarilla, lo dijo; cuando supimos por la evidencia científica que había que llevarla porque no hacía daño y era mejor, entonces se equivocó, salió a la palestra y lo dijo. Lo está haciendo bastante bien, pero la postura de la OMS es muy complicada.

- Respecto a cuestiones que son de debate científico, ¿cómo ve la hipótesis de los contagios por aerosoles?
- Después de todo lo que me he estudiado respecto a esto, creo que es posible que se pueda transmitir por aerosoles, pero la clave es la eficiencia del contagio. Es muy verosímil y plausible biológicamente que también se pueda contagiar por aerosoles, aunque no sea tan eficiente como la transmisión de persona a persona. Tampoco significa que todos los contagios sean por aerosoles. Lo más seguro es que convivan las dos formas de transmisión, pero veces vemos a científicos muy escorados en uno u otro lado, o solo aerosoles o solo transmisión de persona a persona. Hay muchos otros que dicen que pueden ser los dos. La transmisión por aerosoles tiene que ver con la capacidad del virus, con el tiempo hasta que se muere cuando está fuera del ser humano, y cuando esto lo tengan del todo claro lo veremos. Si fuera solo por aerosoles, hubiéramos tenido muchos más casos. Es lo que pensamos algunos, pero es una opinión.

- Entre toda la sobreinformación del coronavirus, se señala al factor de la humedad, y en sentidos contradictorios: a más humedad, mayor supervivencia del coronavirus, pero la transmisión aumenta en lugares con poca humedad.
- La verdad es que no lo sé. En Asia, donde hay una humedad increíble, hay muchos casos, y en los sitios del norte, también hay muchos casos, con lo cual creo que todos unidos tenemos que investigar en las mismas direcciones. Todo esto es rizar el rizo. Hay muchos temas que están todos los días en los medios de comunicación y no los acabo de entender. Es importante que haya grupos de investigación que se dediquen mejorar las medidas no farmacológicas para impedir la transmisión, y que haya grupos que trabajen en investigar tratamientos, que siempre es más rápido que una vacuna, y que mejoren el pronóstico de la enfermedad, y desde luego, que consigan una vacuna. Hay que dejar que trabajen.

"Cavadas es un cirujano magnífico, pero habla como un experto en vacunas cuando no sabe nada de Salud Pública. Su opinión tiene el mismo el valor que la de un arquitecto o un abogado"

- El Dr. Pedro Cavadas, en una entrevista televisiva reciente, ha negado que cualquier vacuna que salga antes de dos años pueda ser efectiva. ¿Cómo lo valora?
- Por el hecho de ser médico, no se puede hablar de todo. Es un cirujano magnífico, pero habla como un experto en vacunas cuando no sabe nada de Salud Pública. Su opinión tiene el mismo el valor que la de un arquitecto o un abogado. No sabe que cuando llegó la gripe pandémica se hizo un trabajo muy importante en todo el mundo con todos los laboratorios y empresas farmacéuticas especializadas en vacunas para hacer prototipos. Yo asistí a alguna de aquellas reuniones. Estuvieron trabajando en modelos para, cuando el virus de la gripe cambiara, preparar la vacuna lo antes posible. Esto significa que llevamos más de un año de adelanto. Es posible que, con todo el trabajo previo y con las tecnologías actuales de secuenciación del genoma completo de cualquier virus, los procesos se adelanten. Nadie esperaba una pandemia semejante, pero se sabía que saldrían nuevos virus. Todos los años salen virus nuevos y los laboratorios no son tontos. Hay muchos prototipos.

- Por último, la pregunta que más habrá escuchado durante todo este tiempo. ¿Cuándo tendremos vacuna?
- Ni idea, pero habrá vacuna para el coronavirus. Se están adelantando mucho los plazos. Dicen que relativamente pronto. Se han presentado personas voluntarias y eso facilita mucho los avances. Cuanto antes venga, mejor, pero las vacunas para virus siempre son complicadas. Tendremos las primeras con una eficacia más reducida que las segundas o terceras, siempre es así. Hay muchos equipos de investigación trabajando. La vacuna no es un medicamento más. Es el mejor producto que ha tenido nunca el mundo para combatir la enfermedad, no puede haber un médico en contra de las vacunas. Es lo mejor y lo más barato, y nos han salvado de muchas enfermedades. Pero lleva su tiempo, no es una aspirina.

 

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